Naughty Dog cierra el c¨ªrculo

El cazatesoros m¨¢s popular de los videojuegos en los ¨²ltimos tiempos, con el permiso de Lara Croft, cierra su trilog¨ªa en PlayStation 3. Nathan Drake retorna en la que presumiblemente ser¨¢ su ¨²ltima entrega en la actual generaci¨®n. Una nueva aventura, un nuevo bot¨ªn y las mismas dosis de emoci¨®n y acci¨®n de siempre. Uncharted 3 es el culmen de una franquicia que ha crecido con la consola que lo ha albergado, siempre sacando el m¨¢ximo partido a su rendimiento.

El primer Uncharted fue una aut¨¦ntica sorpresa cuando sali¨®. Fue el primer juego que reivindic¨® que PlayStation 3 era mucho m¨¢s capaz que lo que las conversiones desde la competencia demostraban, siempre que se la tratase apropiadamente. El otro puntal, junto al sobresaliente apartado t¨¦cnico, fue un estilo cinematogr¨¢fico en las escenas que nos hac¨ªa sentir que est¨¢bamos viviendo una pel¨ªcula en la que control¨¢bamos al protagonista. Las cinem¨¢ticas, rodadas en un estudio de cine y con captura de movimientos de los actores, lograron un realismo que pocas veces se hab¨ªa visto.

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Dos a?os despu¨¦s apareci¨® Uncharted 2. Cuando cre¨ªamos que poco m¨¢s podr¨ªan a?adir a la f¨®rmula, cambiaron todo el sistema de combate cuerpo a cuerpo e introdujeron el multijugador por primera vez, tanto cooperativo como competitivo. Tambi¨¦n integraron nuevas mec¨¢nicas como el sigilo, que ofrec¨ªa m¨¢s opciones a la hora de jugar. Pero si algo nos rompi¨® todos los esquemas fue la espectacularidad de las escenas, con momentos memorables casi desde el primer instante, con aquel tren colgando de un acantilado. Con una mec¨¢nica mucho m¨¢s pulida y madura en el modo historia, ?d¨®nde pod¨ªa crecer Uncharted en esta tercera entrega? El multijugador ha sido, por tanto, el foco de las mejoras de 'La traici¨®n de  Drake'. Donde m¨¢s se aprecia un salto en la jugabilidad es en la experiencia en l¨ªnea, sobre todo competitiva, en contraposici¨®n a la aventura principal. La idea ya iniciada en 'Entre ladrones', sin ser mala, no terminaba de estar completamente afinada. Esta vez han logrado que unir la movilidad de Nathan por intrincados escenarios a batallas contra otros jugadores funcione a la perfecci¨®n.

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En lo que respecta al modo historia, el gran enemigo de Uncharted 3 no es otro lanzamiento simult¨¢neo, sino su predecesor. Naughty Dog puso el list¨®n muy alto, super¨¢ndose a s¨ª misma en todos y cada uno de los aspectos que compon¨ªan la entrega original y Uncharted 2 se convirti¨® en un aut¨¦ntico referente en el g¨¦nero. Es el espejo en el que la tercera parte debi¨® mirarse y, ciertamente, en la comparativa es donde no sale tan bien parado. No porque sea exactamente peor, sino porque no consigue el mismo logro: que cada momento que pasemos se quede grabado en nuestra retina y logre llevarnos de sobresalto en sobresalto, sin que jam¨¢s decaiga la acci¨®n. As¨ª pues, las expectativas que ellos mismos se generaron y nos generaron no han logrado cumplirlas. ?Eso significa que estamos ante un mal juego, o al menos ante uno que podr¨ªa haber sido mucho m¨¢s? Desde luego, no podemos decir que no estamos ante un t¨ªtulo sobresaliente en todos los aspectos. La cuesti¨®n es si deb¨ªa haber aspirado a algo m¨¢s. Creemos que s¨ª, si quer¨ªa satisfacer a los que demandaban un salto cualitativo de la misma magnitud. O quiz¨¢ fuera esperar demasiado.

