Vettel: "?A d¨®nde tengo que ir, que nos est¨¢n robando!"
El alem¨¢n se defend¨ªa ante sus ingenieros cuando le comunicaron la sanci¨®n de cinco segundos por la que perder¨ªa la carrera unos minutos despu¨¦s.
Cuando el ingeniero de carrera de Vettel le inform¨® por radio de su sanci¨®n de cinco segundos, probablemente ya pod¨ªa imaginarse la que se le ven¨ªa encima. "No ten¨ªa a donde ir, de verdad. No ten¨ªa a donde ir. Ya sab¨¦is que cuando pasas por el c¨¦sped y luego vuelves tienes un agarre incre¨ªble (ir¨®nico). ?A d¨®nde c¡ tengo que ir? ?Que ten¨ªa c¨¦sped en mis ruedas!". Y sigui¨® se?alando a la maniobra de Hamilton: "?Es su culpa si decide ir por ah¨ª (por fuera, donde qued¨® encerrado). Si hubiese ido por dentro me habr¨ªa adelantado!". De nuevo, desde el muro, le dijeron un ¡°conc¨¦ntrate¡± que no ayud¨®: "Estoy concentrado, ?pero nos est¨¢n robando!".
Una vez acabada la carrera lleg¨® la visita a los comisarios con recriminaciones que no han trascendido, para despu¨¦s apartar el n¨²mero uno del coche de Hamilton en el parque cerrado. Despu¨¦s fue al podio "por respeto" y salud¨® a Leclerc, a Hamilton y a Marga Torres, la ingeniera espa?ola de Mercedes que recogi¨® el trofeo de constructores. Y particip¨® tambi¨¦n en la rueda de prensa, en la que se?al¨® directamente a las normas que hacen de la F1 un deporte menos imprevisible: "Ojal¨¢ pilotase en otra ¨¦poca, la de pilotos a los que he podido conocer que son h¨¦roes para m¨ª. Ahora parecemos abogados justificando si hemos ganado ventaja, si tuvimos que levantar el pie¡ esto son carreras, es sentido com¨²n. Esto le quita emoci¨®n para la gente, no es el deporte del que me enamor¨¦".