
Rocío de Andrés
Erradicar el racismo va a costar, máxime cuando algunos clubes todavía coquetean con algunos grupos de delincuentes que tienen en sus gradas.
El estadio es un paréntesis de realidad, una ficción del estilo de la del cine o la literatura, refugios necesarios.
Y ahora, dejen de imaginar. Y piensen en por qué tienen el racismo tan bien identificado y, sin embargo, el machismo tan bien tolerado.
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