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Si los valores de producci¨®n casi hollywoodienses han caracterizado siempre a las cinem¨¢ticas de Uncharted, hemos notado c¨®mo los chicos de Naughty Dog cada vez demuestran m¨¢s experiencia en este campo. El gui¨®n sube un pelda?o m¨¢s y es capaz de mantener una cierta intriga a lo largo de todo el argumento. Baste como ejemplo el principio, que seguro hab¨¦is visto ya, cuando disparan a Nathan y Sully en un callej¨®n. El desenlace, sin ser el culmen de la originalidad, es sencillamente soberbio. No faltan las referencias a hechos ocurridos en juegos anteriores, que sacar¨¢n m¨¢s de una sonrisa a aquellos que los recuerden. Nos ha encantado c¨®mo al final, sin querer destripar nada, casi parece que se cierra un ciclo.

Se ha querido extender, adem¨¢s, ese aire cinematogr¨¢fico a la parte jugable, trascendiendo a las cinem¨¢ticas. Para empezar, se aprecia, una mentalidad m¨¢s cin¨¦fila a la hora de situar las c¨¢maras no ya en los v¨ªdeos, sino incluso jugando. Pero esta cuesti¨®n va realmente m¨¢s all¨¢, pues habr¨¢ situaciones en las que manejemos al protagonista sin estar realmente dando saltos o disparando, sino simplemente meti¨¦ndonos en su piel y, sobre todo, en su cabeza. La traves¨ªa por el desierto, de nuevo sin querer desvelar nada, lejos de ser un nivel realmente jugable, es un intento de transmitirnos lo que alguien puede sentir en una situaci¨®n desesperada. Habr¨¢ un par de momentos m¨¢s as¨ª en el modo principal. Por desgracia, en la labor de dise?o de los niveles ocurre todo lo contrario, se evidencia una p¨¦rdida de ingenio en la estructura de los mismos y los sucesos que acaecen. Seg¨²n entramos a la c¨¢mara secreta de turno, ya sabemos que los malos estar¨¢n esper¨¢ndonos a la salida, para quitarnos lo que tenemos e iniciar un combate. Y esto ocurre absolutamente siempre. Ese planteamiento de llegar a un sitio escarpado, quiz¨¢ con algo de oposici¨®n en el trayecto, resolver un rompecabezas y salir con enemigos a las puertas, apenas sufre alteraciones a lo largo de los numerosos cap¨ªtulos que componen el juego.

Ese punto de repetir patrones es una quimera a lo largo de toda la aventura. A lo que ya hemos mencionado se suma el hecho que uno de los factores que hacen grande a Uncharted, la espectacularidad de las escenas y lo que pone ante nuestros ojos tanto est¨¢tico como en movimiento, termina siendo abusado. Todos nos quedamos impresionados si el edificio en el que estamos empieza a caerse a trozos y estamos escapando de ¨¦l en el ¨²ltimo momento. Pero cuando esto ocurre en un castillo, una gruta y hasta un barco, y casi cada saliente al que nos agarramos es tan fr¨¢gil que se derrumba con s¨®lo tocarlo? pues al final en vez de sorprendernos nos lo esperamos y hasta nos cansamos. Es incre¨ªble que Drake acabe con todos sus huesos intactos tras tantas ca¨ªdas.

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En gran parte el problema es no haber repartido mejor qu¨¦ hay que hacer. En Uncharted 2 se intercalaban de distinto modo las diferentes propuestas jugables. En esta ocasi¨®n se ha intentado que nuestras habilidades se empleen todo el tiempo, ya sea el disparar, el combate cuerpo a cuerpo, el sigilo, la escalada o los saltos entre plataformas. Lo que a priori parece un buen plan, al final acaba en lo que hemos mencionado, que se sigue una estructura parecida que en contadas ocasiones se rompe. Como contrapestaci¨®n, hay que decir que tenemos algo m¨¢s de libertad para afrontar determinadas secciones, pudiendo elegir entre el sigilo o el uso de armas con silenciador, o sin embargo optamos por llamar la atenci¨®n e iniciar una aut¨¦ntica batalla campal. Las similitudes con Deux Ex existen, aunque salvando las obvias distancias pues en Uncharted es algo mucho m¨¢s simplificado.

