Las chinas, un avispero en defensa
En Creta tuve ocasi¨®n de presenciar la final de la Diamond Ball femenina entre Australia y China. Gran partido entre dos conceptos de juego bien distintos y donde tras grandes apuros las australianas se impusieron por perfecto juego y especialmente por sus triples y su mayor estatura. Mi impresi¨®n de ambos equipos es la siguiente: atenci¨®n a China. Son feroces moscas cojoneras adiestradas por el Vietkong; aparecen cinco en la cancha y se reproducen al instante pareciendo que juegan veinte; no les importa nada del contrario, el bal¨®n despide para ellas un irresistible perfume de feromonas que les impele a su posesi¨®n sea como sea; trepan por la cadera de las altas, se esconden detr¨¢s de sus espaldas y aparecen en dos sitios a la vez creando confusi¨®n y desconcierto, tienen reflejos de conejo.
Divertido concepto ofensivo, gran t¨¦cnica individual, perfecta forma f¨ªsica, constantes entradas a canasta y pocos triples, defienden como fieras y cuando te paras con el bal¨®n se te echan encima dos o tres a la vez. Pero creo que en cuanto a t¨¢cticas ofensivas y defensivas andan escasas las angelitas.