Fernando Alonso es un habitual del podio en Singapur

Marina Bay. Circuito de sue?os. De espect¨¢culo. De esc¨¢ndalo. De pesadilla. Todo puede ocurrir en la noche de Singapur. Porque en eso es el m¨¢s peculiar. All¨ª llega otro a?o m¨¢s la F-1 para encender las luces de septiembre. Los focos iluminan al garaje de la estrella, con Rosberg y Hamilton disput¨¢ndose el t¨ªtulo en la que ser¨¢ otra batalla en la guerra. Alejado de la iluminaci¨®n est¨¢ Ricciardo. No se dejen embelesar por su sonrisa, Red Bull promete mejoras para este gran premio.

Y en la oscuridad aparece Alonso. Para el asturiano Singapur ha sido, digamos, especial. Todo comenz¨® en el a?o de su vuelta a Renault en 2008. Contra todo pron¨®stico, logr¨® la victoria en el estreno de Marina Bay. La situaci¨®n fue peculiar. El espa?ol part¨ªa decimoquinto. En la vuelta 13, su compa?ero Nelson Piquet Jr. se estrella contra el muro en la curva 17. El asturiano se pone primero tras la salida del coche de seguridad y logra la victoria. El brasile?o cont¨® que el incidente hab¨ªa sido causa de un error. En medio de una temporada mediocre, Alonso encontraba una alegr¨ªa. Sue?o que se trunc¨® en pesadilla al a?o siguiente.

El resentimiento pudo con Nelsinho. Renault le retir¨® del equipo en Hungr¨ªa 2009 y ¨¦ste se tom¨® la revancha por su mano. Aleg¨® que recibi¨® ¨®rdenes de provocar el accidente para as¨ª mejorar la situaci¨®n de Alonso y la FIA comenz¨® la investigaci¨®n. Como el rosario de la aurora. Renault anunci¨® que tanto su director t¨¦cnico, Pat Symonds, como su team principal, Briatore, abandonaban el equipo. El italiano fue expulsado de la F-1 de por vida (y luego readmitido) y el brit¨¢nico, durante cinco a?os. Todo ello sucedi¨®, otra vez, en septiembre. En la semana del GP de Singapur. En su ¨²ltimo a?o con Renault, Alonso hizo un podio que tambi¨¦n se alejaba de toda l¨®gica. Sin controversia. Con sus manos y un monoplaza mediocre. Se avecinaban tiempos mejores.

En 2010 empez¨® el matrimonio Alonso-Ferrari. ?se que quiz¨¢ ahora este m¨¢s viciado por una rutina en la que no llegan las victorias. Pero eso es otra historia. La vida de Alonso desde el GP de Singapur de 2008 al de 2010 cambi¨® dr¨¢sticamente. Con algo en com¨²n: la victoria. Esta vez sent¨® c¨¢tedra. Sin esc¨¢ndalos. Por fin un sue?o real. Compiti¨® con un coche que, una vez m¨¢s, no era el mejor de la parrilla. Red Bull dominaba. El asturiano respondi¨® con pole, victoria, vuelta r¨¢pida y carrera liderada de principio a fin. El llamado ¡®Grand Chelem¡¯. No fue f¨¢cil. El aler¨®n delantero de Vettel respir¨® tras ¨¦l casi toda la prueba. El calor, la proximidad de los muros, las casi dos horas de carrera¡­ Asfixiante. Y sin duda, gratificante.

Lejos queda aquella victoria. En los a?os venideros onde¨® en Singapur la bandera de Red Bull y Alemania. Vettel logr¨® la victoria en 2011, 2012 y 2013. Y el espa?ol logr¨® un tercero, cuarto y segundo puesto, respectivamente. A los datos se vuelve a agarrar la pareja Alonso-Ferrari, que busca una victoria o podio para salir del bache en este 2014. El peor puesto del asturiano en Singapur fue el cuarto en 2012. Lo dem¨¢s, siempre en el podio. Las rectas de Monza hac¨ªan casi imposible so?ar con podio o victoria. Un trazado urbano, algo m¨¢s revirado como Marina Bay, hace posible creer en los milagros. En el circuito de las luces y las sombras. En la b¨²squeda del sue?o en una noche de verano.