Joan Plaza, buen comienzo
Qu¨¦ raz¨®n ten¨ªa el rojo Mao cuando afirmaba que no importa que el gato sea negro o pardo, el caso es que cace ratones. Vaya por delante que yo admiro a Joan, aunque me pone muy nervioso con su impasibilidad externa y con sus cambios, especialmente cuando un jugador lo est¨¢ metiendo todo. Es un temperamento radicalmente opuesto al m¨ªo, pero por ahora, con el mismo resultado. ?l ha debutado con dos importantes t¨ªtulos y yo hice lo mismo. Tambi¨¦n coincidimos en manejar un grupo de jugadores mod¨¦licos, que ante todo practican el compa?erismo a ultranza, y eso es lo que da t¨ªtulos. Mi grupo dur¨® muchos a?os y eso es lo que le deseo a Joan. No hablo de conocimientos t¨¦cnicos, que a ¨¦l le sobran, porque de todos es sabido, al menos lo dice la leyenda, que los m¨ªos eran nulos.
Donde no nos parecemos ni por el forro es en la conducta como l¨ªderes de un grupo. Este chico inalterable, sin aspavientos -por cierto, a m¨ª no me pitaron nunca una t¨¦cnica- concentrado tras sus gafas, cambiando jugadores como cromos, est¨¢ demostrando que es un entrenador como la copa de un pino y que el Madrid tiene un entrenador para rato. Es todo lo contrario que yo, que no descansaba si durante la temporada no surg¨ªa una pol¨¦mica de cualquier clase. Yo la provocaci¨®n la utilizaba como una forma m¨¢s de incrementar el ansia de triunfo de los jugadores siempre manteni¨¦ndoles al margen, y la pr¨¢ctica sistem¨¢tica del terror a trav¨¦s de los resultados era otra forma de estrategia confes¨¢ndome humildemente a m¨ª mismo que era un gran psic¨®logo. "Nunca consider¨¦ que pudo ganarme a m¨ª aquel a quien yo gan¨¦", presum¨ªa p¨²blicamente sin dejar traslucir jam¨¢s las horribles dudas hamletianas que en much¨ªsimas ocasiones nublaban mi mente.
Joan ya habla el ¨²nico idioma que comprende el Real Madrid y que marca a todos los que pertenecemos a ¨¦l: el idioma de los campeones. Joan es distinto ?-yo dir¨ªa que mejor- pero inicia el mismo itinerario: el de la victoria, lo ¨²nico que acepta sumiso el Real Madrid. Le deseo larga vida en mi club.