KTM revienta el Dakar y Quintanilla acecha a Price
Brabec abandon¨® por un motor roto y ahora es l¨ªder el australiano, que apenas puede apoyar la mano derecha en el manillar por una fractura reciente.
Brabec lo vio todo desde el helic¨®ptero, con su Honda colgando de la cuerda tras romper el motor al poco de comenzar la especial de su vida. Al norteamericano feliz le toc¨® perder de la peor forma posible, sin jugar. Y mientras tanto, otra tormenta de arena dakariana ha arrasado a las motos y ha cambiado el escenario para que, por otra parte, todo sigue igual: cinco pilotos separados por menos de diez minutos jug¨¢ndose el Dakar con dos etapas por delante, una muy dura y otra m¨¢s c¨®moda, pero con estas diferencias todos los kil¨®metros van a ser decisivos.
De vuelta a Pisco, con las mec¨¢nicas al l¨ªmite, se crecieron los de siempre, los pilotos de KTM. Sunderland retras¨® su salida, dice que por un fallo en el 'Iritrack' ("Espero que no tengamos problemas con esto", dijo por el riesgo de penalizaci¨®n), y abri¨® las trazadas para que Toby Price diera un golpe en la mesa con su mano izquierda: la derecha apenas puede apoyarla en el manillar por una rotura del escafoides sufrida un mes antes del Dakar. Aun as¨ª, el australiano se erige como l¨ªder con un minuto de ventaja sobre el te¨®rico favorito, el chileno Pablo Quintanilla (Husqvarna), favorito por lo visto hasta ahora en la carrera y porque su f¨ªsico no ser¨¢ un inconveniente.
Les siguen Walkner y Sunderland, a seis minutos y medio, aunque el austriaco se duele del tobillo cada vez que se baja de la moto. Y se engancha Van Beveren, a nueve minutos con la Yamaha, quiz¨¢s el ¨²ltimo piloto que aspira a luchar por el podio. Y nadie m¨¢s: al adi¨®s de Brabec se suman los 15 minutos que perdi¨® Benavides (el argentino ha reclamado el mal funcionamiento de su 'Iritrack' y espera que le devuelvan 10 minutos), por lo que a Honda se le complica ganar este Dakar. Y si no lo hace KTM ser¨¢ porque se lo lleva su hermana Husqvarna, con una moto igual de austriaca e id¨¦ntica por dentro.