La invasi¨®n humana

La serie UFO, heredera t¨¦cnica y espiritual de los imprescindibles X-Com, contar¨¢ antes de las vacaciones con un tercer t¨ªtulo. UFO: Afterlight recoger¨¢ el testigo donde lo dejaron sus predecesores, con la raza humana exiliada de su planeta y llevando la lucha por la supervivencia a los ¨¢ridos campos de Marte. Un trabajo con mimo, que desecha muchos de los errores del pasado, y va camino de convertirse en la mejor entrega de toda la colecci¨®n.

Es imposible no caer en el t¨®pico, as¨ª que, por predecible, vamos a reflejarlo desde el principio: a la tercera va la vencida. Esto pocas veces ha sido tan real como en el caso de Cenega, una compa?¨ªa europea de videojuegos con capital ruso, polaco y checo que ha desarrollado productos tan dispares como El Matador, The Roots: Gates of Chaos, los tres UFOs o Creature Conflict. Poco pod¨ªamos esperarnos de este ¨²ltimo Afterlight despu¨¦s de haber navegado por t¨ªtulos tan discretos como los ya mencionados, pero la sorpresa ha sido may¨²scula tras jugarlo ininterrumpidamente durante varios d¨ªas. En esta ocasi¨®n el juego cumple y se hace digno merecedor de sus antepasados de Microprose; desde Terror from the Deep no ha habido un sucesor tan entretenido.

La historia comienza en el a?o 2053. Desde la aparici¨®n de las naves reticulianas en la Tierra, los humanos no han cesado de luchar contra ellos. Despu¨¦s de la ¨²ltima guerra, librada en UFO: Aftermath y UFO: Aftershock, se alcanz¨® una paz totalmente deshonrosa para los terr¨ªcolas, vi¨¦ndose confinados a una estaci¨®n espacial en ¨®rbita alrededor de su antiguo planeta y percat¨¢ndose de que Marte se hab¨ªa convertido en la ¨²nica posibilidad para evitar su extinci¨®n. Aqu¨ª entramos en escena nosotros, los jugadores, tomando el control de una veintena de pioneros que tienen como misi¨®n preparar el planeta rojo para su paulatina colonizaci¨®n. Por supuesto, no estaremos solos.

La mec¨¢nica ser¨¢, como corresponde a una continuaci¨®n, muy similar a la de sus predecesores. Aftermath y Aftershock, los dos UFOs de Cenega, siguieron el estilo de juego que hab¨ªa instaurado el primer X-Com y Afterlight no se aleja de lo ya visto en los lanzamientos anteriores. Encontraremos un mapa global de Marte, sobre el que tendremos que realizar tareas de exploraci¨®n, expansi¨®n, extracci¨®n de recursos y terraformaci¨®n. De ellas depender¨¢ buena parte de la suerte de nuestros colonos, ya que aqu¨ª no tendremos ning¨²n tipo de ingresos por organizaciones internacionales, ni continentes, y la materia prima que obtengamos ser¨¢ la que emplearemos para producir nuestras armas, construir los edificios en la base o dotar de combustible a nuestras naves.

Investigaci¨®n y desarrollo

Mediante varios paneles controlaremos todo lo que nuestro equipo de valientes est¨¢ llevando a cabo. Y m¨¢s vale no dejarles inactivos durante mucho tiempo: la suerte de la humanidad depende de ellos. El ¨¢rbol tecnol¨®gico de investigaci¨®n es impresionante por lo amplio y por lo bien que se adapta al argumento -con este aspecto iremos m¨¢s adelante-. Los laboratorios cient¨ªficos de la base tienen que mantener una actividad fren¨¦tica para poder abastecer de nuevas ideas a los t¨¦cnicos del taller.

