World of Demons, an¨¢lisis. Lo nuevo de Platinum Games es para iOS (y es muy bueno)

Uno est¨¢ tan acostumbrado a loar las bondades de la acci¨®n cortando enemigos a rodajas mediante referentes como Ninja Gaiden Black, Devil May Cry 3 y 5 o Bayonetta, que cuando sin previo aviso apareci¨® de la nada World of Demons para Apple Arcade, se encendieron todas las alarmas. C¨®mo pod¨ªa ser que Platinum Games sacase algo as¨ª y no nos hubi¨¦semos enterado. La respuesta era mucho m¨¢s sencilla: porque no se anunci¨® hasta que se public¨®. Recuperado del olvido, el t¨ªtulo que deb¨ªa ser un free to play para smartphones llega como un reclamo para el servicio de Apple. 3,99 euros para un mes de suscripci¨®n. El juego vale cada c¨¦ntimo. A ese precio es un regalo. Es Platinum Games para m¨®viles. Tal cual.

El t¨ªtulo nos pone en la piel de cuatro personajes que, por motivos diversos, buscan venganza en un mundo en el que el peor de los demonios, sellado hace a?os, ha conseguido salir y sembrar el caos. Entre Onis y Yokais, Onimaru, el protagonista, intenta matar a Shuten Doji, el gran Yokai que precisamente ¨¦l liber¨®. Por el camino nos encontramos a Sayo, una sacerdotesa que busca a su madre, a Dohzen, un monje que perdi¨® a un amor lejano y a Ren, un samur¨¢i que quiere vengar la muerte de su maestro. Las cuatro historias est¨¢n entrelazadas entre ellos, y aunque la trama tampoco da mucho m¨¢s de s¨ª, sirve de veh¨ªculo para unos di¨¢logos con los demonios y entre los personajes que ameniza lo importante: mutilar demonios.

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El sistema de combate est¨¢ claramente marcado para jugarse en formato t¨¢ctil, aunque como mejor lo hemos disfrutado ha sido con Razer Kishi en m¨®vil o con un mando tradicional (Xbox One) en iPad Pro. Tenemos un bot¨®n para atacar, otro para esquivar y dos acciones asignadas a yokais que podemos invocar con distintos poderes. Adem¨¢s, vamos recopilando otras almas yokais que se gastan en un solo uso para ampliar nuestro elenco de ataques. ?Suficiente? Puede parecer que no, pero la respuesta es que s¨ª.

Combate made in Platinum

Cada personaje tiene su combo, que puede modificar dejando pulsado el bot¨®n de ataque entre el primer y segundo golpe, entre el segundo y el tercero, al final¡­ Consiguiendo cambiar la secuencia de ataque, a?adiendo nuevos movimientos y, acto seguido, poder reiniciar el combo. La clave del combate es saber combinar los ataques con la esquiva, ya que ¨¦sta nos aporta un factor diferencial tanto en los combates como entre los personajes.

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Onimaru tiene una esquiva perfecta que contragolpea con un ataque a¨¦reo. Sayo, como puede combatir a media y larga distancia porque lanza rayos con su arma, tiene una esquiva perfecta que ralentiza a los enemigos, pero a cambio, si haces tres seguidas, eres t¨² el que se queda vendido. Por su parte, Dohzen es el personaje m¨¢s pesado y lento, pero con golpes m¨¢s fuertes. No esquiva, sino que bloquea. Y por ¨²ltimo Ren, espadach¨ªn como Onimaru pero m¨¢s exigente: su esquiva perfecta tiene un rango de acci¨®n m¨¢s corto, pero si se hace bien, deja aturdidos a los enemigos.

Y as¨ª vamos luchando mientras usamos a los yokai, que son una pieza indispensable en todo esto. Los hay de diversos elementos y tambi¨¦n funciones. Algunos aturden a los enemigos, otros los ralentizan; los hay que nos potencian los ataques o nos regeneran la vida. Por otro lado, nos ayudan a alargar combos o seguir en el aire con los mismos, a despistar enemigos y los m¨¢s devastadores, que son esp¨ªritus de los jefes, son brutales porque simplemente destrozan.

