La peque?a triqui?uela de Mu?oz
La iniciativa de Raimundo Saporta al t¨¦rmino de aquella temporada fue digna de un personaje de su calibre. S¨®lo a una mente tan privilegiada como la suya se le pod¨ªa ocurrir poner a mis jugadores de baloncesto con botas de tacos... ?Y en un campo de hierba! Inolvidable ver a los pupilos de Miguel Mu?oz botando una pelota que para algunos deb¨ªa ser como un bal¨®n medicinal por las dificultades que ten¨ªan para manejarla. Result¨® una experiencia excitante que aument¨® el sentido de solidaridad y amistad que exist¨ªa en aquella ¨¦poca entre los profesionales que defend¨ªan con orgullo el escudo del club.
Pero conste que aquella derrota en el c¨®mputo global de los dos partidos se debi¨® a una peque?a triqui?uela de Mu?oz. Resulta que para equilibrar los jugadores del equipo de f¨²tbol s¨®lo eran eliminados por personales si llegaban a las siete en vez de las cinco reglamentarias. Ese d¨ªa nos estaba machacando Garc¨ªa Rem¨®n, que era buen¨ªsimo. Con todo encauzado para nuestra remontada tras el 20-0 del partido de f¨²tbol, Mariano hizo su s¨¦ptima personal y se quedaba eliminado. Pero El Chato fue listo y me llev¨® al huerto. "Pedro, d¨¦jale que siga jugando. Si esto es para divertirnos". Ca¨ª como un pardillo y acept¨¦. Pues desde ese momento Garc¨ªa Rem¨®n nos machac¨® y con sus puntos impidi¨® nuestra remontada. Esta comida con Clifford y Amancio demuestra que no ha cambiado nada. El gallego siempre gana...