Hamilton gan¨® la carrera; Rosberg es el nuevo campe¨®n

Corr¨ªa con el casco puesto por la parrilla. Tensi¨®n. ¡°Go Nico, gooo¡±, le dijo una reportera con sonrisa incluida sin poder evitarlo. Pero el alem¨¢n ni siquiera mir¨®. Ten¨ªa que ir al ba?o antes de empezar, aliviar los ¨²ltimos nervios que le acompa?an desde hace semanas. Estaba ante el sue?o de su vida, ante su momento, ese instante eterno que todos buscamos y solo algunos elegidos son capaces de descubrir, de vivir, de encontrar esa emoci¨®n intensa como el rayo verde del desierto. En su camino se cruz¨® tambi¨¦n con un anciano alto y encorvado que le mir¨® sin verle.

Caminaba lento, con su bast¨®n, apoyado en su escolta de confianza Juan Carlos I. Antes estuvo con sus pilotos. Volaba Carlos Sainz, el padre, a buscar a Fernando Alonso. ¡°Que es el Rey, que quiere verte¡±, dec¨ªa. Y el asturiano all¨¢ que iba. ?Donde est¨¢? Y los dos, junto a Sainz hijo en el box de Toro Rosso saludando al monarca que fue. All¨ª las reporteras ensayaban sonrisa y preguntas para el em¨¦rito. ?Lograr¨ªan que contase que el asturiano vuelve a Ferrari? Ni siquiera quiso opinar sobre el campe¨®n del mundo. ¡°?Hamilton o Rosberg? El que gane ser¨¢ el mejor¡±, dijo.

Y tiene raz¨®n. Gan¨® el mejor. O al menos el que ha sido mejor este a?o si quieren. A pesar de todas las opiniones, de las sensaciones e incluso de algunas evidencias, lo cierto es que en estos momentos el mejor es Nico Rosberg y por eso se ha convertido por primera vez en campe¨®n del mundo despu¨¦s de un eterno campeonato de 21 grandes premios en el que ha ganado nueve carreras, diecis¨¦is podios y que ha terminado diecinueve ocasiones por las dieciocho de su rival y un abandono, en Espa?a, por los dos de Lewis Hamilton, uno m¨¢s en Malasia.

Aquel d¨ªa cambi¨® todo. El grito terrible del ingl¨¦s en esa carrera al ver su motor en llamas, su precioso y potente propulsor Mercedes, auguraba su primer fracaso con uno de los mejores coches de siempre. Desde entonces el alem¨¢n gan¨® en Jap¨®n y puso su mente y su coraz¨®n a bajas revoluciones para conservar su puesto. Y Lewis gan¨® las cuatro ¨²ltimas carreras, pero con su compa?ero al lado como una sombra.

Tambi¨¦n en Abu Dhabi, en la carrera del desierto y el mar, del d¨ªa y la noche, donde todo pod¨ªa pasar, Hamilton intent¨® todo. En las cinco ¨²ltimas vueltas pretend¨ªa meter a Vettel y Verstappen entre los dos para ser campe¨®n. No pudo. Por poco. Antes salieron bien los de delante, el ingl¨¦s primero, el alem¨¢n detr¨¢s, pero despu¨¦s llegaron las estrategias de los equipos y de Hamilton. Y con Ferrari acertando esta vez en la t¨¢ctica para meter Sebastian en el podio y amenazar el t¨ªtulo de su compatriota. Par¨® tarde y con los ultrablandos hizo diez vueltas del tetracampeon para pasar a Raikkonen, Ricciardo, Verstappen e irse a por Rosberg. En ese momento los dos Mercedes y Seb en el mismo segundo.

Y Max, que remont¨® desde la ¨²ltima plaza con una sola parada tras un toque de Hulkenberg en la salida, con las gomas muy desgastadas intentando todo. Pero m¨¢s a¨²n Vettel metiendo el coche a Nico. Dos vueltas. A todo esto Sainz se hab¨ªa retirado con muchos problemas y Alonso era d¨¦cimo luchando con Massa por el noveno. Batalla menor en espera de tiempos mejores. Unos metros por delante el coraz¨®n bombea a mil pulsaciones por minuto a Rosberg. ?ltima vuelta. Vettel que le mete el coche.

Hamilton despacio, Verstappen se acerca, los cuatro en un segundo. ¡°No voy a perder esta carrera aunque pierda el Mundial¡±, dice Lewis. Y tiene raz¨®n. ?ltimos metros y el tricampe¨®n gana, pero se queda en tres, Nico, Nico Rosberg, en el nombre del padre, el hijo de Keke, ya es un grande, ya grita como campe¨®n del mundo: ¡°Yeeeeeehhhh¡±. Esto acab¨®. Se lo merece.Ya puede estar tranquilo. Gan¨® a Schumacher, ahora a Hamilton. Sainz abandon¨®, Alonso d¨¦cimo. El a?o que viene m¨¢s. Y mejor¡­ Ya lo ver¨¢n.