El tren hacia el futuro sale de la cantera
El Atl谷tico de Madrid decidi車 en buena hora rebajar unos cuantos a?os la edad media de su cantera y disputar las competiciones con jugadores m芍s j車venes que sus contrarios. As赤, han conocido la Segunda B unos cuantos ni?os de 16 a?os, futbolistas precoces a los que han calzado las botas de siete leguas para adelantar su formaci車n. Los peques lo han hecho fen車meno, salvados hace unas cuantas semanas mientras tres o cuatro filiales se van a la Tercera sin remedio. ?Para qu谷 sirve la valerosa apuesta? Para nada si no se acompa?a del arrojo directivo. Si los chavales no tienen la senda despejada en su acceso al primer equipo, no vale para nada. Es verdad que ser芍n mejores jugadores antes, pero in迆tiles para lo que se pretende: construir el primer equipo con la gente del escudo.
Cuando el Aleti baj車 a segunda contra toda ley divina y humana, la afici車n sell車 un pacto. Ni escrito, ni hablado, ni siquiera sugerido: aument車 el calor de la grada postergando el reproche hasta volver a su categor赤a natural. No me parece tan dif赤cil ofrecerle a la afici車n otro acuerdo: construyamos un equipo basado en una columna vertebral fuerte, espa?oles j車venes y cantera. Equipo a rematar en un par de a?os para funcionar seis o siete. Fiel a un estilo de juego; leal a una idea de f迆tbol. Y un entrenador que lo entienda. Si fichamos a cualquier portero joven, por bueno que sea, para taponar a De Gea, ya la estamos fastidiando. Si Camacho sigue sin aparecer, esto va al rev谷s. Si jugaba Seitaridis antes que Dom赤nguez, mal. Si Koke, Borja, Ramos, Pacheco, los dem芍s chavalines, ven oscura la llegada, arruinan su ilusi車n que debe ser la nuestra. Y qu谷 es hacerlo bien: sumar lo que cuesta media docena de mediocridades y con eso fichar a Silva. Un ca?車n, joven, espa?ol, de rendimiento tan probado que no cabe la duda. Y en el puesto que este equipo necesita. A su lado, junto a los mejores de hoy, imaginaci車n y Cerro del Espino.