Alonso present¨® la exposici¨®n que repasa su vida de piloto

Natsuki est¨¢ disgustada, llega el mi¨¦rcoles a Madrid pero quer¨ªa estar desde el primer d¨ªa en la capital de Espa?a. Viene desde Tokio y, seg¨²n sus propias palabras, ama a Fernando Alonso. En 2006 vio ganar a un espa?ol vestido de azul y ahora quiere ver aquel monoplaza, ese Renault que nos hizo felices. ¡°S¨¦ que no podr¨¦ tocarlo, pero estoy segura de que cuando est¨¦ al lado de ese coche me pondr¨¦ a llorar¡±, cuenta. Un deseo. Y lo cierto es que la exposici¨®n, la ¡®Fernando Alonso Collection¡¯, como la han dado en llamar con el ingl¨¦s inevitable en estos tiempos y en una figura universal, es realmente un camino repleto de sensaciones, de instantes, de recuerdos convertidos en objetos. Quiz¨¢ lo mejor sea viajar al 25 de septiembre de 2005, al circuito de Interlagos e imaginar al lado de aquel Renault R25, de nuevo a Fernando encima del coche y diciendo ¡®Toma, toma...¡¯. Una l¨¢grima. Aunque puestos a imaginar no es dif¨ªcil trasladarse en el tiempo a una casa de Oviedo en la que una madre de nombre Ana cos¨ªa un peque?o mono azul para su mono preferido, un ni?o de apenas cuatro a?os que, vestido con esa pieza, se iba a subir a un kart hecho por su padre, Jos¨¦ Luis, para ganar su primer trofeo en Ribadesella. Justo al lado del trofeo, el kart, del mono est¨¢ la primera licencia federativa del que ser¨ªa campe¨®n, la cara de un ni?o casi beb¨¦ justo encima de un documento en el que se compromete a conocer las normas y reglas de la FIA. Una sonrisa.

Es en ese instante en el que comenz¨® todo donde empieza tambi¨¦n la muestra, con todos los karts de Alonso, desde el de la g¨¦nesis, de rojo y blanco Senna, a aqu¨¦l con el que fue campe¨®n del mundo. Despu¨¦s llega el salto a monoplazas, el de la F¨®rmula Nissan, el de la F-3000 que gan¨® en Spa y en los ojos de los jefes de la F-1. Y al lado un Minardi, con el que debut¨®, y los Renault... y los Ferrari. Varios recuerdos.

Son 270 objetos, vivencias de un chico de Asturias sin recursos que un d¨ªa imagin¨® un imposible y lo logr¨®, ese mismo que ahora busca volver a ser campe¨®n. Una esperanza. Durante mucho tiempo su padre? ha rebuscado en los cajones de su coraz¨®n para encontrar tesoros de una vida. Hoy se abre al mundo, en Madrid. Ma?ana vienen de Jap¨®n... Una haza?a.

Sus cuatro jefes de equipo arroparon ayer al bicampe¨®n

Adem¨¢s de compa?eros, como Pedro de la Rosa, y amigos, como Carlos Sainz o Carlos Gracia, presidente de la Federaci¨®n Espa?ola, Fernando Alonso logr¨® reunir a sus cuatro jefes de equipo hasta el momento. Junto al asturiano estaban Giancarlo Minardi, con el que debut¨®; Flavio Briatore, con el que fue campe¨®n por dos veces; Martin Whitmarsh, que le tuvo en el a?o ¨²nico de McLaren, y Stefano Domenicali, con el que espera regresar al lugar de los campeones. Un detalle que muestra la categor¨ªa del piloto.