Abel afronta su primer test serio
Finaliz¨® la etapa Aguirre. Hay que reconocerle se?or¨ªo, educaci¨®n, capacidad para encajar las cr¨ªticas y cumplimiento de objetivos, pero de la misma manera hay que achacarle la poca ambici¨®n que transmit¨ªan los equipos que confeccionaba y el nulo juego que practicaban. Le faltaron herramientas para tener un once estructurado y competitivo, de acuerdo, pero hac¨ªa mucho tiempo que el Atl¨¦tico no ten¨ªa un plantel de jugadores tan sobresalientes. Paciencia se ha tenido con ¨¦l, pero las exigencias de este equipo no soportan estar casi dos meses sin ganar.
Necesit¨¢bamos un revulsivo, porque los jugadores estaban cayendo en perniciosa desmotivaci¨®n de la que tampoco cabe responsabilizar ¨²nicamente a Aguirre. Un t¨¦cnico que ha cumplido, pero al que las urgencias y las enormes exigencias de este equipo tal vez le hayan quedado demasiado grandes. Los jugadores son unos tremendos ego¨ªstas y especialistas, siempre, en escurrir el bulto. Ha bastado cambiar un entrenador con el que no parec¨ªan estar del todo compenetrados para que vuelvan a dar lo mejor de s¨ª. Lo de Huelva no ha sido m¨¢s que una an¨¦cdota. Abel, una soluci¨®n transitoria al que solo los resultados pueden convertir en una soluci¨®n de continuidad, tiene mucho por hacer. El Getafe va a ser su primera piedra de toque seria. A su favor tiene que nadie va a cuestionar su compromiso con un club que es su club. Se merece una oportunidad y como aficionado le deseo la mejor de las suertes. Pero el tiempo y los resultados ser¨¢n los que le legitimen o no.