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Blazing Chrome
- PlataformaPC8.2NSW8.2PS48.2XBO8.2
- G¨¦neroAcci¨®n
- DesarrolladorJoyMasher
- Lanzamiento11/07/2019
- TextoEspa?ol
- VocesIngl¨¦s
- EditorThe Arcade Crew
Blazing Chrome: an¨¢lisis, el esp¨ªritu de Contra sigue vivo
En pleno aniversario de Konami, un estudio independiente brasile?o (apoyado por un publisher europeo) presenta en Steam lo que bien podr¨ªa haber sido una nueva entrega de la m¨ªtica saga.
Nadie esperaba que se repitiese lo de 2018, un a?o que termin¨® por pasar a la historia de los videojuegos bidimensionales con t¨ªtulos que se recordar¨¢n durante mucho tiempo, pero lo cierto es que ya estamos en verano y la cosecha indie no est¨¢ siendo especialmente destacable estos ¨²ltimos meses dentro de estas propuestas m¨¢s clasicistas. Sucesos como los del pasado verano, con maravillas como The Messenger y Guacamelee! 2 saliendo al mercado con unos pocos d¨ªas de diferencia, son casos de una absoluta excepcionalidad, aunque el nivel de los lanzamientos pasados no significa que la escena neo-retro se haya quedado seca de repente. Lo que s¨ª es cierto es que se percibe una cierta desaceleraci¨®n, por m¨¢s que podamos aplicar las etiquetas viejunas al notable Katana Zero, uno de los mejores indies de lo que va de a?o. Por fortuna, un nuevo exponente de las mejores virtudes de esa escena que siempre nos lleva a ¨¦pocas pasadas acaba de llegar a las pantallas.
Una entrega no oficial para Contra desde Curitiba (Brasil).
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Si de algo puede presumir Blazing Chrome es de haber llegado en el momento justo en el que se requer¨ªa su presencia. Hace bien poco que Konami ha desvelado sus planes para el futuro de la saga Contra, dedic¨¢ndole por el camino el ¨²ltimo de los recopilatorios con los que ha conmemorado sus¡cincuenta a?os de existencia. Se podr¨ªa discutir durante horas acerca de las posibilidades que habr¨ªan mejorado el presente y futuro de esta saga, pero lo cierto es que siempre es buen momento para una nueva entrega en 2D si se hace con el esmero suficiente. As¨ª lo han demostrado otras franquicias a?ejas que andaban algo perdidas, como la del mism¨ªsimo Megaman, que ha transicionado con ¨¦xito a los tiempos actuales modernizando lo justo su mensaje de toda la vida. Por eso resulta tan extra?o que con un t¨ªtulo con la solera de Contra haya tenido que ser la escena independiente la que lo intente, pero lo cierto es que as¨ª ha sido. Con esta especie de entrega no oficial nos encontramos ante un juego que se las apa?a para dirigirse a quienes busquen un Run¡¯n Gun a la antigua, que sea totalmente deudor de los cl¨¢sicos incorporando una capa de modernidad que no distraiga a nadie de los p¨ªxeles que los hicieron brillar en su momento. Blazing Chrome perfectamente podr¨ªa haberse titulado Contra 5. Llevaba tiempo en el radar de quienes seguimos este tipo de juegos, por lo que nos resulta satisfactorio comprobar que habr¨ªa sido digno de llevar ese nombre.
A pesar de su pinta de viejo juego japon¨¦s para Sega Mega Drive, este Blazing Chrome viene de Brasil, un pa¨ªs en el que aquella m¨¢quina goz¨® de un ¨¦xito arrollador. JoyMasher es el t¨ªpico estudio casi familiar que necesitaba de un compa?ero de viaje como The Arcade Crew, que sin duda ha acertado de pleno con la apuesta. Si es cierto que la vieja Mega Drive sigue siendo una obsesi¨®n en Brasil, deben ser muchos los cartuchos del sensacional Contra: The Hard Corps los que circulen por el pa¨ªs. Es en ellos donde se encuentra la referencia m¨¢s evidente: Blazing Chrome se juega a la velocidad de aquel cl¨¢sico inmediato (e inesperado) dentro de la saga, y su apartado visual hace muy pocas concesiones a lo que podr¨ªa conseguirse con el Motorola 68000 que llevaba dentro la m¨¢quina negra de Sega. Esta semejanza es uno de los puntos m¨¢s conseguidos de la nueva propuesta, un videojuego que homenajea hasta lo obsesivo la paleta de colores y el elevado ritmo de juego que sol¨ªa brindar esta m¨¢quina. Aun as¨ª, no deber¨ªamos olvidar otras referencias admitidas por los autores, como la similitud de algunos robots con los veh¨ªculos de Gunforce 2, un absoluto olvidado a pesar de tratarse del ensayo general de los autores de Metal Slug antes de revolucionar el g¨¦nero.