No s¨®lo los chismes que disparan ser¨¢n importantes; comprender la historia y la tecnolog¨ªa marciana, la anatom¨ªa de nuestros enemigos, aprovecharnos del terreno y adaptarnos a su car¨¢cter hostil ser¨¢n, en ocasiones, nuestras mejores apuestas. Respecto al taller, habr¨¢ que escoger muy bien qu¨¦ producimos y c¨®mo, ya que en ning¨²n momento iremos sobrados de armamento y, cuando veamos que tenemos acumulados suficientes rifles, granadas y munici¨®n para no pasar penurias, una nueva tecnolog¨ªa har¨¢ obsoletas nuestras armas y m¨¢s nos valdr¨¢ dedicarnos a montar ca?ones l¨¢ser, lanzacohetes o fabricar nuevos trajes de combate, que estampar doscientos cartuchos contra un enemigo impasible que sonr¨ªe mientras nos destroza.

En otra ventana manejaremos el espacio de la base. Habr¨¢ que alzar varios edificios que den pie a nuevas investigaciones y m¨¢s posibilidades de fabricaci¨®n, entrenamiento y estudio, como universidades polit¨¦cnicas y de ciencias, sala de autopsias para diseccionar todo tipo de bichos, campo de tiro, unidad de ensamblaje rob¨®tico y un largo etc¨¦tera. Si descuidamos su desarrollo, pronto nos quedaremos sin espacio o nos daremos cuenta de que tenemos que detener nuestro avance en otros aspectos para no estancarnos en la conquista de Marte.

Otros dos paneles ofrecen una vista general de las provincias que controlamos, su estado, los recursos que producen y las instalaciones que tenemos en cada una, as¨ª como de todo el material que tenemos almacenado, desde extra?os objetos de tecnolog¨ªa alien¨ªgena que hayamos encontrado en misiones de exploraci¨®n o los cad¨¢veres de nuestros enemigos con los que, por el bien de la ciencia, hemos compartido espacio de vuelta en la nave para que sean sometidos a examen en los laboratorios.

El placer de una buena historia

Que los mal llamados 'g¨¦neros menores' de la literatura triunfan en los videojuegos no es ning¨²n descubrimiento: en los ¨²ltimos a?os hemos asistido al lanzamiento de t¨ªtulos impresionantes con un trasfondo fant¨¢stico o de ciencia ficci¨®n, y las mejores aventuras se est¨¢n apoyando en viejos pilares de la tinta y el papel como son la novela negra o el terror. Este UFO: Afterlight, sin ir m¨¢s lejos, juega con viajes espaciales, razas alien¨ªgenas, tecnolog¨ªas futuristas y mil clich¨¦s m¨¢s de la ciencia ficci¨®n; pero lo que le hace destacar en este aspecto es que, a pesar de ser un juego de gesti¨®n y estrategia, nos cuenta una buena historia.

Cuando los alien¨ªgenas llegaron a la Tierra -y nos remontamos a los UFOs de hace unos a?os- extendieron unas esporas por la atm¨®sfera y la mayor parte de los humanos murieron. Algunos de los supervivientes sufrieron complejas mutaciones y se formaron diversas facciones que lucharon entre s¨ª y contra los invasores. Inspirado por la enorme bondad de los seres que arrasaron el planeta, se firm¨® un tratado de paz que ced¨ªa una estaci¨®n espacial reticuliana llamada Laputa -un gui?o a Jonathan Swift y Hayao Miyazaki- a la poblaci¨®n humana.

Los problemas a los que se enfrentaron los habitantes de la estaci¨®n se relatan en el Aftershock y, esta ocasi¨®n, la aprovecha Cenega para seguir la historia de un reducido grupo de pioneros que se asienta en Marte con el objetivo de convertirlo en un planeta adecuado para la vida terr¨ªcola. Construyen una base con varias c¨²pulas alrededor de un enorme edificio donde se mantienen criogenizados 10.000 infelices humanos a la espera de que las condiciones de Marte sean id¨®neas para su colonizaci¨®n.

Desde uno de los polos, un acueducto corta la superficie marciana para abastecer de agua al campamento y pronto comienza la exploraci¨®n de las vastas planicies circundantes. En uno de estos viajes, encuentran unas singulares ruinas que podr¨ªan desvelar vida inteligente y deciden estudiarlas. Uno de los cient¨ªficos aparece muerto y, cuando se descubre que el asesino es un extra?o engendro mec¨¢nico, comienza la trama. ?Oh sorpresa, no estamos solos en Marte!

