MOTOGP | GP DE PORTUGAL | LA INTRAHISTORIA
Rossi se hace invisible
Hizo varias veces en solitario su recorrido desde la sala de prensa hacia la zona mixta, algo antes inimaginable con un piloto tan medi¨¢tico.
Hay una imagen que me llevar¨¦ seguro por siempre en la memoria de este GP de Portugal, la de la primera vez que comprob¨¦ por m¨ª mismo que Valentino Rossi empieza a ser invisible a ojos de muchos. El piloto que mayores focos y atenci¨®n mundial, tanto de Prensa como de afici¨®n, ha acaparado en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas, pas¨® en solitario y absolutamente inadvertido el viernes por la tarde por la sala de prensa del trazado portugu¨¦s, algo absolutamente inimaginable antes de la pandemia. Y la escena se repiti¨® el s¨¢bado.
En Portimao, todos los pilotos solicitados por las televisiones deb¨ªan hacer un pase¨ªllo de unos 50 metros por el que cruzaban la sala de prensa camino del set televisivo donde realizan las entrevistas las cadenas con derechos. Los periodistas presentes, muchos menos que de costumbre antes de que se instalara esta burbuja contra el coronavirus en el paddock, no tenemos permitido aprovechar la ocasi¨®n para obtener declaraciones ah¨ª de los protagonistas, pero alg¨²n saludo s¨ª que se produce, bien acerc¨¢ndose el periodista de turno al protagonista o al rev¨¦s. Por eso, result¨® especialmente llamativo que El Doctor pasara inadvertido y sin que nadie interrumpiera su caminar. De hecho, fue ¨¦l quien salud¨® desde la distancia a un periodista italiano. ¡°Ciao Zam¡±, le dijo a Zamagni, que le respondi¨® de igual manera: ¡°Ciao Vale¡±.
Adem¨¢s, se dio la circunstancia de que, a diferencia del jueves, no le acompa?aba el responsable de prensa del equipo Petronas Yamaha SRT, Pol Bertr¨¢n, con lo que el nueve veces campe¨®n iba m¨¢s solo que la una, que dir¨ªa el a?orado Michael Robinson. Igual es una locura m¨ªa, pero se me encogi¨® el coraz¨®n al comprobar la soledad de Rossi en ese momento. No digo que sea ni bueno ni malo, y seguro que ¨¦l iba encantado porque se le ve¨ªa relajado, pero s¨ª que es algo raro y completamente nuevo. Una imagen ic¨®nica de una nueva era, sobre todo si se compara con el alboroto que se organizaba cada vez que era Marc M¨¢rquez el que hac¨ªa semejante desplazamiento, rodeado de c¨¢maras y micr¨®fonos tanto a la entrada como a la salida del Broadcaster Set, que es como aqu¨ª se llama la zona mixta reservada a las televisiones.
Volviendo a ese viernes, aprovech¨¦ la salida de Valentino para saludarle un instante. Segu¨ªa solo, tal como hab¨ªa llegado, y pude chocar con ¨¦l sin problema la mano pu?o con pu?o y comentarle que me hab¨ªan gustado mucho las Nike Jordan que llevaba en la rueda de prensa del jueves de Qatar 1 y si le molaban las m¨ªas, a lo que me contest¨® que s¨ª, con una sonrisa y un comentario cachondo sobre que me ve¨ªa elegante, algo que es imposible porque mi vestimenta de gran premio es de batalla y soy un desastre para combinar colores. Desde ah¨ª, vuelta al pase¨ªllo en soledad marcado por una invisibilidad novedosa en ¨¦l.
Ya el s¨¢bado, se repiti¨® la escena, y de nuevo en su camino de regreso me acerqu¨¦ hasta ¨¦l para saludarle a una distancia prudencial y decirle algo que me sali¨® del coraz¨®n y en su idioma: ¡°Vale, adesso pi¨´ que mai, Forza Vale!!!¡±. En espa?ol ser¨ªa ¡°Vale, ahora m¨¢s que nunca, fuerza Vale!!!¡±. Me lo agradeci¨® con una sonrisa y se volvi¨® a marchar en solitario, sin llamar la atenci¨®n de nadie, inmerso en una transparencia impropia en ¨¦l.
Parece evidente que al c¨¦lebre 46 se le est¨¢ apagando la luz por falta de resultados (otra ca¨ªda en la carrera portuguesa cuando iba und¨¦cimo) y por la ausencia de un p¨²blico que le adora vaya al circuito que vaya y haga el resultado que haga. Por eso, ahora m¨¢s que nunca, le sigo admirando incondicionalmente y sostengo eso de que Valentino Rossi no es italiano, Valentino Rossi es Patrimonio de la Humanidad.