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Por m¨¢s que hayamos comenzado este an¨¢lisis quej¨¢ndonos de la relativa falta de grandes juegos bidimensionales en este 2019, hay que poner todo en su justa medida. Aunque los Run?n Gun no son un g¨¦nero que hoy d¨ªa cuente con el mismo predicamento que los Shoot¡¯em Up, no dejan de ser el tipo de juego al que muchos estudios peque?os se acercan en sus primeros intentos por darse a conocer. El problema de estos ¨²ltimos meses no es realmente uno de falta de cantidad en cuanto a g¨¦neros cl¨¢sicos m¨¢s o menos modernizados. Se trata m¨¢s bien de una cierta escasez de t¨ªtulos lo suficientemente pulidos como para levantarnos del asiento, juegos que est¨¦n verdaderamente a la altura de los grandes nombres de esta escena ¨²ltimamente (como Fight `N Rage, por citar a otro videojuego independiente latinoamericano). La conclusi¨®n, ahora que las 2D viven instaladas en el gozo gracias a los nombres que todos conocemos, es bien sencilla: hacer un gran videojuego bidimensional no era sencillo hace veinte a?os y tampoco lo es ahora. Es necesario contar con el tiempo y el talento suficientes como para ofrecer una experiencia a la altura a unos jugadores que pueden llevar ya a?os devorando t¨ªtulos pixelados, al tiempo que se hacen atractivas estas propuestas a los nuevos jugadores. A nuestro juicio, Blazing Chrome se ha dado cuenta de toda esta parrafada, y sus autores se han cuidado de trabajar duro para atraer a ese p¨²blico objetivo con las armas de siempre: diversi¨®n inmediata, rejugabilidad con m¨¢s o menos incentivos y gr¨¢ficos que apelan a una nostalgia bien entendida.
Dificultad brutal¡a la par que bien entendida.
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En Blazing Chrome no se propone (ni se pretende ofrecer) nada que no hayamos visto muchas veces. La cosa va de elegir entre un robot con peinado punki y una t¨ªpica hero¨ªna de recreativa que ¨²nicamente saben saltar y disparar, congelando su posici¨®n pulsando un bot¨®n para apuntar a la manera de todo Contra que se precie. Como novedad relativa, cuentan con un ataque a corta distancia que es imprescindible dominar a la perfecci¨®n para tener ¨¦xito en las dificultades m¨¢s altas, pero tambi¨¦n con la posibilidad de rodar por el suelo para esquivar proyectiles y enemigos. Poca cosa nueva a partir de ah¨ª, pero a cambio de esta falta de innovaci¨®n los niveles van ofreciendo una dosis muy bien medida de todo lo que nos sigue gustando de aquellos juegos a?ejos varias d¨¦cadas despu¨¦s de su lanzamiento. Todas sus convenciones se han asimilado con maestr¨ªa, aportando algunas variaciones en aspectos como el plataformeo que no llegan en ning¨²n momento a revolucionar la f¨®rmula, as¨ª que lo que verdaderamente destaca en Blazing Chrome no es m¨¢s que lo que suele diferenciar el grano de la paja en este tipo de juegos: el amor por el detalle dentro de todos y cada uno de los niveles. Son muchas situaciones como para citarlas todas, pero a lo largo de la campa?a salta a la vista que Danilo Dias y Thais Weiller se han tomado en serio lo de ofrecernos, tal cual, un nuevo arcade de los noventa. Pr¨¢cticamente desde el principio iremos notando refinamientos que llamar¨¢n nuestra atenci¨®n aqu¨ª y all¨¢ a lo largo de una campa?a que puede ser algo corta, pero no lo es menos que la de los juegos en los que se inspira. Un buen ejemplo de estos detalles tan bien llevados a cabo son esas motos t¨ªpicas de la saga que aparecen en algunos niveles, en las que las f¨ªsicas de los saltos resultan mucho m¨¢s divertidas que anta?o, pero tambi¨¦n iremos contemplando c¨®mo muchas otras convenciones de Contra se han llevado a cabo con mucho arte esta vez. As¨ª, si Contra III para SNES gustaba de alternar los niveles de desplazamiento lateral con extravagancias rotatorias, y Contra: The Hard Corps presentaba fases pseudo tridimensionales, Blazing Chrome cuenta con momentos visualmente soberbios que se salen de la perspectiva habitual con gran acierto. As¨ª lo demuestra ese t¨²nel peligroso que bien podr¨ªa salir de una de las recreativas de Sega en los 90, tipo Space Harrier o Thunder Blade. Un momento soberbio, a pesar de que sus mec¨¢nicas no sean tan precisas como las de las fases laterales, todo hay que decirlo.
