Hamilton vuela en Hockenheim sobre las l¨¢grimas de Vettel

Unos golpes en el volante. Un lamento. Unas manos alzadas. Unas pocas gotas en el cristal. Un piloto que llora. Otro que sonr¨ªe con las manos agarradas con fuerza a su coche. Una gr¨²a. Neum¨¢ticos que vuelan de mano en mano. Lluvia. F¨®rmula 1¡­ Esta es la historia de c¨®mo empez¨® a llover en Hockenheim en una curva, despu¨¦s en todas, y c¨®mo Sebastian Vettel cometi¨® un error y perdi¨® la carrera para que d¨¦ una voltereta el Mundial. Y la de c¨®mo Lewis Hamilton gan¨® la carrera, desde la decimocuarta posici¨®n a la primera. Una rivalidad de ¨¦poca para un deporte incre¨ªble, uno de esos en los que pasan tantas cosas fuera y dentro de la pista que necesitar¨ªamos escribir un libro en cada cr¨®nica. Vamos al intento¡­de concretar y contar.

Sal¨ªa Vettel en la pole y conserv¨® ese puesto con Bottas segundo y Hamilton remontando desde atr¨¢s. Carlos Sainz era noveno y Fernando Alonso und¨¦cimo. En la s¨¦ptima vuelta el alem¨¢n segu¨ªa l¨ªder y tranquilo con casi cuatro segundos de ventaja sobre el finland¨¦s de Mercedes mientras el campe¨®n del mundo ya estaba detr¨¢s de Alonso, el asturiano le dej¨® pasar, y sigui¨® su escalada hacia un Everest imposible. Tambi¨¦n llegaba desde el pen¨²ltimo puesto remontando Daniel Ricciardo. El australiano lleg¨® hasta las posiciones de puntos, pero el motor de su Renault le dej¨® tirado. Abandono. As¨ª segu¨ªa la carrera con Alonso luchando por entrar en la zona de puntos batallando con Leclerc y compa?¨ªa, Hamilton remontando hasta la cuarta plaza, Vettel primero con cierta calma con Bottas lejos¡­ hasta que lleg¨® la primera historia interesante.

Raikkonen iba a una estrategia a dos paradas y se hab¨ªa puesto primero por delante de Vettel. Al finland¨¦s le quedaba una parada y Seb pidi¨® que le dejaran pasar. Incluso con una estrategia tremenda para un compa?ero de equipo, hablando de que su amigo finland¨¦s no tiene contrato para la pr¨®xima temporada ni se est¨¢ jugando el t¨ªtulo. Detalles. Finalmente, tras una explicaci¨®n larga de Jock Clear, el jefe del muro de Ferrari, Kimi dej¨® pasar a su vecino de box. "Si quer¨¦is que le deje pasar, dec¨ªdmelo", bram¨® el hombre de hielo.

Desde ah¨ª la carrera era del tetracampe¨®n alem¨¢n, aunque Hamilton segu¨ªa en su remontada despu¨¦s de m¨¢s de cuarenta vueltas con los neum¨¢ticos blandos. Esperaba lluvia. Como Alonso, que se qued¨® en pista con su McLaren hasta que los neum¨¢ticos empezaron a destrozarse. Lo intent¨® todo el asturiano. Sin suerte. Poco antes del simulacro de lluvia en Mercedes metieron a Hamilton a boxes. Parec¨ªa que regalaban la carrera a Vettel, porque a la vuelta siguiente se empezaron a ver gotas en el cristal de la sala de prensa.

Y Leclerc a cambiar gomas intermedias. Alonso, tambi¨¦n. Pero no terminaba de llover. Hasta que Fernando entr¨® a poner los de seco otra vez. Y arreci¨® el agua. Hamilton sonre¨ªa porque sus neum¨¢ticos ultrablandos iban mejor en esas condiciones mixtas. Cuando comenz¨® a llover de verdad, Vettel, que era l¨ªder destacado y c¨®modo, se sali¨® de pista en la curva trece en un error terrible. Coche de seguridad. Golpes en el volante. Decepci¨®n. Lamento. Y manos alzadas de los seguidores alemanes de Mercedes. La gr¨²a retira el coche de Seb. Hamilton se pone l¨ªder por velocidad pura. En la reanudaci¨®n Bottas intenta pasarle, mero teatro, el escudero acabar¨¢ segundo. Raikkonen, tercero finalmente. Sainz pasa a la duod¨¦cima plaza por una sanci¨®n de diez segundos al adelantar con safety a un Sauber. Alonso finalmente abandona. Hamilton, peinado de estrella del reagge, se lanza a sus mec¨¢nicos. "El amor lo conquista todo", dice. Todos es posible. Incluso en la F¨®rmula 1¡­

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