Opini¨®n
¡®Street Fighter¡¯ de Van Damme no era tan mala como se dec¨ªa y estoy cansado de fingir lo contrario
¡®Street Fighter: La ?ltima Batalla¡¯ es una de las pel¨ªculas m¨¢s recordadas de Jean-Claude Van Damme, pero hay que valorarla por lo que era y por la ¨¦poca en la que se estren¨®.
Durante pr¨¢cticamente tres d¨¦cadas, ¡®Street Fighter: La ?ltima Batalla¡¯ de Jean-Claude Van Damme ha tenido el sambenito de ser considerada la peor adaptaci¨®n de videojuegos al cine de todos los tiempos. Pero ni tanto, ni tan calvo, como se suele decir. Aunque no era una pel¨ªcula digna de ?scar, se trataba de un blockbuster bastante potable, producto de su ¨¦poca, que no solo fue rentable para Universal Pictures y Columbia Pictures, sino que adem¨¢s hoy d¨ªa contin¨²a generando ingresos constantes para Capcom. ?A d¨®nde voy con esto? A que estoy dispuesto a defender a esta pel¨ªcula hasta las ¨²ltimas consecuencias. No por nostalgia, que tambi¨¦n, sino porque su director y guionista hizo lo que pudo con lo que ten¨ªa.
No, la ¡®Street Fighter¡¯ de Van Damme no era tan mala como se ha dicho durante d¨¦cadas
¡®Street Fighter: La ?ltima Batalla¡¯ siempre ha sido la principal comidilla en la mayor¨ªa de conversaciones sobre cine y videojuegos. Esta pel¨ªcula, dirigida y escrita por Steven E. de Souza y estrenada en 1994, adaptaba el videojuego Street Fighter II: The World Warrior (1991). Sucede que estoy convencido de que gran parte de sus cr¨ªticas desde hace muchos a?os se deben, simple y llanamente, la repetici¨®n. Al comentario hiriente por inercia, al ¡°a ver qui¨¦n dice la barbaridad m¨¢s gorda¡±. Como he comentado en el p¨¢rrafo introductorio de esta columna de opini¨®n, no considero que la ¡®Street Fighter¡¯ de Van Damme sea digna de ?scar, pero desde luego, no es una absoluta basura como muchos la catalogan.
Pong¨¢monos en situaci¨®n. Steven E. de Souza fue uno de los guionistas de Hollywood m¨¢s prometedores dentro del cine de acci¨®n durante la d¨¦cada de los 80. Se trataba de uno de los principales responsables de pel¨ªculas indispensables del g¨¦nero como ¡®L¨ªmite: 48 Horas¡¯ (1982), ¡®Comando¡¯ (1985), ¡®Perseguido¡¯ (1987), ¡®Jungla de Cristal¡¯ (1988), ¡®Jungla de Cristal 2¡ä (1990)... y con esta filmograf¨ªa a sus espaldas, de repente le pidieron escribir el guion y dirigir la adaptaci¨®n de un popular videojuego. Y no de uno cualquiera: uno de peleas, que no es un g¨¦nero que en aquel entonces destacara por su trama. Para echar m¨¢s sal a la herida, el trasfondo de la saga Street Fighter no estaba tan definido entonces como hoy d¨ªa, y precisamente estas pinceladas a su universo llegaron de la mano de la propia Capcom con pel¨ªculas como la sobresaliente ¡®Street Fighter II: The Animated Movie¡¯ (1994), estrenada unos pocos meses antes que ¡®Street Fighter: La ?ltima Batalla¡¯.
A lo que voy: de Souza b¨¢sicamente hizo lo que pudo con lo que ten¨ªa, que eran unas descripciones muy b¨¢sicas de personajes fuertemente estereotipados y con habilidades sobrehumanas como lanzar bolas de energ¨ªa y bumer¨¢n s¨®nicos, escupir fuego, o dar patadas giratorias rotando cual h¨¦lice de helic¨®ptero. Capcom complic¨® la producci¨®n de la pel¨ªcula de forma innecesaria, ya que la ve¨ªan como un veh¨ªculo que impulsase las ventas de las versiones dom¨¦sticas de Street Fighter II y sus sucesivos relanzamientos. Mientras que el director quer¨ªa centrar la pel¨ªcula en solo siete personajes de los doce del videojuego para que el guion tuviese una mayor cohesi¨®n, la compa?¨ªa japonesa insisti¨® en que en que se utilizase a todos los luchadores que se pudiera, afectando al ritmo de la historia y a la narrativa.
El cineasta tuvo que ser extraordinariamente creativo a la hora de encorsetar de manera m¨¢s o menos congruente y l¨®gica a este amplio elenco de luchadores. Su decisi¨®n fue centrar la trama en la lucha entre el Coronel Guile (Van Damme) de las Naciones Aliadas ¡ªla versi¨®n de los cascos azules de la ONU del largometraje¡ª y el autoproclamado General Bison (Juli¨¢), un l¨ªder criminal que se hizo tan rico con las drogas que tiene su propio ej¨¦rcito privado en el pa¨ªs ficticio de Shadaloo, en el sudeste asi¨¢tico. El resto de personajes orbitan alrededor de Guile y Bison, estando en uno de los dos bandos, pese a que esta ¡°alineaci¨®n¡± no casara con sus descripciones o representaciones en el videojuego.