En las primeras misiones de nuestro equipo de combate, que servir¨¢n para hacernos con el manejo del juego, lucharemos contra peque?os robots que atacar¨¢n nuestro acueducto o que defender¨¢n las regiones adyacentes. A falta de un tutorial, varios consejos saltar¨¢n continuamente para hacernos entender c¨®mo funciona tal o cual cosa, lo que orientar¨¢ a los veteranos de anteriores UFOs.

Para los no iniciados costar¨¢ un poco m¨¢s entenderse con los paneles, pero despu¨¦s de probar un poco nadie deber¨ªa tener demasiadas dificultades para poner las cosas en marcha. A medida que vaya avanzando el tiempo, descubriremos que los robots no van a suponer, ni mucho menos, los mayores problemas de nuestra colonizaci¨®n. Adem¨¢s de con la gente de Laputa, entablaremos contacto con otras facciones dentro y fuera del planeta rojo. Varios sucesos contribuir¨¢n a sumergirnos en la historia, desde discusiones entre los miembros de la base sobre la estrategia a seguir, a ins¨®litos descubrimientos del pasado marciano.

S¨®lo quedamos nosotros, amigos

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A dos decenas de valientes especialmente escogidos por sus cualidades se encomienda la raza humana para la conquista de Marte. Es tr¨¢gico imaginar que el futuro de la especie dependa s¨®lo de la voluntad de veinte personas, pero as¨ª se plantea en el Afterlight. Con la Tierra impracticable -lo sabr¨¢ aquel que haya invertido sus buenas horas al Aftershock- acomodarse en otro planeta se hace imprescindible. Por ello, despu¨¦s de construir el mausoleo criog¨¦nico, son pocos los que se quedan para afrontar los a?os de trabajo, lucha y terraformaci¨®n. Tan pocos que despu¨¦s de un par de tardes de juego los acabaremos conociendo a todos por su nombre y su historia, e incluso desarrollaremos nuestras preferencias y acabaremos protegi¨¦ndolos en combate m¨¢s por cari?o que por utilidad.

El componente RPG del UFO, con el que mediante experiencia y entrenamiento mejoraremos los atributos de cada uno de ellos, y el hecho de estar viendo siempre las mismas caras y los mismos nombres contribuye a la inmersi¨®n argumental. No es lo mismo tener una baja en un gran ej¨¦rcito que en un grupo tan peque?o. Al fin y al cabo, los miembros de ¨¦ste conviven d¨ªa a d¨ªa en el mismo lugar y dependen unos de otros para casi todo. ?Qu¨¦ pensar¨¢n los dem¨¢s si Harad o Samantha no vuelven con vida? ?Qui¨¦n har¨¢ el caf¨¦ y limpiar¨¢ la sala de autopsias?

Cada personaje tiene unos valores num¨¦ricos que podr¨¢ ir mejorando con el tiempo, el entrenamiento, el estudio y la pr¨¢ctica. Estas cifras nos dar¨¢n una idea de sus capacidades como soldado, como cient¨ªfico o como t¨¦cnico, las tres clases que necesitaremos para llevar nuestra aventura marciana a buen puerto. Si bien cada uno de ellos puede estar especializado en una sola de estas clases, lo m¨¢s interesante ser¨¢ dar experiencia a los que puedan ascender en dos, ya que sin ellos muchas de nuestras misiones acabar¨¢n en un rotundo fracaso.

Por ce?irnos a un ejemplo, no ser¨¢ lo mismo llevar a nuestro escuadr¨®n con un equipo puro de soldados, que a buen seguro silbar¨¢n emocionados mientras reparten le?a con gusto a los extraterrestres, que incluir un soldado-t¨¦cnico y otro con habilidades cient¨ªficas para curar a nuestros chicos, usar detectores y explosivos, hacerles un remiendo en sus trajes cuando las cosas se pongan feas o ajustarles las tuercas a nuestros robots despu¨¦s de que hayan recibido una cantidad considerable de da?o.