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Los personajes controlados por la CPU tienen mayor movilidad por el escenario y casi no habr¨¢ rinc¨®n donde podamos escondernos. Continuamente tratar¨¢n de rodearnos y atacarnos por un flanco descubierto, algo que conseguir¨¢n en muchas ocasiones al superarnos en n¨²mero, as¨ª que quedarse cubiertos tras un parapeto durante mucho tiempo, mientras disparamos seguros, no es una opci¨®n viable. La IA de nuestros compa?eros, por contra, sigue siendo igual de descuidada que siempre, gracias a que cuentan con vida infinita, lo que dar¨¢ lugar a situaciones un tanto absurdas que, al menos, os har¨¢n gracia.

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Los valores que pusieron las anteriores entregas como los referentes de la generaci¨®n desde el punto de vista de los gr¨¢ficos est¨¢n de nuevo presentes y a¨²n m¨¢s potenciados. Es cierto que tratar de hacer mucho m¨¢s de lo que ya se hac¨ªa era muy dif¨ªcil, y no se puede exigir m¨¢s al hardware de lo que da, pero aun as¨ª Naughty Dog ha conseguido exprimir ese poquito que parec¨ªa que quedaba escondido en el Cell. As¨ª, las animaciones contextuales, la iluminaci¨®n o que algunos elementos del escenario se destruyan con los disparos est¨¢ aun m¨¢s conseguidos.

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Del mismo modo, la recreaci¨®n de los entornos sigue siendo abrumadora. Es cierto que el camino contin¨²a estando tan limitado como siempre, pero la cantidad de detalles que se ponen ante nosotros, principalmente en los escenarios localizados en alguna ciudad, es de lo mejor que jam¨¢s han visto nuestros ojos. En esta ocasi¨®n empezamos en Cartagena, Colombia, tal y como era hace un par de d¨¦cadas, donde descubrimos a un Nathan de joven y c¨®mo conoci¨® a Sully. Posteriormente viajamos a lugares tan variopintos como Londres, Siria, Francia o el desierto de Arabia, como seguro bien sab¨¦is. Hay un par de carreras a pie por las calles, una donde somos perseguidos y otra en la que somos perseguidores, que nos permiten disfrutar a toda velocidad de los trabajados escenarios. De hecho, una de las premisas para dotar de mayor inter¨¦s al lado plataformero de Uncharted es el hacer de los saltos algo m¨¢s fren¨¦tico. Por tanto, para paliar el automatismo de los mismos, que sigue igual, lo que se exige ahora es m¨¢s velocidad a la hora de ejecutarlos, pues puede suponer que nos capturen, que se escape un objetivo o que directamente el suelo ante nuestros pies desaparezca.

Todo gana con la llegada de la tercera dimensi¨®n, que algunos afortunados equipados con el televisor correspondiente podr¨¢n utilizar. No se ha hecho un uso intensivo de esta tecnolog¨ªa en el sentido de buscar impresionarnos con alg¨²n efecto gr¨¢fico que la emplee, pero s¨ª hay algunos detalles como las trayectorias de las balas que vienen directas hacia nosotros que est¨¢n muy conseguidos. Adem¨¢s, ganamos en profundidad visual, lo que hace que ver un gran desierto vac¨ªo sin nada en varias hect¨¢reas alrededor resulte a¨²n m¨¢s descorazonador.

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No obstante, el mayor desaf¨ªo t¨¦cnico que se pusieron como meta en Naughty Dog para la tercera entrega fue la recreaci¨®n de elementos como el fuego, el agua o la arena. Bendito sea el d¨ªa en que se lo propusieron, porque sin duda lo que han conseguido es de lo mejor que se ha realizado en esta generaci¨®n al respecto. La naturalidad de las llamas, c¨®mo la imagen se deforma con su calor, o el movimiento de la arena son de un grado de realismo inusitado. Aunque si hemos de destacar algo en particular, es el comportamiento del agua, dado su dinamismo, sintiendo c¨®mo poco a poco va llenando la estancia donde estamos o de qu¨¦ manera se abalanza hacia nosotros con su temible fuerza.