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La falta de innovaciones de aut¨¦ntico calado y una campa?a a la que habr¨ªan sentado muy bien un par de misiones m¨¢s (o en su defecto unos sprites enemigos m¨¢s variados) son los principales puntos mejorables de un videojuego, por lo dem¨¢s, muy bien rematado dentro de su categor¨ªa. En su apuesta por una experiencia totalmente retro, encontraremos tambi¨¦n algunos momentos de caos que pueden llegar a ser algo injustos, sobre todo si avanzamos muy r¨¢pido permitiendo que la pantalla se llene de enemigos.
Muertes cheap aparte y como experiencia totalmente cl¨¢sica, estamos ante un juego con una dificultad aplastante desde su primera misi¨®n, pero no hay en esta ocasi¨®n enormes problemas de accesibilidad. Los tres niveles de dificultad esconden posibilidades para expandir la experiencia que ¨²nicamente disfrutar¨¢n los m¨¢s dedicados, en forma de personajes adicionales (divertid¨ªsimos) que cambian por completo la jugabilidad o modos adicionales con los que seguir disparando a todo lo que se mueva. Unos y otros est¨¢n esperando a ser desbloqueados, y lo cierto es que se las apa?an bastante bien para ampliar el desaf¨ªo m¨¢s all¨¢ de ese modo hardcore con el que se nos asusta desde el comienzo. De cualquier modo, las tres selecciones de dificultad disponibles (y esto empieza a ser frecuente en este tipo de juegos) tienen en cuenta a casi todos los perfiles. Quien quiera conocer los niveles sin sufrir en exceso hasta los ¨²ltimos niveles, podr¨¢ hacerlo gracias al modo f¨¢cil antes de pasar al normal, que ya ofrece un desaf¨ªo m¨¢s que importante pese a los cr¨¦ditos infinitos. En cambio, los que no se cansen de los picos de dificultad descomunales de las recreativas y consolas antiguas, tendr¨¢n su recompensa en ese modo hardcore con sus cr¨¦ditos limitados, la verdadera realidad de estos homenajes al pasado. Que nadie diga, por tanto, que este Blazing Chrome (y otros animales similares) son juegos que se pueden pasar en dos horas. Sencillamente, no es cierto, aunque seguramente habr¨¢ quien complete el juego el d¨ªa de su salida con una miserable vida de estos h¨¦roes que mueren al primer contacto pese a su pinta de duros. ?No hay justicia en los videojuegos!
Conclusi¨®n
Con unos niveles muy bien planteados para lo que se pretende y tres niveles de dificultad muy bien medidos, Blazing Chrome consigue evocar al viejo Contra: The Hard Corps con sus mismas armas, proponiendo por el camino algunas memorables contra final bosses. No inventa nada nuevo, pero sin lugar a dudas es uno de los mejores juegos bidimensionales de este 2019 que necesita a¨²n de algunas propuestas de calidad en esta vertiente de la escena indie.
Lo mejor
- Un fant¨¢stico homenaje visual a Contra: Hard Corps
- Muy buenos temas chiptune de Dominic Ninmark
- Fren¨¦tico en cooperativo
- Exquisita atenci¨®n al detalle
Lo peor
- Puede llegar a ser aplastante en los niveles altos de dificultad
- Alguna muerte injusta
- Para lo pulido que est¨¢ el conjunto, se echa en falta algo m¨¢s de innovaci¨®n
- No es m¨¢s corto que muchos juegos antiguos, pero un par de niveles m¨¢s no habr¨ªan molestado
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del g¨¦nero. Est¨¢ bien cuidado a todos los niveles. C¨®mpralo.