El nuevo motor gr¨¢fico

A pesar de haber echado unos cuantos p¨¢rrafos sobre casi todos los aspectos del Afterlight, todav¨ªa no hemos hablado de lo m¨¢s novedoso: los gr¨¢ficos. Y es que aquel que se acerque a este UFO despu¨¦s de haber visto los anteriores se encontrar¨¢ con una grata sorpresa. Es justo decir que, si bien no hab¨ªan sido uno de los principales atractivos de la serie, en esta ocasi¨®n los gr¨¢ficos hacen que el juego nos entre por los ojos. Un dise?o muy cuidado de los escenarios, con texturas suaves para los paisajes y elaborados dibujos de animaci¨®n, crea la atm¨®sfera m¨¢s adecuada para adornar este t¨ªtulo de ciencia ficci¨®n. El jugador disfrutar¨¢ con las armas, los trajes, los veh¨ªculos, edificios, orograf¨ªa y enemigos hasta el punto de probar nuevas t¨¢cticas s¨®lo para ver c¨®mo resultan en pantalla.

Tan controvertido a veces, en este caso el paso a las tres dimensiones es completamente acertado. El UFO: Afterlight no exige mucha m¨¢quina y ofrece, sin embargo, grandes resultados. La c¨¢mara, adem¨¢s, no da demasiados problemas una vez la pongamos en modo libre y el nivel de zoom nos deja ver los disparos como si se tratara de un juego en primera persona. Veremos muchos m¨¢s escenarios de los que est¨¢bamos acostumbrados despu¨¦s del Aftermath y el Aftershock, desde la ¨¢rida superficie de los primeros meses, hasta el cielo azul y los campos verdes producto de la terraformaci¨®n. Varios tipos de bases marcianas, f¨¢bricas, minas, convoys atacados, entramados de t¨²neles o excavaciones arqueol¨®gicas se convertir¨¢n en campos de batalla.

?Por qu¨¦ no un nueve o un siete?

No es habitual que desde estas p¨¢ginas justifiquemos, m¨¢s all¨¢ del an¨¢lisis concienzudo al que todos los jugadores estamos hechos, una nota sobre un videojuego. Pero en esta ocasi¨®n son varios los factores que se concentran para que un par de porqu¨¦s no est¨¦n de m¨¢s. UFO: Afterlight se merece un ocho porque est¨¢ desarrollado por un estudio europeo, peque?o, al que competir con otros nombres le resulta, d¨ªa tras d¨ªas, una odisea; porque ha aprendido de los errores cometidos en las dos ediciones anteriores y se ha esforzado por subsanarlos, lo que denota humildad e inteligencia; porque a pesar de la revoluci¨®n gr¨¢fica que ha emprendido, los requisitos para que todo ruede como es debido son m¨ªnimos; porque su argumento de ciencia ficci¨®n va in crescendo, est¨¢ muy bien hecho y te hace sumergirte en ¨¦l e identificarte con los pobres personajes que sufren el territorio marciano; y porque deja un regusto a cl¨¢sico al que no est¨¢bamos acostumbrados desde los primeros pasos de X-Com.

Tiene defectos, eso est¨¢ claro, pero no convencen los razonamientos de que peca de simplista o su acci¨®n t¨¢ctica no es realista. ?C¨®mo lo va a ser, si nos enfrentamos a alien¨ªgenas de c¨®mic? Sin embargo, cuanto m¨¢s juega uno, m¨¢s ganas tiene de enfrentarse a sus amigos y eso, en este t¨ªtulo, es imposible. Con lo extenso que es, la cantidad de opciones que ofrece, de objetos que puedes llevar y de t¨¢cticas sorprendentes que llegas a desarrollar, es imperdonable que no exista un modo multijugador con el sistema de pausas modificado en el que puedas retar a otras personas.

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