Muy pocos de los ¡°poderes¡± de Street Fighter II se llegaron a mostrar en la pel¨ªcula, como un peque?o gui?o a un Hadoken de Ryu, o la justificaci¨®n de los poderes ps¨ªquicos de Bison en el juego como parte de su traje de alta tecnolog¨ªa en el filme. Insisto: esto era hasta digno de elogio, porque se trataba de una adaptaci¨®n con ¡°los pies en la tierra¡± y de corte realista. Una adaptaci¨®n fiel habr¨ªa sido mucho m¨¢s dif¨ªcil de desarrollar, y a todas luces habr¨ªa sido mucho peor recibida.
Entiendo hasta cierto punto la sensaci¨®n de rid¨ªculo del hecho de que figuras tan emblem¨¢ticas de los videojuegos como Ryu y Ken fuesen relegadas a, cito textualmente, ¡°dos estafadores de poca monta¡±, pero insisto; de Souza b¨¢sicamente tuvo que crear una historia coherente a partir de un videojuego en el que personas con superpoderes luchan entre s¨ª sin un trasfondo profundo m¨¢s all¨¢ del contexto de un torneo de artes marciales. El hombre se devan¨® los sesos lo que no est¨¢ escrito. Otro de los aspectos criticados del largometraje fueron varios de los momentos de ¡°alivio c¨®mico¡±, como el m¨ªtico ¡°?r¨¢pido, cambia de canal!¡± de Zangief, considerados rid¨ªculos por la cr¨ªtica especializada. Pero la vida da muchas vueltas, y este tipo de tropos se utiliza ampliamente en la actualidad en muchas pel¨ªculas taquilleras como las de Marvel, algunas de ellas indiscutibles ¨¦xitos de cr¨ªtica y p¨²blico.
Pese a que tampoco hab¨ªa precedentes de adaptaciones exitosas de videojuegos al cine ¡ªal rev¨¦s; un a?o antes se estren¨® la horrible ¡®Super Mario Bros.¡¯ con Bob Hoskins y John Leguizamo¡ª se critic¨® con mucha dureza a esta pel¨ªcula sobre el videojuego de Capcom. Por una parte coincido; es ampliamente considerado como uno de los mejores y m¨¢s exitosos juegos de todos los tiempos, por lo que hab¨ªa unas expectativas acordes, pero por otra me pregunto qu¨¦ esperaba realmente la gente. El resultado final fue una pel¨ªcula divertida y entretenida, aunque se alejaba bastante de la fuente original.
De cara a este corte final tampoco ayudaron los numerosos problemas que hubo durante el rodaje: un Van Damme insoportable que hac¨ªa la vida imposible al resto del equipo, que coqueteaba con las drogas y que tuvo un romance con Kylie Minogue, accidentes casi mortales para varios miembros del reparto y del equipo de producci¨®n y condiciones climatol¨®gicas adversas supusieron obst¨¢culos y desaf¨ªos adicionales que amenazaron seriamente con hacer que el proyecto se cancelara por completo.
Pese a esto, ¡®Street Fighter¡¯ era una pel¨ªcula con una trama m¨¢s o menos coherente, con secuencias de acci¨®n intensas y con unos buenos valores de producci¨®n. Los uniformes de los soldados de Bison y el que utiliz¨® el tristemente difunto Ra¨²l Juli¨¢ daban bastante presencia en pantalla a estos villanos, dejando entrever que no se hab¨ªa escatimado en gastos en vestuario. El largometraje no lo tuvo todo a su favor, y pese a contar con unos demoledores 11% de cr¨ªtica y 20% de p¨²blico en Rotten Tomatoes, la audiencia dict¨® su sentencia yendo a verla en las salas en su momento: la cinta amas¨® casi 100 millones de d¨®lares partiendo de un presupuesto de 35 millones, superando ampliamente la regla del 2x que establece que para que una pel¨ªcula sea rentable, debe recaudar en taquilla el doble de lo que cost¨® hacerla para compensar los costes de marketing y distribuci¨®n.
Golpes imposibles, ubicaciones ex¨®ticas, un Van Damme que estaba en la cima de su carrera, Ra¨²l Juli¨¢ completamente desatado como un villano psic¨®tico... ¡®Street Fighter¡¯ combinaba muchos elementos que hac¨ªan que funcionara, si bien es cierto que en no pocas ocasiones se le ve¨ªan las costuras. En ¨²ltima instancia, estoy convencido de que fue dura e injustamente castigada por unas expectativas excesivamente elevadas. El caso de esta pel¨ªcula es el eterno recordatorio de que hay que valorar a las cosas por lo que son, y no por lo que deber¨ªan ser.
Street Fighter II: Hyper Fighting
- Acci¨®n