En este sentido, entra en juego la estrategia a seguir en cada combate. Tirar los yokai a lo loco es una mala idea, porque no todos tienen la misma efectividad hacia un mismo enemigo. Los monstruos con los que luchamos tambi¨¦n tienen su elemento principal, como pasa a su vez con nuestras armas, por lo que un ataque de hielo es muy potente contra un enemigo de elemento fuego pero al rev¨¦s, no. Antes de cada combate se nos indican los elementos principales de los enemigos, as¨ª que saber escoger el arma y yokais necesarios es imprescindible.

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Nos hemos encontrado enemigos rasos que nos han destrozado porque ¨ªbamos con un set que no era apto y, en cambio, destrozar al jefe de esa fase porque nuestra build era m¨¢s efectiva contra ¨¦l. As¨ª que la rueda de elementos, que afecta a enemigos, armas y yokais que usamos, no es balad¨ª.

M¨¢s de 100 yokais esperan

Pero nuestras herramientas no tienen sentido si delante no tenemos enemigos variados, y en World of Demons los hay para aburrir. 100 enemigos con sus patrones, que debemos aprender porque el bot¨®n de evasiva es imprescindible como ya comentamos, que adem¨¢s se van combinando entre ellos en distintas oleadas. Por eso es importante guardar ataques yokai para seg¨²n qu¨¦ enemigos y saber cu¨¢ndo usamos nuestro ataque Ultima, una especie de super devastador que se consigue cargando la barra de energ¨ªa. Un ataque que bien usado (considerando siempre los elementos, otra vez) puede vaciar media barra a un jefe final o, por el contrario, no quitarle ni un 10%.

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Durante los combates siempre podremos llevar dos personajes a la vez y cambiarlos cuando queramos, permitiendo que el segundo recupere vida cuando descansa. Eso s¨ª, si lo matan, no volver¨¢ hasta que reiniciemos partida o acabemos la fase. Por esto tambi¨¦n hay un componente de estrategia interesante, porque podemos construir dos sets diferentes para abordar distintos tipos de enemigos.

Los m¨¢s poderosos son los jefes, a los que tendremos que romper la guardia para aturdirlos y poder da?arlos m¨¢s todav¨ªa. Jefes que, adem¨¢s de aparecer m¨¢s poderosos en distintos momentos, a veces se combinan entre ellos para darle una vuelta de tuerca m¨¢s al desaf¨ªo. World of Demons es ¨¢gil, juega muy bien sus cartas con un combate accesible y no llega a hacerse repetitivo a lo largo de la historia por la variedad de enemigos y personajes que controlamos, aunque hay algunas decisiones que acaban empa?ando la experiencia general.

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Historia principal y secundarias obligadas

Uno de los problemas de desarrollo que le vemos est¨¢ en el avance del juego. El t¨ªtulo se divide en cuatro cap¨ªtulos con distintas fases. En cada una de ellas avanzamos por un escenario cerrado donde vamos acabando con enemigos para romper el sello, llegar a otra estancia y as¨ª hasta el jefe final. Hay cierta exploraci¨®n (objetos que solo podemos activar con ciertos yokais, esp¨ªritus extras que aparecen durante un tiempo limitado) para conseguir nuevos objetos en forma de dinero, piedras o armas, pero es lo de menos. Cada fase puede durar unos 10 o 15 minutos, pero ah¨ª no radica el problema. El problema est¨¢ en el salto de cap¨ªtulo.

Por alg¨²n motivo, Platinum Games ha establecido un bloqueo de nivel por lo que, si solo hacemos la historia principal, no tendremos el nivel suficiente para pasar al siguiente cap¨ªtulo y por lo tanto, tenemos que hacer misiones secundarias. Acostumbran a ser combates por oleadas, con jefes o con tiempo limitado, y acaban entorpeciendo el avance. Es verdad que hay algunas fases que permiten farmear r¨¢pido el nivel para avanzar, pero es una interrupci¨®n innecesaria.

