Obviamente, Benzema est¨¢ en su derecho de sentirse inc¨®modo con el juego de Vinicius, que muy bien podr¨ªa calificarse de ca¨®tico. Lo piensa mucha gente.
El gol empieza a ser objeto de deseo para el Madrid de Zidane. Se busca con ah¨ªnco, pero casi nunca llega. Apenas 13 goles en ocho partidos oficiales.
Rajamos, eso es as¨ª. Por descontento, por hast¨ªo o, simplemente, por hacer tiempo. Y los vestuarios son una extensi¨®n de la sociedad y sus roles.
Para ser un l¨ªder hay que tener mando firme unas veces y mano izquierda otras, dependiendo del car¨¢cter del compa?ero que sea.
A poco del final el Madrid perd¨ªa 2-0 y su horizonte en la Champions amenazaba las peores nubes. Se salv¨® con un empate in extremis, de esos que saben a victoria.
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