Igual que Baggio en EE UU 94
La vida da muchas vueltas, y la de Cassano a¨²n m¨¢s. Hace pocos meses estaba en una situaci¨®n desesperada. El Sampdoria, el club en el que jugaba cedido por el Real Madrid, le miraba de reojo porque hab¨ªa sido expulsado por arrojar la camiseta al ¨¢rbitro en un partido de Liga. Cinco partidos de sanci¨®n fue su castigo. Se dijo entonces que con ese acto irreflexivo e inmaduro hab¨ªa perdido la posibilidad de seguir en G¨¦nova y, lo que era peor, la de jugar la Eurocopa. ?C¨®mo se iba a arriegar Donadoni a llevar a la Euro a un jugador que es capaz de retar as¨ª a un ¨¢rbitro? Pero, contrapron¨®stico, Donadoni s¨ª se atrevi¨®. Y lo cierto es que Cassano est¨¢ siendo de lo mejor de Italia en el torneo, y adem¨¢s a¨²n no ha montado ning¨²n l¨ªo.
Puede que la bronca que tuvo con Chiellini en el primer entrenamiento asustara a algunos. Puede tambi¨¦n que verle cantar en el karaoke de Casa Azzurri no fuera una buena premonici¨®n, pero el chico, como cont¨® ayer y cuenta hoy Joaqu¨ªn Maroto en el AS, est¨¢ dando pasos positivos en busca de una nueva identidad. Buffon le est¨¢ ayudando en este cambio de imagen que hoy puede vivir un d¨ªa m¨¢gico si Talentino juega ante Francia y saca adelante la eliminatoria.
S i eso pasa, Italia entera le perdonar¨¢ sus gamberradas, la vida disoluta propia de un chico que aprendi¨® la vida en las peligrosas calles de un barrio de Bari y le aclamar¨¢ como a un h¨¦roe, del mismo modo que aclam¨® a Roberto Baggio en el Mundial de Estados Unidos de 1994 cuando marc¨® en la zona Cesarini el gol que elimin¨® a Espa?a. Pero si el sue?o de Italia, hoy, es llegar a tener ocasi¨®n de jugar contra la Roja, la pesadilla es el partido con Francia, por una parte, y el biscotto entre Holanda y Ruman¨ªa, por otro. La teor¨ªa del arreglo es cosustancial a los italianos, y todo el pa¨ªs est¨¢ hoy con la mosca detr¨¢s de la oreja. Yo, tambi¨¦n.