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Ahora bien, si desde el punto de vista visual o de f¨ªsicas caben pocos o ning¨²n pero, no es lo mismo desde el terreno jugable. Introducir estas variantes no ha supuesto un cambio real en la mec¨¢nica y al final nos limitamos a tratar de escapar de estas amenazas con los mismo brincos de siempre. Da igual que las llamas est¨¦n asolando nuestra habitaci¨®n, que el agua nos llegue hasta el cuello o que se est¨¦ produciendo una aut¨¦ntica cascada de arena, al final no cambia lo que hacemos para enfrentarnos a eso. Valga como excepci¨®n el uso de una tormenta de arena para prepararnos un combate en el que la visibilidad es casi nula.

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En cuanto al multijugador, nos encontramos con dos vertientes muy diferenciadas, el cooperativo y el competitivo. El primero es el que menos cambios ha recibido, no siendo uno de ellos el que m¨¢s nos podr¨ªa haber gustado, jugar todo el modo historia con un amigo. Al fin y al cabo, s¨®lo hay momentos muy puntuales en los que no estamos acompa?ados por alguien m¨¢s y varios puzles e interruptores se activan con dos personas. Pero bueno, en vez de hablar de lo que podr¨ªa haber sido, diremos lo que s¨ª han incluido, que no cambia demasiado respecto a Uncharted 2.

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Dentro de las variantes en cooperativo hay una que pretende emular lo que ser¨ªan misiones puntuales de la campa?a jugadas a dos, aunque con un argumento diferente. Est¨¢n fundamentalmente basadas en tiroteos en distintas secciones, a las que vamos accediendo tras limpiar de enemigos la anterior. Aunque es posible que cada uno haga la guerra por su cuenta, est¨¢ altamente desaconsejado ya que podemos necesitar soporte tanto para liberarnos de un enemigo que nos ha agarrado como para ser revividos sin perder una de las limitadas vidas que el d¨²o comparte para superar la fase. En el otro lado tenemos lo que ser¨ªa un modo oleadas con enemigos viniendo una y otra vez. Aqu¨ª podemos dar rienda suelta a nuestras habilidades matando como m¨¢s nos guste, ya sea a base de golpes, o empleando las numerosas armas a nuestra disposici¨®n, eligiendo la que m¨¢s se adapte a nuestra forma de jugar. Hay que apuntar que en ambos modos los escenarios parten de lo mismo que hemos visto en el modo historia y que se pueden jugar a pantalla partida, lo que sin duda es un aliciente para disfrutarlos.

Tanto la opci¨®n cooperativa como competitiva nos permite algo que no estaba disponible en la anterior entrega, crearnos un personaje a nuestro gusto editando su aspecto o su indumentaria, para as¨ª dar mayor personalizaci¨®n a nuestro alter ego. Por otro lado, la opci¨®n de ir equip¨¢ndolo con nuevos potenciadores y habilidades no ha desaparecido. Es m¨¢s, ¨¦ste es uno de los aspectos que mejor se han retocado para acertar de pleno con el sistema esta vez, junto a unos escenarios que cuentan ahora con m¨¢s elementos din¨¢micos que interact¨²an con los jugadores. Esto ¨²ltimo se explor¨® en Uncharted 2, sin lograr el impacto que realmente buscaban en la jugabilidad. Las variantes en competitivo giran en torno al n¨²mero de jugadores, ya que al final son todas enfrentamientos a muerte, pero tal modificaci¨®n tiene m¨¢s relevancia de la que parece. Lo m¨¢s b¨¢sico es la partida de un equipo contra otro, con cinco miembros cada uno, un cantidad adecuada para el tama?o y la forma de los mapas de Uncharted. Lo siguiente es un enfrentamiento a tres parejas, la opci¨®n ideal para jugar con un amigo en casa a pantalla partida. Finalmente, tenemos un todos contra todos que supone un aut¨¦ntico desaf¨ªo que recomendamos probar.

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