Fernando Alonso y la ola del perro Hachiko en Shibuya

Est¨¢ all¨ª a¨²n mirando hacia la estaci¨®n. Por si acaso. El esp¨ªritu de Hachiko, el perro fiel que sigui¨® esperando, a pesar de todo. Ahora es de piedra, una estatua de tama?o natural que sirve, adem¨¢s de lugar en el que emocionarse y agradecer a la vida, de encuentro para los japoneses de Tokio. Hachiko era el perro de raza Akita del profesor de ingenier¨ªa agr¨®noma de la Universidad de Tokio, Eisaburo Ueno. Hasta la estaci¨®n de Shibuya, donde est¨¢ ahora la estatua, le acompa?aba cada d¨ªa Hachiko y le iba a buscar despu¨¦s hasta que un d¨ªa de 1925 el profesor perdi¨® la vida a causas de una hemorragia cerebral. Pero Hachiko segu¨ªa yendo a buscarle, a partir de entonces los viajeros cuidaron de ¨¦l hasta que muri¨® en 1935, en el mismo lugar donde se hab¨ªa despedido de su profesor diez a?os antes. Al pie de su estatua. Un diario de Tokio recogi¨® su historia y el perro se hizo celebre, incluso hay dos pel¨ªculas que cuentan su vida. Es el perro fiel. Y esa cualidad, la fidelidad es una de las m¨¢s valoradas por Fernando Alonso. Quiz¨¢ sea esa la raz¨®n por la que ha quedado con todos sus aficionados japoneses, que son muchos, en ese punto, la estatua de Hachiko.

Pero adem¨¢s pretenden convertir el momento en un evento de orden mundial para Kimoa, su marca de ropa. Mexican Way, lo llaman, es decir: la ola. Quieren hacer la ola en el famoso cruce de Shibuya, el m¨¢s famoso del planeta, donde cada d¨ªa pasan algo m¨¢s de un mill¨®n de personas en el incre¨ªble cruce en cuatro direcciones en el que los coches se detienen a la vez para dejar pasar a los peatones por el paso de cebra el forma de cruz. Un espect¨¢culo. Y all¨ª, a las 16:30 (9:30 hora espa?ola) estar¨¢ Alonso y su gente para homenajear a Hachiko, a Tokio, a su afici¨®n japonesa y para dar a conocer su marca de ropa en uno de los lugares m¨¢s m¨¢gicos del mundo.