Tales of Arise, an¨¢lisis. Un puente entre el pasado y el futuro

Alphen, un enmascarado incapaz de sentir dolor o recordar su pasado. Shionne, una mujer que transmite dolor a quienes la tocan. Estos ser¨¢n los protagonistas del t¨ªtulo m¨¢s reciente y ambicioso de la saga Tales of, de la mano de Bandai Namco. Y vienen con unas cuantas sorpresas bajo el brazo. As¨ª es Tales of Arise, el nuevo y m¨¢s rompedor juego de una serie con 25 a?os de historia.

La trama toma lugar en el mundo conocido como Dahna, que fue invadido hace 300 a?os por los vecinos de su planeta gemelo, Rena. Desde entonces, los dahnianos han sido esclavizados y tratados como mano de obra barata en un r¨¦gimen plagado de tortura, muerte e injusticia. Desde aquellos que se ven obligados a realizar trabajos forzados hasta morir en Calaglia, a quienes sufren el azote del servicio de inteligencia de Cyslodia, o a quienes han lavado el cerebro en Ganath Haros, las v¨ªctimas de la ocupaci¨®n son incontables, y muy pocos se atreven a rebelarse. Nuestro protagonista, Alphen, se ve presa de este sistema, y casi nunca cuestiona la condici¨®n en que le ha tocado vivir. Pero un d¨ªa, cuando conoce a la renana Shionne, a quien persiguen sus paisanos por supuesta traici¨®n, nuestro h¨¦roe decide romper sus cadenas para acudir en su ayuda¡­ aunque ella no es precisamente una damisela que necesite que la rescaten.

A partir de este punto, se nos encomienda una tarea tit¨¢nica: derrotar a los se?ores renanos de los cinco reinos de Dahna para poner fin a su tiran¨ªa y liberar al pueblo esclavizado. A lo largo del camino nos iremos encontrando con aliados que nos har¨¢n m¨¢s f¨¢cil la tarea, como la maga Rinwell, el guerrero Law, la soldado Kisara, e incluso un mism¨ªsimo se?or renano, Dohalim, que se niega a formar parte del ciclo de ruina y miseria. Junto a ellos, emprenderemos una aventura que nos llevar¨¢ mucho m¨¢s lejos de lo que hab¨ªamos so?ado, y que nos ense?ar¨¢ que en todo conflicto hay mucho m¨¢s que dos bandos.

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A nivel de argumento, este juego es un Tales of puro y duro. En ¨¦l podemos encontrar elementos que ya nos recuerdan a cl¨¢sicos de la franquicia: mundos gemelos, como en Tales of Eternia y Tales of Symphonia; las consecuencias del racismo y la discriminaci¨®n, como en Tales of Phantasia y Tales of Vesperia; civilizaciones con niveles muy disparejos de desarrollo tecnol¨®gico, como en Tales of Graces y Tales of Hearts¡­ en definitiva, nos presenta un panorama que es f¨¢cilmente reconocible para todos aquellos que ya han jugado a entregas anteriores, aunque, como siempre, se asegura de aderezarlo con un sinf¨ªn de sorpresas y novedades para que no se vuelva repetitivo.

El aspecto que m¨¢s ha llamado la atenci¨®n de los fans desde que pudimos ver los primeros trailers de Tales of Arise es el de los gr¨¢ficos: el aspecto visual de este juego deja atr¨¢s el minimalismo y el cel shading de entregas anteriores para presentarnos escenarios realmente espectaculares y acci¨®n fren¨¦tica que se ve de maravilla. Basta con darse un paseo por los p¨¢ramos ardientes de Calaglia, o con admirar la belleza de los parajes de Elde Menancia, para darse cuenta de que Bandai Namco ha vuelto a darle tanta importancia a los gr¨¢ficos como en su tiempo la tuvieron en Tales of Phantasia, un ¨ªcono que rompi¨® todos los l¨ªmites de la Super NES. Y no es solo que se vean bonitos, sino que adem¨¢s han seguido una direcci¨®n art¨ªstica s¨®lida y atrevida que, aunque le da un toque realista a los entornos, los distingue muy bien de otros juegos del mismo g¨¦nero y les confiere personalidad propia.

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Como no pod¨ªa ser de otra forma, la banda sonora vuelve a quedar a cargo del legendario compositor Motoi Sakuraba, y no ser¨ªa exagerado decir que esta es una de las mejores que ha compuesto en tiempos recientes. Desde las notas fr¨ªgidas y taimadas de los neveros de Cyslodia, hasta los toques perturbadores pero con un deje de cuento de hadas de Mahag Saar, la m¨²sica crea un ambiente espectacular que nos envuelve y nos invita a sumergirnos en los escenarios tan vistosos que nos rodean.