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La sensaci¨®n, en este sentido, es que se quiere alargar el juego de forma artificial, y como vamos a realizar las secundarias con nivel alto (pero insuficiente para el nuevo cap¨ªtulo) ¨¦stas pierden algo de inter¨¦s, sobre todo porque son repetir enfrentamientos que ya hemos hecho con cambios m¨ªnimos.

Niveles, armas, progreso

El juego hereda algunas cosas que seguramente iban a estar en el free to play. Por un lado, podremos subir de nivel nuestros personajes, mejorando atributos pasivos y habilidades. Por el otro, gastando dinero y piedras podremos mejorar las armas (que las hay de distintos elementos) para desbloquear ataques especiales y subir su da?o. Adem¨¢s, tambi¨¦n podemos mejorar los yokai que reclutamos. El dinero es imprescindible para todo esto, y hay otros objetos dedicados a cada mejora. Sin mejoras de armas es complicado avanzar, dicho sea de paso. Destacar que hay unas misiones para ganar dinero donde tenemos que gastar unas piedras para acceder a ellas. Lo que iba a ser un free to play y finalmente no lo fue.

El t¨ªtulo es lo suficientemente equilibrado para que la subida de niveles, la elecci¨®n de armas y yokais seg¨²n sus elementos y la composici¨®n de los dos personajes que llevaremos sea relevante, sin profundizar en exceso en algo que un jugador de m¨®vil encontrase demasiado tedioso.

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Naturalmente, como buen juego de Platinum Games, acabar el jefe final tras esas 14 horas es solo el principio. El propio final ya lo deja entrever, pero todos los cap¨ªtulos se desbloquean en dos dificultades m¨¢s: intermedia y avanzado, exigiendo m¨¢s nivel de los personajes y por lo tanto, alimentando la rueda del progreso, confecci¨®n de armas, mejoras, etc. Seguramente es en este punto donde las decisiones jugables, que antes hemos alabado, empiezan a tocar techo. Para una vuelta de sus 15 horas y algunas m¨¢s, el juego es un disfrute. Para lo que exige las tres vueltas creemos que la f¨®rmula jugable se acaba agotando. Y eso no quita que siendo lo que es, un juego para m¨®viles, sea una propuesta adaptada al dispositivo en el que sale.

El esp¨ªritu de Okami (y algunos bugs)

El t¨ªtulo exclusivo de Apple Arcade entra por los ojos de forma evidente. Ese trazo y dibujo al estilo Okami basado en el ukiyo-e japon¨¦s, con trazos que parecen hechos de pincel y l¨ªneas muy marcadas, le sienta de maravilla a un juego que despliega su imaginaci¨®n en forma de una gran cantidad y variedad de enemigos, a cada cu¨¢l m¨¢s original sin perder la esencia ni la inspiraci¨®n en el folclore y mitolog¨ªa japonesa, ya que muchos de ellos ¨Cuna gran mayor¨ªa- son perfectamente reconocibles. Adem¨¢s, funciona bien sin problemas de rendimiento salvo algunos momentos muy puntuales. Es verdad que los escenarios no est¨¢n repletos de elementos y detalles, pero la ambientaci¨®n que encontramos en cada fase de cada cap¨ªtulo aporta matices y cambios respecto al anterior que se agradecen.

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El ¨²nico problema importante en lo t¨¦cnico lo hemos visto con un bug que afecta a los dispositivos que est¨¢n en castellano (y seguramente otros idiomas). Si tenemos el iPhone o iPad en castellano, tendremos temblores de c¨¢mara cuando acabamos un combo, los personajes no aparecen en los di¨¢logos y alguna otra cosa menor. En cambio, si cambiamos el idioma del m¨®vil, el juego va perfecto tal y como se plante¨® (y podemos poner los subt¨ªtulos en castellano dentro del mismo sin problema). Algo molesto que quienes no lo sepan en nuestro pa¨ªs pueden encontrarse con un juego mucho menos pulido. Platinum Games ya trabaja para solventarlo.