Fidel Castro, Fangio, el primo del Ch¨¦... una historia de F-1
El dirigente cubano, recientemente fallecido, lideraba el 'Movimiento 26 de Julio' que secuestr¨® a Fangio el d¨ªa antes del GP de Cuba de 1958.


Domingo 23 de julio de 1958, la noche antes de la segunda edici¨®n del GP de Cuba. Hall del Hotel Lincoln de La Habana. "Disculpe, Juan. Me va a tener que acompa?ar. No haga movimientos raros y no le pasar¨¢ nada". Juan era Fangio y el interlocutor Manuel Uziel, militante del 'Movimiento 26 de Julio' que cre¨® y lider¨® Fidel Castro, cuyos restos recibir¨¢n sepultura el fin de semana en Santiago.?
El joven revolucionario convenci¨® al pentacampe¨®n de F1 con un argumento irrebatible: portaba una pistola calibre 45 que coloc¨® en la parte baja de la espalda del piloto de Balcarce. Salieron a la esquina y ah¨ª lo subieron a un Plymouth negro que se alej¨® a toda velocidad por la calle Virtudes.
El secuestro de Fangio fue una idea de Faustino P¨¦rez, responsable de la lucha clandestina, y de ?scar Lucero, capit¨¢n de milicias, con el benepl¨¢cito de Fidel Castro. Las 27 horas que dur¨® la detenci¨®n fueron todo lo contrario a lo habitual en esas circunstancias. Fangio firm¨® aut¨®grafos, estuvo en un chalet de lujo, cen¨® copiosamente ("huevos con patatas") y charl¨® amistosamente de las virtudes y bondades de la idea pol¨ªtica de la revoluci¨®n que planteaban.?Pasado el gran premio, que gan¨® Stirling Moss tras darse por concluido tras un tremendo accidente del cubano Garc¨ªa Cifuentes que caus¨® siete muertos y que Fangio no quiso ver por televisi¨®n al prefiri¨® escuchar m¨²sica, los secuestradores decidieron ponerle en libertad.
Barajaron dejarle en una iglesia, pero el propio Fangio les dio la idea de llevarle ante el embajador argentino, Ra¨²l Guevara (primo del legendario Che) con una carta del Movimiento que aclarara que su problema era interno, la lucha contra el dictador Fulgencio Batista, y su objetivo con el rapto era simplemente propagand¨ªstico; luchaban por la situaci¨®n cubana. "Fangio, usted ser¨¢ nuestro invitado de honor cuando triunfe la Revoluci¨®n¡±, fue la frase con la que se despidieron de ¨¦l. La amistad con uno de su captores, Arnold Rodr¨ªguez, que extender¨ªa
durante d¨¦cadas.