Courtois y las ostras de Ferrari

Uno deber¨ªa echarse a temblar cuando Ferrari saca las ostras en su 'hospitality' desde el viernes, , ?y si eso quiere decir que es mejor no hablar de su fin de semana en la pista? Sin suspicacias ni iron¨ªas, esa era la mejor manera de atraer a sus instalaciones a buena parte del paddock, porque esperaban al final de una enorme explanada que el calor no invitaba a explorar a fondo. Sobre todo cuando por el camino pueden despistarte a las primeras de cambio la cerveza gallega de McLaren o los cantos de sirena de Red Bull.

Sin hablar de competici¨®n, el de Francia no fue el fin de semana m¨¢s espectacular. La regi¨®n de la Costa Azul que sufraga esta prueba s¨ª lo es, pero Paul Ricard descansa sobre una colina desde la que apenas se ve mar y el dise?o de su trazado no convence: un buen circuito de pruebas rodeado de escapatorias de asfalto con l¨ªneas de colores que lindan con la epilepsia, gran lugar para testar pero mal escenario para competir, as¨ª como para acoger un gran premio con pocas sombras, accesos complejos, capitales lejanas¡­ No luce para los fot¨®grafos, de hecho la mejor postal fue la tarta por el 80? cumplea?os de Jackie Stewart con los ¡®capos¡¯ de la F1 imitando su boina. Ahora, qu¨¦ fotog¨¦nicos ser¨ªan estos monoplazas volando en la curva Dunlop de Le Mans o bailando entre los pianos del 'viejo' Magny-Cours.?

La afici¨®n se volc¨®, con menos entrada que en 2018 pero ¡®fans¡¯ por todas partes. Pocos VIP con respecto a M¨®naco, que est¨¢ s¨®lo a unos kil¨®metros de distancia, esa es la mayor evidencia de que no hay comparaci¨®n. En ese apartado de invitados destac¨® Thibaut Courtois, portero del Real Madrid, que charl¨® un buen rato con Carlos Sainz sobre fichajes y reacciones. Resulta llamativo c¨®mo un atleta que lo tiene todo muestra tanta admiraci¨®n por los h¨¦roes de otro deporte. El espigado belga reparti¨® su tiempo entre McLaren y Ferrari, quiz¨¢s le dio tiempo a probar las ostras.