Una t¨ªmida propuesta futbolera
Cada d¨ªa me da m¨¢s rabia no entender de f¨²tbol. Hace m¨¢s de cuarenta a?os que sigo este deporte y contin¨²o sin tener ni idea. Mi desconocimiento puede que se base en que s¨®lo tengo un deseo, que es que gane el Real Madrid. Hay momentos en que creo asimilar mejor el juego y es cuando escucho a los comentaristas de radio, especialmente a Manolo Lama. Si no veo el partido por televisi¨®n, mi coraz¨®n late al ritmo de las dram¨¢ticas descripiciones de un locutor que, indudablemente, proviene del baloncesto. Cuando oigo su transici¨®n radiof¨®nica y miro la televisi¨®n me sobrecoge la magia que contiene el describir algo que yo no veo.Yo procedo de un deporte muy din¨¢mico que, adem¨¢s de mantener un marcador cambiante, cada cuatro a?os modifica el reglamento. Hay una acci¨®n que me solivianta: el pase atr¨¢s despu¨¦s de haber superado el bal¨®n la l¨ªnea divisoria. Deber¨ªa sancionarse esa vuelta a la retaguardia para empezar de nuevo. ?Qu¨¦ aburrimiento! Cualquier deporte basa su belleza en el ataque y la defensa continuos. Ya s¨¦ que en el fundamentalismo del f¨²tbol es inconcebible, pero con esa sanci¨®n acabar¨ªan los empates a cero y el hast¨ªo que producen a los aficionados.