Reportaje
Hip-Hop y videojuegos, episodio 1: el germen de dos culturas
A partir de hoy, y en diferentes entregas descubriremos la conexi車n entre la cultura hip-hop y los videojuegos.
Aunque el origen de los videojuegos se remonta d谷cadas atr芍s del a?o que nos ocupa, los grandes expertos concuerdan en que Pong (1972) es el principio de todo. Creado por la legendaria Atari, y m芍s concretamente por Nolan Bushnell, este intento de simulador 每o algo parecido- de tenis de mesa fue un 谷xito comercial que llen車 las arcas de la compa?赤a, y dio lugar a incontables clones. Atari hab赤a marcado un camino que no pocas comenzar赤an a seguir, y aunque posteriormente pasara por 谷pocas m芍s que complicadas, su nombre quedar赤a marcado con letras de oro en los libros de historia de nuestra forma de ocio favorita.
Un a?o m芍s tarde, en el barrio neoyorquino del Bronx, se celebr車 una fiesta en la calle donde los j車venes asistieron para disfrutar de la m迆sica que pinchaba DJ Kool Herc. La asistencia fue masiva, ya que la hermana del DJ invit車 a todos sus amigos, y todos ellos quedaron sorprendidos por sus habilidades con los platos y la aguja, llevando a cabo una t谷cnica in谷dita hasta entonces que posteriormente se conocer赤a como scratch. Aquel fue el origen del hip-hop, una cultura cuya influencia ser赤a inimaginable por aquel entonces, pero que a迆n hoy en d赤a se hace notar. El elemento musical de esta cultura, el rap, sobrevivir赤a d谷cadas m芍s tarde hasta la actualidad, en la que ha evolucionado en diferentes vertientes y donde las vicisitudes de cada regi車n se hacen patentes.
As赤, durante 50 a?os, los videojuegos y el hip hop se han dado la mano en no pocas ocasiones, y muchas de las grandes estrellas de la cultura, o la propia cultura en s赤, han sido protagonistas de numerosos t赤tulos durante estas 5 d谷cadas. Sin embargo, esta simbiosis tard車 en fructificar, ya que sobre todo el rap no fue un g谷nero musical popular entre las masas hasta finales de los 80 o los 90, o al menos, las masas del c赤rculo empresarial que lo pudieran considerar una tem芍tica plausible para un videojuego. El car芍cter combativo y las letras expl赤citas no hac赤an buena pareja con los videojuegos, sobre todo teniendo en cuenta que estos no dejaban de estar en pa?ales, e intentaban llegar a la mayor cantidad de p迆blico posible.
Kick! Punch! It*s all in the mind!
No nos deben doler prendas para asegurar que Parappa the Rapper fue el pionero de los juegos r赤tmicos tal y como hoy los conocemos. El gran 谷xito de la primera PlayStation anim車 a m迆ltiples desarrolladres, sobre todo nipones, a experimentar pr芍cticamente sin l赤mites, ya que la inmensa base de consolas de aquella garantizaba que comercialmente ser赤a muy dif赤cil que no funcionara. Ese fue el caso de Masaya Matsuura, quien por entonces contaba con tan solo 35 a?os, y que dirigi車 este divertid赤simo t赤tulo que, a base de quick time events, consist赤a en clavar las rimas y los pasos de baile al ritmo del rap de personajes tan variopintos como el Maestro Cebolla o el pulpo peluquero.
Entonces, los 3 millones de copias que consigui車 vender, la mitad de ellas en el pa赤s del Sol Naciente, donde Parappa lleg車 a considerarse la mascota no oficial del sistema de Sony. La premisa argumental ten赤a cierta gracia, y es que el protagonista, enamorado de una flor de nombre Sunny Funny, se propone convertirse en un perro de provecho aprendiendo a hacer k芍rate, a conducir, a cocinar# todo ello aderezado de ritmos tan pegadizos que el protagonizado por Master Onion es uno de los himnos de la primera generaci車n de PlayStation.
Casi habi谷ndonos olvidado de ello, en 2007 llegar赤a Parappa the Rapper 2 para PlayStation 2, un juego que a pesar de la enorme creatividad de la que hizo gala Matsuura con el original, en esta ocasi車n present車 una secuela muy continuista. Aunque ofreciera un modo multijugador local, esta segunda entrega no sorprendi車 ni mucho menos al mismo nivel que lo hiciera el original, sobre todo teniendo en cuenta que Parappa ya no ten赤a la misma motivaci車n que en aquel, habiendo ya conquistado el coraz車n de Sunny Funny.
Enter the 36 Chambers
A principios de la d谷cada de los 90, y ante la sorpresa de los neoyorquinos, la costa oeste dominaba el panorama del rap en Estados Unidos, gracias sobre todo a la explosi車n de un grupo del que hablaremos en el pr車ximo episodio. A迆n estaba por explotar el fen車meno Notorious BIG, y a迆n quedaban a?os para ver el debut de quienes devolver赤an junto a Big Poppa el esplendor a la Gran Manzana, Nas y Jay-Z. Lo que nadie esperaba es que la gran esperanza de New York llegara desde la isla de Staten Island, y adem芍s lo hiciera con un s迆per grupo de nada menos que 9 miembros.
La historia de Wu-Tang Clan puede descubrirse en profundidad en la serie &Wu-Tang: An American Saga*, disponible en Disney+, y est芍 protagonizada, c車mo no, por Robert Diggs, m芍s conocido como RZA. Diggs, fan ac谷rrimo de las pel赤culas de samur芍is y productor musical tremendamente prol赤fico fue capaz de reunir a otros 8 familiares y amigos como GZA, Method Man, Raekwon o el tristemente fallecido Ol Dirty Bastard, entre otros, para hacer un cocktail de voces y estilos que dio lugar a &Enter the Wu-Tang (36 Chambers)*, un habitual en las listas de los mejores y m芍s influyentes discos de la historia del g谷nero.
The game of chess, it*s like a sword fight.
You must think first, before you move.
Seis a?os despu谷s del lanzamiento de aquel disco, y ya con su segundo 芍lbum en el mercado (&Wu-Tang Forever*), llegar赤a Wu-Tang: Shaolin Style, un curioso beat em up cuyos personajes jugables eran, c車mo no, los miembros del grupo. Desarrollado, curiosamente, por Paradox (conocidos hoy por su buen hacer en la alta estrategia) y editado por Activision, como cab赤a esperar no reparaba en violencia y gore (no faltaban los fatalities), y jugablemente presum赤a de cierta variedad, al contar cada uno de los 9 personajes de diferentes estilos, armas, y combos. A lo largo de las 36 c芍maras, en las que encontr芍bamos distintos desaf赤os m芍s all芍 de derrotar a los enemigos, lo m芍s destacable sin duda era, c車mo no, su banda sonora.
Cada uno de los miembros del grupo prest車 su voz a su alter ego en el videojuego, pero por supuesto, lo mejor era disfrutar de las fant芍sticas producciones instrumentales de RZA, completamente in谷ditas y exclusivas para el juego. No solo eso, sino que se lanz車 un Dual Shock que podemos ver bajo estas l赤neas con el logotipo del grupo, y cuya belleza es bastante cuestionable, pero que sin duda, se ha terminado convirtiendo en un art赤culo de coleccionistas. En definitiva, no se trat車 de un juego memorable, pero s赤 uno que hizo honor a un grupo tremendo que 30 a?os despu谷s adorna las camisetas y sudaderas de los j車venes de hoy.