Ya hemos jugado a Sand Land, un juego con mec¨¢nicas de otra ¨¦poca que cumple en su rol de adaptaci¨®n

La repentina muerte de Akira Toriyama no ha frenado algunos de los proyectos que el autor ten¨ªa en marcha. Uno de ellos se centraba en la industria del videojuego. Sand Land, una de sus obras autoconclusivas, salta al entorno interactivo con el sello de Bandai Namco y el saber hacer de ILCA. El juego nos lleva a vivir el manga a trav¨¦s de la piel de Belceb¨², uno de los tres protagonistas de esta irrepetible aventura por el creador de ¡®Dragon Ball¡¯. En MeriStation hemos podido jugar algo m¨¢s de tres horas a una versi¨®n pr¨¢cticamente definitiva, lo que nos ha dejado algunas cosas claras de cara a su lanzamiento el pr¨®ximo 26 de abril en PS5, PS4, Xbox Series X|S y PC (Steam).

Un desierto que esconde un gran secreto

Para quienes no sepan de qu¨¦ se trata, Sand Land nos lleva a un mundo postapocal¨ªptico en el que el poder se rige entre quienes tienen el control del agua. Un rey disfraza con una sonrisa sus verdaderas intenciones con la poblaci¨®n, a la que tiene sometida a una sed constante por un pu?ado de zenis. Ah¨ª entra en juego el Sheriff Rao quien, cansado de esta situaci¨®n, acude al gueto de los demonios para pedirles ayuda en su b¨²squeda del manantial legendario del que tanto hablan las leyendas. Belceb¨², su pr¨ªncipe, acepta la aventura junto a su fiel compa?ero Thief. Los tres toman un jeep y se echan a las dunas para encontrar un hilo de esperanza para la humanidad.

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Lo que hemos jugado interpreta de manera fiel lo dibujado en las vi?etas por Toriyama. Nuestra sesi¨®n comienza al poco de aceptar la aventura, cuando los tres se encuentran con el primer grupo de saqueadores. El combate de Sand Land es el cl¨¢sico estilo cuerpo a cuerpo de machacar botones y realizar alguna habilidad especial. No hay mucha miga en estos compases; es la introducci¨®n, s¨ª, pero el juego va de cara. Es funcional.

Los enemigos aparecen diversificados seg¨²n su nivel de poder. A m¨¢s poder, m¨¢s peligrosos ser¨¢n, por lo que es clave mantener a nuestros personajes al d¨ªa a trav¨¦s de su sistema de progreso. Belceb¨² y sus dos aliados cuentan con habilidades pasivas y activas que se pueden desbloquear mediante puntos obtenidos acumulando experiencia. Aunque siempre controlas al pr¨ªncipe, los otros dos pueden ayudarte en cualquier momento.

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El mundo aparece planteado como el est¨¢ndar de los mundos abiertos. Vemos multitud de iconos repartidos por la zona jugable que apuntan a rellenar las diferentes mec¨¢nicas. La fabricaci¨®n, por ejemplo, es una de ellas. Ir a una cueva, completarla y obtener los recursos en ella es relevante para luego llevarlas al taller, donde puedes personalizar al detalle cada uno de los veh¨ªculos que desbloqueas durante la aventura. Pocas sorpresas hay en este sentido.

Contrastes entre el sigilo y los veh¨ªculos

Nuestra toma de contacto ha tenido dos momentos cr¨ªticos, uno para bien y otro para mal. En lo negativo aparecen las fases de sigilo. Lo que proponen jugablemente es de varias generaciones atr¨¢s. Son secciones que rompen el ritmo y no aportan demasiado a nivel mec¨¢nico. Se nos introduce en un escenario limitado en el que debemos evadir a las tropas enemigos hasta llegar al punto que activa el siguiente paso del guion. Todos los elementos b¨¢sicos del sigilo est¨¢n presentes de una manera muy sencilla e incluso a veces confusa, porque no siempre sabes si un movimiento genera el suficiente ruido como para alertar al contrario. Es extra?o.

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En lo positivo aparecen los veh¨ªculos. En tiempo real podemos cambiar entre todos los modelos que hayamos desbloqueado. Tendremos hasta cinco disponibles, que van desde el tanque m¨ªtico que acompa?a a la portada hasta un meca de combate, pasando por una moto de enorme velocidad y un hoovercraft, entre otras. Son divertidas de manejar y de combatir en ellas, porque la lucha mecanizada es una de sus principales fortalezas. Atravesar el desierto tendr¨¢ sus peligros entre la fauna y las fuerzas hostiles del r¨¦gimen.

Aunque no todos los combates funcionan bien. Nos gustaron mucho m¨¢s las peleas contra enemigos similares a nosotros que el cl¨¢sico duelo contra un jefe final. Uno de ellos era un calamar gigante que, de nuevo, nos transport¨® a otra ¨¦poca, y no precisamente en el buen sentido. Era una esponja de da?o con ataques muy previsibles.

Sand Land se expande a nuevas tierras

Aunque la historia original se mantiene pr¨¢cticamente intacta, Sand Land incorpora a?adidos narrativos que dan pie a una secci¨®n in¨¦dita en el manga. La aventura del tr¨ªo tendr¨¢ una peque?a variaci¨®n para presentar una zona y personajes nuevos. Luego seguir¨¢ su progreso original hasta la conclusi¨®n, donde el argumento se ampl¨ªa con la introducci¨®n de la llamada Forest Land, algo que tambi¨¦n ha recibido la serie de animaci¨®n que recientemente se ha estrenado en Disney+.

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Aunque no podemos hablar mucho de esta zona, s¨ª que os podemos decir que supone una ruptura est¨¦tica con el desierto. En Forest Land el agua es abundante y la arena da paso a bosques repletos de vida. El problema es similar al de Sand Land: los que est¨¢n en el poder. Al poco veremos que Zhao y compa?¨ªa eran tan solo un aperitivo de la verdadera amenaza que asola el mundo. Para los fans el juego gana en valor con este a?adido.

A nivel visual es intachable. De hecho, podr¨ªamos decir que fue lo mejor de la sesi¨®n. Los dise?os de Toriyama se trasladan al 3D con acierto, y el aspecto cel-shading le sienta fant¨¢stico. Se ve muy bonito y transmite de verdad estar ante un producto de la marca.

La ¨¦pica de Toriyama regresa

Salimos de la sesi¨®n con algunas ideas claras. Estamos ante un juego de ILCA, con todo lo que ello conlleva. Visualmente traslada con acierto los trazos del maestro Toriyama, aunque en lo jugable hay dudas. Las secciones de sigilo son, de largo, lo peor del juego. Nos trasladan a otra ¨¦poca y no precisamente en el buen sentido. Por otro lado, el combate contra veh¨ªculos s¨ª que se traslada con acierto. Es divertido y diferente a lo que solemos ver en el est¨¢ndar del mundo abierto. Navegar por sus contenidos es otra cosa, pero cuando hay que apretar el gatillo lo hace con acierto. Y tambi¨¦n debemos se?alar el valor del contenido in¨¦dito que expande el arco argumental. Queremos saber qu¨¦ ocurre en la denominada Forest Land.