Bearzot y Luis, almas gemelas
Luis Aragon¨¦s se da un aire a Enzo Bearzot en su modus operandi al frente de la Selecci¨®n. Estos dos hombres, el italiano octogenario y el de Hortaleza casi septuagenario, guardan en sus muchos a?os todos los secretos del f¨²tbol. Cada arruga en su rostro es un partido, una final. Pero lo m¨¢s importante es que ambos han tocado techo resumiendo en uno s¨®lo los infinitos mandamientos del calcio: cree sin dudar en los jugadores que te llevan a la victoria. La Italia que gan¨® el Mundial de Espa?a ante Alemania en el a?o 1982 era una squadra gloriosa que ten¨ªa muchas similitudes con La Roja. Ese equipo, como la Espa?a de hoy, se pod¨ªa recitar de corrido y de memoria. Bearzot, como Luis, no se llev¨® a la cita a algunas vacas sagradas, como Pruzzo (ese a?o Pichichi de la Serie A) o Beccalosi. En su lugar hizo debutar a j¨®venes como Bergomi, que fue campe¨®n del mundo a los 18 a?os y luego deriv¨® en toda una leyenda.
B earzot y Luis se distinguen tambi¨¦n por su elevado respeto hacia los rivales, tan alto como la confianza que depositan en sus jugadores. El secreto de su ¨¦xito es que proyectan su fe, sus a?os y su experiencia sobre sus j¨®venes futbolistas. No son viejos, sino sabios. Han alcanzo tal condici¨®n aprovechando las ense?anzas que van llegando con los a?os. Su premio es ver que los equipos que dirigen consiguen los objetivos. Son selecciones que pueden. Pudo Italia en el Bernab¨¦u en la final de 1982 y podr¨¢ Espa?a en el Prater, ma?ana ante Alemania.