Ricciardo, victoria de genio con dos marchas menos en M¨®naco

Volaban las lanchas, se mov¨ªan los yates, mucho viento, olas altas, ligera marejada en el Mar de Liguria, en el horizonte nubes grises vest¨ªa el cielo, quiz¨¢, de milagro. El verano se volvi¨® oto?o en un d¨ªa, es lo que llaman primavera. M¨®naco se pon¨ªa bonita, pese a todo, gradas llenas, montes repletos, balcones atestados, barcos en sus puestos mirando a la pista mientras chicos y chicas adornados de juventud y belleza se colocaban junto a la posici¨®n de cada piloto y un ejercito de famosos se dirig¨ªa a la parrilla, cantantes de opera, jugadores leyenda de f¨²tbol americano (mis respetos se?or Brady, saludos a su se?ora), ganadores de la NBA, miss universo, pr¨ªncipes y princesas¡­ Y mec¨¢nicos de F¨®rmula 1 trabajando con las manos llenas de grasa junto a sus pilotos. Y por all¨ª la sonrisa nerviosa de Daniel Ricciardo, el gesto ausente de Carlos Sainz al caminar, la mirada asesina de Max Verstappen, el saludo de Lewis Hamilton con su hermano Dwyane Wade, la cabeza baja de Sebastian Vettel. Justo antes de empezar empez¨® a llover. Apenas unas gotas t¨ªmidas. Poco m¨¢s.

As¨ª que una vez la marabunta sali¨® de la parrilla comenz¨® la verdad de este deporte de mentira. Y una carrera que pareci¨® por unos momentos una procesi¨®n de amigos del yoga y termin¨® siendo un ataque de ansiedad. La salida, tranquila, con Ricciardo primero, Vettel, segundo y Hamilton, tercero. Por detr¨¢s los espa?oles en sus puestos, sali¨® muy bien Sainz que pasa a Alonso en los primeros metros, pero el asturiano recupera en la curva, s¨¦ptimo y octavo. Atr¨¢s del todo, Verstappen pasa a los Haas. El holand¨¦s adelanta despu¨¦s a Ericsson, Stroll, Hartley, Leclerc y Vandoorne (por estrategia) hasta que llega a Fernando Alonso. Y ah¨ª par¨® su progresi¨®n hasta que en la vuelta 48 entra a cambiar ruedas y pone los hiperblandos desde los ultrablandos con los que hab¨ªa salido.

En ese momento, tras unas vueltas iniciales en las que sal¨ªa seg¨²n la l¨®gica, comenzaron a pasar cosas tras la primera parada. Ricciardo, que lideraba jugando con los tiempos controlando la situaci¨®n, empieza a perder potencia en su Red Bull. Se qued¨® sin la ayuda el¨¦ctrica de su motor, sufr¨ªa con 160 caballos menos que sus rivales, y eso empeoraba porque solo pod¨ªa usar seis marchas de las ocho que tiene el coche. Era 20 km/h m¨¢s lento que el Ferrari... Quedan muchas vueltas, Vettel est¨¢ detr¨¢s, pegado a ¨¦l Hamilton. Los tres primeros en dos segundos. Al lado Raikkonen y Bottas. Los cinco primeros en cinco segundos.

Pero en la zona media donde pasan, desgraciadamente m¨¢s cosas. Y peores. Alonso que era s¨¦ptimo acer¨¢ndose a Ocon, en busca de otra carrera m¨¢s con puntos, empieza a ir m¨¢s lento, Gasly con el Toro Rosso Honda se pega al asturiano cuando se queda sin potencia, primero, y sin caja de cambios despu¨¦s. Abandono. Primero de la temporada en el sexto gran premio de la temporada. Despu¨¦s Carlos Sainz, con problemas en su Renault y con sus neum¨¢ticos ultrablandos, recibe a Hulkenberg y Verstappen, debe dejar pasar a su compa?ero de equipo que viene con hiperblandos como el holand¨¦s, y despu¨¦s Max lo pasa tras cuatro vueltas de defensa imposible, el Red Bull es tres segundos m¨¢s r¨¢pido. El madrile?o, acaba a m¨¢s de medio minuto de ellos y es d¨¦cimo. Verstappen noveno en su remontada desde la ¨²ltima plaza.

Quedan diez vueltas, por arriba todo sigue igual con el Ferrari de Vettel pegado a Ricciardo. Hasta que en la vuelta 72, se tocan Leclerc, sin frenos, y Hartley. Coche de seguridad virtual. Vettel pierde tiempo. Hamilton cierra podio.Gana Ricciardo. Segunda del a?o. M¨®naco. Victoria de genio. En la noche abrir¨¢ su sonrisa de genio¡­

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