Esto es lo que deber¨ªa ofenderte de Assassin¡¯s Creed Shadows, y no que haya un samur¨¢i negro

El lanzamiento de Assassin¡¯s Creed Shadows en PC, PS5 y Xbox Series X|S ha sido un ¡°todo o nada¡± en toda regla para Ubisoft dadas las dificultades econ¨®micas que atraviesa la compa?¨ªa gala desde estos ¨²ltimos a?os. Una de las pol¨¦micas m¨¢s exploradas desde su anuncio fue la presencia de Yasuke, una figura hist¨®rica de la era Sengoku que es objeto de debate incluso hoy d¨ªa. Muchos consideran que la inclusi¨®n de este samur¨¢i negro en el juego en lugar de un protagonista masculino japon¨¦s atiende a la ¡°agenda woke¡±, obviando que hay un problema mucho m¨¢s grave una vez que el juego ha llegado a las tiendas. Se trata de la necesidad de conexi¨®n a internet de la versi¨®n en disco, por lo que, efectivamente, los discos son inservibles si no tienes conexi¨®n a la red, representando el en¨¦simo caso de ¡°formato f¨ªsico¡± que no es tal.

Assassin¡¯s Creed Shadows se suma a la moda de los ¡°falsos f¨ªsicos¡±: tu disco del juego es un posavasos

Tal y como revela la web DoesItPlay, centrada en especificar si las novedades del mundo de los videojuegos necesitan alg¨²n tipo de conexi¨®n a la red o descarga adicional, la versi¨®n en formato f¨ªsico de Assassin¡¯s Creed Shadows necesita conexi¨®n a internet. ?El motivo? Nada m¨¢s meter el disco en la consola, que contiene la versi¨®n 1.00, nos aparece un mensaje que especifica que se requiere una actualizaci¨®n obligatoria. En otras palabras: es imposible iniciar el juego en formato f¨ªsico si no tenemos conexi¨®n a internet.

Son precisamente este tipo de decisiones anti-consumidor las que ensombrecen la grandeza de un producto. Seg¨²n nuestro compa?ero Borja Ruete, que fue quien se encarg¨® de redactar al an¨¢lisis del juego, AC Shadows ¡°logra materializar la fantas¨ªa de los samur¨¢i y de los ninja como pocos juegos antes¡±, y lo puntu¨® con un 8,6/10. Es decir, aunque se aleja de la excelencia de los t¨ªtulos de corte m¨¢s cl¨¢sico como su celebrada segunda entrega, parece ser un paso en la buena direcci¨®n.

Como comento en el p¨¢rrafo introductorio de esta columna de opini¨®n, ha habido mucho ruido alrededor de este t¨ªtulo desde que se supo que los dos personajes controlables ser¨ªan Naoe y Yasuke, pero m¨¢s concretamente por la inclusi¨®n del samur¨¢i negro. A este respecto, ha habido dos bandos enfrentados claramente diferenciados: los ¡°woke¡± y los ¡°anti-woke¡±, cada uno de ellos esgrimiendo sus propios argumentos a favor y en contra de la figura de Yasuke dentro de esta obra de ficci¨®n.

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Muchos obvian deliberadamente, entre verdades a medias y mentiras completas, que el rigor hist¨®rico en la saga Assassin¡¯s Creed ni est¨¢, ni se le espera, pues es una franquicia de ciencia ficci¨®n con un trasfondo hist¨®rico. Cop¨®n, que hay alien¨ªgenas, m¨¢quinas que te permiten revivir los recuerdos de tus ancestros e incluso terminas pele¨¢ndote a pu?etazos con el Papa Alejandro VI al final de Assassin¡¯s Creed II. Si fuese malpensado, incluso supondr¨ªa que todo el tema de Yasuke se trata de una pol¨¦mica artificial generada por la propia compa?¨ªa precisamente tanto para que se hablara del juego como para tapar sus aspectos m¨¢s negativos como su requisito de conexi¨®n s¨ª o s¨ª que va en contra de la preservaci¨®n de los videojuegos.

