Marc M¨¢rquez gana y sigue imbatido en Estados Unidos

Contin¨²a el idilio de M¨¢rquez con Estados Unidos. El espa?ol volvi¨® a ganar en Indian¨¢polis y extiende as¨ª a nueve su secuencia de victorias consecutivas en el pa¨ªs del dirt track, su gran escuela, la del derrapaje sobre tierra en sentido contrario al de las agujas del reloj, como en Indy. El campe¨®n ha ganado cada carrera que ha corrido en el pa¨ªs del t¨ªo Sam desde 2011 (dos en Moto2 y siete en MotoGP, tres en Indy, tres en Texas y una en Laguna Seca), y ahora se ha reenganchado definitivamente a la pelea por el t¨ªtulo¡­

La misi¨®n contin¨²a siendo dif¨ªcil, pero no imposible, y con el recorte de nueve puntos que le meti¨® Rossi, finalmente tercero tras batir por su parte a Pedrosa en la pelea por cerrar el podio, ahora son 56 y no 65 los puntos que les distancian en la general. Quedan ocho carreras por delante y el ilerdense contin¨²a sin depender de ¨¦l mismo, pero ya no son diez las pruebas consecutivas que necesita ganar sino ocho, porque las dos ¨²ltimas ya han sido suyas.?

La de la Capital Mundial de las Carreras fue m¨¢s ajustada y peleada de lo que se pod¨ªa haber pensado en un principio, gracias a la casta y el tes¨®n que le puso Lorenzo. El mallorqu¨ªn arrancaba tercero desde la parrilla, pero fue el que mejor sali¨® y emergi¨® liderando tras el mogoll¨®n de las primeras dos curvas. Tir¨® con todo lo imaginable y hasta con m¨¢s, pero no tuvo forma de desprenderse de la inc¨®moda compa?¨ªa de Marc. Ambos se escaparon juntos y, cuando Rossi pudo deshacerse de inc¨®modos rivales en los primeros compases, como Iannone o Smith, se plantearon dos guerras diferentes: la de la victoria entre los dos ¨²nicos campeones espa?oles de MotoGP, que no de la clase reina (Crivill¨¦ ya lo fue de 500cc), y la de la tercera plaza entre El Doctor y Pedrosa.

Le cost¨® mucho al italiano coger la estela de Dani y, cuando le super¨®, se encontr¨® con la reacci¨®n del catal¨¢n en la pen¨²ltima vuelta. Se celebr¨® ese adelantamiento en todo el box del Repsol Honda, porque ese tercero del 26 era otro podio y por recortarle as¨ª tres puntos m¨¢s al 46, que supo devolverle la maniobra para salvar los muebles en un mal fin de semana para ¨¦l en Indy con otro podio. Es el d¨¦cimo de la temporada, tantos como carreras ha habido.?

Por delante de ellos, M¨¢rquez hizo gala de una inteligencia extraordinaria, sin importarle que fuera Lorenzo el que llevase el peso durante las primeras 24 vueltas. Esper¨® para su ataque, que ejecut¨® a tres de la conclusi¨®n, en la frenada del final de recta, y desde ah¨ª tir¨® hacia la meta para recibir el banderazo con medio segundo de margen sobre el mallorqu¨ªn. Ya en el podio, celebr¨® con alegr¨ªa y se?al¨® con el ¨ªndice de su mano izquierda al cielo, para dedicar su victoria a los malogrados Dani Rivas y Bernat Mart¨ªnez. Fue la tercera del curso para ¨¦l y la constataci¨®n de que lo de pensar a¨²n en el t¨ªtulo no es ninguna broma. S¨ª se puede. Vaya si se puede.

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