Vengeful Guardian Moonrider
- PlataformaPS57.7PS47.7PC7.7NSW7.7
- G¨¦neroPlataformas, Acci¨®n
- DesarrolladorJoyMasher
- Lanzamiento12/01/2023
- TextoEspa?ol
- EditorThe Arcade Crew
Vengeful Guardian Moonrider: an¨¢lisis. Un Ninja rebelde de 16 Bits
Un ninja cibern¨¦tico de 16 Bits emprende una cruzada contra sus creadores en lo que viene a ser el comienzo del a?o para los juegos neo-retro
El panorama que tiene delante cualquier t¨ªtulo neo-retro no tiene nada que ver con el que pisaba Maldita Castilla al dar el gran salto a las consolas. A comienzos de 2023 empieza a notarse mucho la presencia de publishers, como Dotemu, que se van especializando en propuestas a?ejas cada vez m¨¢s trabajadas. Hasta Yacht Club Games ha invertido parte del dineral que debe haber ganado con Shovel Knight en intentar colocarse a la vanguardia de esta tendencia que no tiene mucha pinta de frenarse. Todo esto viene muy a desarrolladores como Danilo Dias y Thais Weller, dos Locomalitos brasile?os que ya andan bastante curtidos con su estudio Joymasher, desde el que ya han salido obras tan redondas como Blazing Chrome. De Brasil, por cierto, conviene recordar que se ha convertido en uno de los centros neur¨¢lgicos en la escena del desarrollo para consolas de 16 Bits, lo cual est¨¢ sin duda en el fondo de proyectos como este. En ese caldo de cultivo sale Vengeful Guardian Moonrider, del que lleg¨® a haber al menos una demo funcionando en la mism¨ªsima Mega Drive de Sega.
El neo-retro comienza el a?o a lo ninja
El punto de partida es el t¨ªpico de este tipo de proyecto: Joymasher se ha planteado las limitaciones audiovisuales de una Mega Drive para recrearse en las maneras de aquella ¨¦poca, con la idea de proponernos una experiencia totalmente retro. El resultado es un t¨ªtulo que bien podr¨ªamos haber visto en los noventa sentado junto al gran Shinobi 3, el juego favorito de nuestro ninja rob¨®tico decidido a terminar con sus creadores cueste lo que cueste. Un ninja que por su camino de venganza va deteni¨¦ndose a oler las flores del camino, que no le ense?an otra cosa que el perfume de otros cuantos cartuchos para Mega Drive y Super Nintendo: Contra Hard Corps, Hagane y, por qu¨¦ no, Sparkster. Vamos a ver qu¨¦ tal ha terminado el remix esta vez.
Son muchas las peque?as desarrolladoras indie que van aceptando lo mucho que se ha abusado del procedimiento que llamamos metroidvania. La estructura de Moonrider es mucho m¨¢s tradicional, con sus niveles lineales que tienen un comienzo, un final y unos puntos de control bien definidos. Pero este es un videojuego hecho por gente que ama lo que hace, por lo que esta estructura se ha aprovechado para convertirse en algo rejugable, que es exactamente lo que pretende. Una vez pasado el pr¨®logo, podemos avanzar o revisitar los niveles en el orden que queramos buscando los ¨ªtems que no encontramos o, sencillamente, mejorar nuestras valoraciones haci¨¦ndolo todo un poco mejor que la ¨²ltima vez. La otra premisa es menos habitual, ya que derrotar a un jefe final no tiene la misma influencia que en otros juegos: las armas que nos sueltan no llegan a hacerse obligatorias en ning¨²n otro nivel, pero s¨ª que contribuyen a que podamos superar las fases de muchas formas y velocidades. Entre esto y los chips de mejora que podemos encontrar por el mapeado, el juego hace gala de un equilibrio entre la libertad y lo predefinido que bien podr¨ªa ser su principal victoria. Pero lo m¨¢s importante no es eso, sino aquello que hac¨ªa triunfar o fracasar a un videojuego hace muchos a?os: la calidad de las mec¨¢nicas.