A m¨ª, sinceramente, me ha parecido un debate de chichinabo, m¨¢xime cuando el juego ha llegado a las tiendas y se ha descubierto el pastel. No se trata de tener ¡°m¨¢s¡± o ¡°menos¡± raz¨®n ni de entrar en descalificativos con quienes no compartan nuestro punto de vista, sino de atenernos a los hechos. Lo que quiero decir con esto es que, y ci?¨¦ndome al t¨ªtulo de la columna, lo que deber¨ªa ofendernos, o hacer que nos rasg¨¢semos las vestiduras, deber¨ªan ser los hechos tangibles que afectan a la realidad material y f¨ªsica del videojuego. Concretamente, que si no tienes conexi¨®n a internet, tu Blu-ray de Assassin¡¯s Creed Shadows es un posavasos.

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¡°Pero, ?qui¨¦n no tiene internet hoy d¨ªa?¡±, es el argumento que esgrimen quienes creen que es absurdo denunciar esta mala praxis por parte de las compa?¨ªas de videojuegos. Lo que muchos obvian es que este tipo de jugarretas dificultan preservar los videojuegos, y son medidas anti-consumidor en toda regla. Quiz¨¢ no te importe hoy que este juego requiera una descarga para poder iniciarse en las versiones en formato f¨ªsico, pero puede que te afecte cuando quieras jugarlo dentro de veinte a?os y los servidores que albergaban la actualizaci¨®n necesaria del juego se hayan cerrado. Aunque se trate de una ¨²nica descarga puntual, este sistema pone en peligro que el propio t¨ªtulo pueda ser conservado en un futuro. Y si no, mirad lo que pas¨® con P.T. cuando Konami decidi¨® dejar de ofrecerlo en la PlayStation Store.

Mientras que es comprensible que los t¨ªtulos centrados en una experiencia multijugador online tengan una ¡°vida ¨²til¡± dado que los servidores se cierran cuando deja de ser rentable mantenerlos abiertos, no existe justificaci¨®n l¨®gica para el consumidor que una experiencia narrativa de un ¨²nico jugador requiera de conexi¨®n a la red s¨ª o s¨ª. En el mejor de los casos se trata de un abaratamiento de costes que termina repercutiendo en el usuario, y, en el peor, una forma de seguir empujando a los jugadores hacia el full digital, donde las compa?¨ªas tienen un mayor control sobre lo que compramos, y el precio al que lo hacemos. Y, para a?adir sal a la herida, es un insulto a todos los compradores, adem¨¢s de un argumento que da a alas a la tan ¡°temida¡± pirater¨ªa por parte de las desarrolladoras y distribuidoras de videojuegos.

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En definitiva: es una aut¨¦ntica l¨¢stima que los pocos que quedamos denunciando obviedades seamos cuatro irreductibles galos. Este caso no es aislado; sin ir m¨¢s lejos, los first party de Microsoft ni siquiera vienen completos en disco, como Starfield o Indiana Jones y el Gran C¨ªrculo. El asunto de Assassin¡¯s Creed Shadows representa un lanzamiento de peso reciente que ha estado envuelto en una gran pol¨¦mica, y considero que el foco deber¨ªa haberse puesto en esta otra cuesti¨®n, ya que afecta a todos los interesados en hacerse en la versi¨®n con disco del juego.

Este tipo de cambios nunca se hacen de sopet¨®n, sino que son graduales. La l¨ªnea de lo que los jugadores y consumidores consideramos ¡°aceptable¡± se va moviendo mil¨ªmetro a mil¨ªmetro, a?o tras a?o. Estimo oportuno que, todo aquel que se considere ¡°amante de los videojuegos¡±, tenga en consideraci¨®n este tipo de movimientos por parte de las compa?¨ªas. Principalmente, para tener una opini¨®n informada sobre la que decidir si gastar su dinero o no en esos juegos tan esperados.