El Porsche n¨²mero dos se lleva la victoria en un ca¨®tico Le Mans

Derret¨ªa hierro, fibra de carbono y goma de neum¨¢tico, pero sobre todo dejaba en nada ilusiones, sue?os y esas cosas que se imaginan, ya saben cuando pensamos en lo mejor y despu¨¦s la vida nos dejaba con el alma helando en la mano. Hacia calor, rondaba los 35 grados el termom¨¦tro oficial del circuito de Le Mans, el lugar m¨¢gico de la carrera de 24 horas en la que todo puede cambiar en un instante.

?Hay veces que la existencia se empe?a en hacer realidad los t¨®picos, en dar la raz¨®n a los que inventan frases para todas las ¨¦pocas. No sabemos quien fue, quiz¨¢ la m¨¢xima naci¨® con la primera carrera de coches de la historia. ¡°Todo puede pasar hasta que la bandera de cuadros¡­¡±. Y as¨ª fue. O casi. Porque esta edici¨®n de las 24 Horas de Le Mans ha sido una sucesi¨®n de incidentes, de destinos y suertes que finalmente ha dado la victoria al Porsche n¨²mero 2, y en lo m¨¢s alto del podio ya brillan las sonrisas eternas de Timo Bernhard, Earl Bamber y Brendon Hartley, pilotos semidesconocidos para el gran p¨²blico, pero que son aut¨¦nticas figuras en el universo de las carreras de Resistencia.

Pero para que finalmente el coche alem¨¢n lograse la victoria tuvieron que pasar cosas. Muchas cosas. Recordemos que el Toyota n¨²mero siete ven¨ªa de lograr la pole y desde el principio se mostr¨® como el coche m¨¢s veloz, lider¨® la prueba durante algo m¨¢s de diez horas con una ventaja de casi un minuto sobre el Porsche n¨²mero 1. Pero la noche pudo con los japoneses. No power. Esa frase amiga de Fernando Alonso, quiso apoderarse de las ilusiones de Kamui Kobayashi que se qued¨® sin potencia en plena recta principal y tras varios intentos a la 1:10 de la madrugada no pudo continuar. Embrague, cuentan.

Entonces el liderato que daba en manos de otro ex piloto de F1, Sebastien Buemi con el Toyota n¨²mero ocho, le cambiaron parte del motor y continu¨®, pero lejos. Acabar¨ªa segundo, a diez vueltas del ganador. Pero fue el otro coche de LMP1 que termin¨® la carrera. El Porsche ganador y ellos. Nada m¨¢s.

El otro Porsche llevaba entonces gran ventaja sobre el resto, pero ya al llegar la ma?ana tuvo un problema en la presi¨®n del aceite y Lotterer, que en ese momento llevaba el coche, tuvo que parar. Comenzaba entonces, a pocas horas del final una nueva carrera en la que el Porsche n¨²mero 2 intentaba dar caza al sorprendente l¨ªder, el Oreca del equipo de Jackie Chan, s¨ª el actor de Hollywood, el de las pel¨ªculas de peleas locas y aventuras varias. La diferencia de rendimiento era evidente, pero el coche alem¨¢n tambi¨¦n hab¨ªa tenido problemas y estaba por detr¨¢s.

Pero a poco menos de una hora del final y despu¨¦s de tres horas de liderato para los Ho Pin Tung, Thomas Laurent y Oliver Jarvis que ya se ve¨ªan haciendo historia, fueron adelantados por el coche oficial de Porsche. Pero fueron segundos, y terceros otro Oreca de LMP2, el de Pique Jr., Hansson Heinemeier y Beche. En la categor¨ªa reina la emoci¨®n result¨® a golpe de aver¨ªa. Pero en LM GTE Pro la protagonista fue la velocidad, hasta el final. Y a falta de pocas vueltas para el final la lucha entre el Corvette de Antonio Garc¨ªa, Jan Magnussen y Jordan Taylor contra el Aston Martin de Turner, Adam y Serra era de menos de un segundo. Al final se le fue la victoria, por poco, al coche del espa?ol. Un toque cuando lo llevaba Taylor con el Aston Martin de Adam le dej¨® sin su cuarto triunfo. Tercero final. Quinto fue Molina con el Ferrari.

El charro Antonio, que sue?a con ganar Le Mans en la general haciendo equipo con su amigo Fernando Alonso, es uno de los m¨¢s grandes, el m¨¢s completo, dicen¡­ ?les suena? Pero incluso eso, como en la F1, a veces no vale en Le Mans donde el sol derrite hierros e ilusiones y al final ganan los alemanes. Como siempre.

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