Gales fue fiel a su rugby
Los galeses cumplieron con su equipo de rugby y hoy cumplir¨¢n con Dios. 27 a?os han tenido que esperar para volver a vivir otro d¨ªa de gloria en su estadio de Cardiff. En la grada estaban ilustres como Phill Bennet o Gerald Davies, jugadores de un equipo que marc¨® una ¨¦poca brillante en el rugby gal¨¦s. Los galeses de hoy no tienen la longitud de patillas de los jugadores de antes, pero han vuelto a encontrar la misma identidad de juego que les hizo grandes en los 70. Lo que ha sucedido en Gales es un ejemplo de c¨®mo el desarrollo de una sociedad est¨¢ ligada a sus ¨¦xitos deportivos. Durante los 80 este pa¨ªs sufri¨® una recesi¨®n econ¨®mica muy fuerte que provoc¨® el cierre de muchas minas, lo que gener¨® que muchos de los que hubieran sido grandes jugadores en los a?os 80 tuvieran que emigrar a grandes ciudades en busca de un trabajo.
Nadie tom¨® el relevo de los Edwards, Bennet, JPR Williams... Gales sufri¨® mucho en los 80, su equipo padeci¨® muchas palizas. Jugadores como Robert Jones o Paul Thourburn lucharon por mantener el esp¨ªritu a flote, pero fue dif¨ªcil, sobre todo con deserciones como la de Jonathan Davies con su traspaso al rugby profesional, dejando a un equipo hu¨¦rfano de estrellas y talento. En los 90 intentaron olvidar el pasado. Consiguieron un torneo en 1994 y la transici¨®n al profesionalismo fue aceptada de buen grado. Pero llegaron dos entrenadores neozelandeses, Graham Henry y Steve Hansen, con los que el equipo perdi¨® su idiosincrasia y su estilo de juego, porque un gal¨¦s juega a rugby como un gal¨¦s, nunca como un neozeland¨¦s. Hoy Gales ha ganado su noveno Grand Slam y lo ha hecho con el rugby de los galeses de toda la vida. El rugby de ataque, el rugby de Gales.