Es cierto que Moonrider se juega como un Shinobi o Contra cancelado por Sega a finales de la cuarta generaci¨®n, y quien busque otra cosa har¨¢ bien en mirar en otro lugar. Cumple de hecho con los c¨¢nones de la ¨¦poca, ya que a lo largo de la campa?a hemos muerto injustamente alguna vez y nuestro personaje no hace nada nada que se salga del guion de todos aquellos grandes ninjas, superh¨¦roes o mascotas de 16 Bits que lo precedieron. Pero hay algo que se viene observando ¨²ltimamente en el neo-retro que este guardi¨¢n vengativo hace muy bien, y es armonizar mec¨¢nicas b¨¢sicas ¨Ccomo el salto con rebote en la pared¨C con su plasmaci¨®n visual en la pantalla. El juego nos hace sentir que tenemos un control perfecto sobre el rebote, mientras vemos a nuestro personaje ejecutarlo con una animaci¨®n tan bien llevada a cabo que seguramente no habr¨ªa sido posible con todas las limitaciones de una Mega Drive real. Que nadie lo tome a broma, ya que es en este tipo de detalle donde pensamos que se va a definir la batalla del neo-retro los pr¨®ximos a?os: no se trata ya de todo luzca bien en la pantalla porque se han tocado casi todos los aspectos visuales imaginables. Se trata, por decirlo de alg¨²n modo, de transmitiros una segunda capa de refinamiento que no pod¨ªamos disfrutar hace treinta a?os. Ojo a estos detalles en los t¨ªtulos con acabados a la antigua que tienen que salir este a?o: Sea of Stars, Bushiden, Prison City, Gravity Circuit¡
Un cartucho de Mega Drive para repetirlo muchas veces
Nuestro ninja cibern¨¦tico recorre unos niveles que se recrean en los estereotipos de ¨¦pocas pasadas, y no son pocos los que se recuerdan: ralentizarse bajo el agua hace que saltemos m¨¢s, el cl¨¢sico nivel de fuego nos obliga a huir de las llamas en una secci¨®n vertical, los pinchos? est¨¢n por casi todos lados y hay secciones en las que tenemos que averiguar c¨®mo pasar. Cada nivel tiene su encanto y, pero nos ha parecido que tampoco van a complic¨¢rselo demasiado a los asiduos de este tipo de propuesta: nuestra primera partida ha durado tres horas explorando bastantes de esos lugares en los que parece que va a haber algo y al final lo hay. Lo que m¨¢s destaca, insistimos, son los distintos gestos y mec¨¢nicas ¨Csobre todo el golpe en carrera y la patada voladora a lo Shinobi III¨C con los que podemos aniquilar a los enemigos, vali¨¦ndonos o no de esas armas secundarias que dejan caer los bosses derrotados.
Por m¨¢s que esta sea una experiencia neo-retro de la vertiente radical, el control est¨¢ muy bien medido y el dise?o de niveles le saca partido, vari¨¢ndonos el conjunto con unas secciones en 3D que recuerdan mucho a las de t¨ªtulos como Contra The Hard Corps o Batman Returns de Mega CD. Los ¨²ltimos niveles, de hecho, nos han parecido muy bien llevados a cabo, destacando unas secciones en las que hay que cargarse partes del escenario r¨¢pidamente ¨Cpara evitar que nos quemen con un ca?¨®n de fuego que nos ataca por la espalda¨C que son puro videojuego de los noventa. Todo lo contrario que unos bosses y mid bosses que caen como moscas en cuanto les leemos la matr¨ªcula, lo cual puede llegar a suceder la primera vez que nos enfrentamos a ellos.
Jefes finales a la breve
Precisamente esta brevedad de los combates es el que impide a este humilde juego para Mega Drive ¨Cque a buen seguro ser¨ªa un cl¨¢sico inmediato si hubiese salido en 1993¨C convertirse en uno de los grandes de la escena neo-retro. Es bastante evidente que la apuesta de Moonrider va de rejugabilidad, mejora de rango en cada nivel y, sobre todo, speedrunning, pero la campa?a nos ha parecido escasa a todas luces para lo bien hecho que est¨¢ el juego en todas sus facetas. Y es que hasta la historia acompa?a esta vez: unos ninjas cibern¨¦ticos muy buenos o muy malos que disparan frases incendiarias sobre nuestro mundo contempor¨¢neo, la conducta humana, el determinismo rob¨®tico o los sistemas pol¨ªticos. Dicho sea de paso, tampoco nos ha parecido que Moonrider sea un juego m¨¢s corto que muchos en los que se basa, luego quien busque exactamente una experiencia retro, tiene aqu¨ª una cita que no deber¨ªa dejar pasar.
Conclusi¨®n
Joymasher vuelve a plantearse un videojuego para Mega Drive, entreg¨¢ndose a un conjunto de arquetipos de hace a?os muy bien llevado a nivel de mec¨¢nicas. Este es un juego que sabe hacerse sentir moderno cuando es necesario, sin abandonar en ning¨²n momento la esencia algo tosca de los viejos tiempos. Vengeful Guardian Moonrider es paso obligado para los nost¨¢lgicos, que lo van a disfrutar a fondo, aunque no todo el mundo se dejar¨¢ llevar por el tipo de rejugabilidad que se pretende. Aun as¨ª, es un buen comienzo para el neo-retro en 2023 que logra que todo cobre mucho sentido a la hora del speedrun.
Lo mejor
- Visualmente, su mirada a la ¨¦poca de Mega Drive es impecable
- Los niveles siempre tienen inter¨¦s
- Las mec¨¢nicas est¨¢n muy pulidas y se disfrutan en el speedrun
Lo peor
- Algo corto de contenido: demasiado pensado para ser rejugado
- Los jefes finales caen en un suspiro, incluso al primer intento
- Las secciones en 3D podr¨ªan haber transmitido m¨¢s sensaci¨®n de velocidad
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.