'Big John': caballero omitido y campe¨®n F1 con un Ferrari azul

Nacido en Tatsfield (Surrey) el 11 de febrero de 1934, John Surtees fue el mayor de tres hermanos de una familia en la que el progenitor, Jack, era un amante del motor. Pose¨ªa una tienda de motocicletas en el sur de Londres y en el pasado hab¨ªa sido tres veces campe¨®n de sidecars de Gran Breta?a. La afici¨®n por las motocicletas fue su vida y el germen que creci¨® en el interior del peque?o John.

¡°Mi primer inter¨¦s por el motor fue trabajar en el cobertizo con las herramientas que me daba mi padre.Con eso me interes¨¦ por la mec¨¢nica. El inter¨¦s por la competici¨®n despert¨® en un evento de sidecars al que me llev¨®. Llegamos y me dijo que se?ria su copiloto. Discretamente nos acercamos a la pista y me dijo: ¡®Ya sabes c¨®mo se hace, ?no? En ese ¨¢rbol te tiras hacia un lado, en ese otro, te tiras hacia el otro...¡¯ Ganamos pero nos descalificaron porque descubrieron que yo ten¨ªa 14 a?os¡±, revelaba Surtees al contar sus comienzos.

Dos a?os despu¨¦s abandon¨® la escuela y se convirti¨® en aprendiz de ingeniero en la f¨¢brica de Motocicletas Vincent. Su propio padre le compraba las primeras motos de carreras, entre ellas, una Norton Manx. En 1952 comenz¨® a correr y a ganar, y su nombre empez¨® a conocerse tras un gran duelo con Geoffrey Duke, ¨ªdolo de la ¨¦poca, que acab¨® con victoria de Surtees. Su ascenso fue imparable y entre 1956 y 1960 logr¨® siete t¨ªtulos de campe¨®n del mundo, tres en 350cc y cuatro en 500 cc, corriendo con la moto italiana MV Agusta.

H¨¦roe de las dos ruedas escuch¨® la primera oferta de F-1 en 1958 tras el fallecimiento de Peter Collins en el horrible GP de Marruecos. Tony Vandervell, propietario de Vanwall, quiso que fuera su sustituto. Surtees no acept¨® la oferta... aunque s¨ª acept¨® la de Lotus para debutar en el Mundial de F¨®rmula 1 en el GP de M¨®naco de 1960.

Adaptaci¨®n incre¨ªble que el propio Surtees explic¨® a?os despu¨¦s: ¡°El secreto fue conocer a mis adversarios: los que eran de fiar, los que no dejaban ni medio cent¨ªmetro de espacio, y los que se dejaban avasallar. As¨ª de sencillo. Era todo un tema psicol¨®gico¡±.?Su pericia al volante revolucion¨® la F-1 y a finales de 1961 recibi¨® una llamada de Enzo Ferrari. 'Il Commendatore' le quer¨ªa en su equipo, pero Surtees rechaz¨® su ofrecimiento.

"No puedes decir que no. Ferrari nunca pide dos veces a un piloto que corra para nosotros", espet¨® el creador de la m¨ªtica firma. Un a?o despu¨¦s, repiti¨® la oferta y esta vez Surtees s¨ª acept¨®. ¡°Llegu¨¦ a M¨®dena en mi BMW 507 y Enzo me rega?¨®: ¡®?Un coche alem¨¢n? ?Es inaceptable!¡¯ Y me dio un Ferrari¡­ que tuve que pagar de mi bolsillo¡±, relataba Surtees para explicar c¨®mo era el peculiar car¨¢cter del apasionado genio transalpino.

Ampliar

En 1964 logr¨® el t¨ªtulo de F-1 en un fant¨¢stico campeonato en el que libr¨® un tremendo duelo a tres frente a Graham Hill y Jim Clark... y con una peculiaridad. Ferrari estaba enfrentado con la Federaci¨®n Italiana y en las dos ¨²ltimas carreras, EE UU y M¨¦xico, llevaron un Ferrari azul y blanco.?Surtees se convirti¨® con este peculiar coche de Maranello en el ¨²nico en la historia con t¨ªtulos en F-1 y motociclismo. Un hito que nadie ha logrado igualar y, probablemente, nadie lo har¨¢. Pese a tan fant¨¢stico ¨¦xito nunca fue reconocido como Sir del Imperio Brit¨¢nico, honor que s¨ª recibieron otros como Stirling Moss, Jackie Stewart o Jack Brabham.

?Flagrante omisi¨®n que Surtees no reproch¨® jam¨¢s. Hoy, el menudo piloto apodado 'Hijo del Viento' ha fallecido a los 83 a?os y se habr¨¢ reunido con su a?orado hijo Henry, su gran apuesta e ilusi¨®n que perdi¨® la vida en 2009 en una carrera de F¨®rmula 2 en Brands Hatch. Una rueda perdida de un accidente impact¨® contra su cabeza y lo mat¨®. ¡°Fue una situaci¨®n dur¨ªsima, pero con lo que s¨¦ sobre el accidente, no puedo culpar al deporte por lo que pas¨®. ?l muri¨® haciendo lo que quer¨ªa hacer desde que era un cr¨ªo y viaj¨¢bamos a eventos de k¨¢rting. Aunque el trabajo que hago con su fundaci¨®n, lo hago como si ¨¦l a¨²n estuviese aqu¨ª, a mi lado, por mucho que haga nada puede calmar el dolor de haber perdido un hijo¡±, dec¨ªa John.