Bailando la danza del hielo con Juha Kankkunen
El cu¨¢druple campe¨®n del mundo de rallys recibi¨® a AS en su academia en Laponia y mostr¨® los secretos de la conducci¨®n en un lago helado.
Paisaje de postal en Laponia. Un lago helado rodeado de pinos con sus copas llenas de nieve. Pero lo mejor es el anfitri¨®n. Ni m¨¢s ni menos que Juha Kankkunen, cuatro veces campe¨®n del mundo de rallys, leyenda viva del automovilismo, que nos acoge en su academia de conducci¨®n con motivo del Seat Snow Camp. ¡°?Hombre, cu¨¢nto tiempo! Bienvenido¡±, y es que con el bueno de ¡®KKK¡¯ hemos vivido miles de batallitas.
¡°Llevamos todo el invierno impartiendo cursillos en esta zona¡±, explica el finland¨¦s. ¡°Tenemos circuitos en tres lagos diferentes. Los dise?o yo con el tractor, pero con mucho cuidado, porque ya me he hundido dos veces al romperse el hielo, y no quiero vivir una tercera¡±. Y, sin m¨¢s pre¨¢mbulos, arranca el Le¨®n Cupra de 300 caballos y tracci¨®n total y comienza la danza del hielo. ¡°Trabajamos con Bentley, Audi y Volkswagen, y esta es la primera vez que conduzco los Seat. Me ha sorprendido lo bien que van. Trabajamos con coches de estricta serie y s¨®lo les cambiamos los neum¨¢ticos por otros de clavos¡±.
Verle conducir es todo un espect¨¢culo para los sentidos. Con total naturalidad, sin un solo movimiento brusco, hace derrapar el coche espa?ol hacia un lado y otro con una precisi¨®n total. A base de certeros giros de volante y frenando con el pie izquierdo lo lleva de lado de curva en curva. ¡°?Qu¨¦ bien conduce!¡±, le digo. ¡°Hombre, es que tengo mucha pr¨¢ctica¡±, me contesta modestamente. ¡°Ya, y adem¨¢s es Juha Kankkunen¡±, ante lo que suelta un risotada. Jordi Gen¨¦, piloto de Seat, tambi¨¦n asegura que ¡°es impresionante la facilidad con la que lo hace todo¡±.
¡°Le he dicho varias veces a Carlos Sainz que venga, pero no encuentra el momento, porque siempre est¨¢ muy ocupado. Expl¨ªcale lo divertido que es, a ver si le convencemos y encuentra un hueco¡±, dice ya acabando la clase magistral. ¡°Ya nos quedan unas pocas semanas, y en cuanto se acaben los cursillos me vuelvo a Marbella a jugar al golf¡±. Genio y figura.