Muchos pasos al frente

La experiencia de juego en s¨ª tambi¨¦n ha evolucionado mucho con respecto a entregas anteriores. El equipo desarrollador se ha encargado de presentar una progresi¨®n m¨¢s din¨¢mica, cinem¨¢tica incluso, que hace que la historia se desarrolle de forma menos aparatosa y m¨¢s fluida. Esto se aplica tambi¨¦n al dise?o de niveles que, en su mayor¨ªa, han mejorado considerablemente con respecto a otros juegos de la saga; ahora son m¨¢s interactivos, m¨¢s interesantes, y gozan de una mayor personalidad. Cuando te hacen sumergirte en una mazmorra que cumple las funciones de palacio, realmente te crees que haya gente que viva ah¨ª normalmente y desarrolle sus funciones en ese lugar. Este es el caso, por ejemplo, del palacio de Viscint, un lugar que tiene sus salas habituales (biblioteca, sala de guardia, estancias de los empleados, etc.) pero que, a trav¨¦s de un par de mecanismos de bloqueo del progreso, m¨¢s adelante se convierte en una mazmorra con todas las de la ley. As¨ª es casi todo: lo m¨¢s importante es hacer que sean cre¨ªbles, y no convertirlas simplemente en laberintos de pasillos plagados de enemigos. Tambi¨¦n hace falta investigar, sumergirse en el lore del juego, resolver el entramado como si se tratara de un puzzle, haci¨¦ndolas as¨ª mucho m¨¢s interesantes y divertidas de jugar.

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Esta fluidez se aplica tambi¨¦n a los skits tan caracter¨ªsticos de la franquicia. Mientras que antes consist¨ªan tan solo en avatares de los personajes hablando mientras miraban directamente a c¨¢mara, estas interacciones ahora siguen una est¨¦tica m¨¢s manga, dividi¨¦ndose en paneles en las cuales los personajes posan, se mueven, o hacen lo que tengan que hacer. Esto hace que verlos se considere menos una tarea, como antes, y generen m¨¢s inter¨¦s al jugador.

No podemos pasar sin hablar de las sidequests. Y es que un gran problema del que adolecen muchos JRPGs es de la gran cantidad que hay de estas, lo cansinas y repetitivas que son, o lo m¨ªseras que son las recompensas que nos dan en comparaci¨®n con el esfuerzo que le hemos hecho. S¨ª, en Tales of Arise tambi¨¦n hay misiones de matar X n¨²mero de monstruos, pero hay mucho m¨¢s que eso. La forma tan clara en que se marca qu¨¦ personajes necesitan ayuda y c¨®mo d¨¢rsela, las facilidades que nos ofrece el viaje r¨¢pido, y la forma en que est¨¢n integradas, hacen que se nos haga todo mucho menos pesado. Adem¨¢s, el sistema de forja de armas y creaci¨®n de accesorios, as¨ª como el de cuidado de animales en el establo, nos dar¨¢n una excusa perfecta para explorar los escenarios a conciencia, sabiendo que las recompensas valdr¨¢n la pena.

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?El mejor combate de la saga?

Otro aspecto en el que apreciamos una gran mejora son los combates. Aparte de que ahora son m¨¢s r¨¢pidos, un sinf¨ªn de funciones nuevas, como las caracter¨ªsticas exclusivas de cada personaje que explotan la debilidad de tal o cual tipo de enemigo, o los combos entre dos personajes distintos, a?aden un toque de interacci¨®n y fluidez en las batallas que sus predecesores no ten¨ªan. Las transiciones entre el comienzo y el final de estas tambi¨¦n son m¨¢s veloces, con lo que nos genera una sensaci¨®n menor de estar perdiendo el tiempo. Aun as¨ª, todo JRPG peca de tener m¨¢s combates de los necesarios, y de que a menudo estos se conviertan en un mero tr¨¢mite que en ocasiones resulta pesado. En Tales of Arise, esto pasa especialmente en la ¨²ltima mazmorra, donde parece que se olvidaron de c¨®mo progresaban las dem¨¢s y simplemente lanzan un mont¨®n de enemigos gigantescos al jugador para que mate las horas pele¨¢ndose con ellos. Por suerte, esto es m¨¢s una excepci¨®n que una regla.

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Otro problema con los combates es que, aunque al principio la cantidad y variedad de enemigos resulta muy interesante, llega un punto en que estos no dejan de repetirse, incluso en el caso de los jefes finales de ¨¢rea. Lo que promet¨ªa ser un bestiario realmente numeroso e interesante acaba volvi¨¦ndose cansino e incluso incongruente, ya que nos encontramos con las mismas especies de zeugles (as¨ª se llaman los monstruos a los que nos enfrentamos) vayamos a donde vayamos: lobos, armadillos, golems, caballeros¡­ al final, tan solo hay un pu?ado de estos, y no nos queda m¨¢s que acostumbrarnos a ver sus caras una y otra vez.

Un aspecto que puede resultar chocante para algunos jugadores, sobre todo para quienes no est¨¢n acostumbrados a jugar a los Tales of, es la ingente cantidad de texto que podemos encontrarnos en ocasiones. Salimos de una escena y nos aparecen no uno, ni dos, sino tres skits diferentes. Salimos de estos, y los personajes se ponen a hablar entre ellos mientras exploramos el mapa. Damos dos pasos, y ya estamos en otra escena. Esta situaci¨®n empeora especialmente en cierto punto cerca del desenlace de la historia; por otra parte, esto ocurre porque se nos tienen que dar explicaciones muy necesarias para entender lo que viene a continuaci¨®n y, por suerte, se trata de un momento tan interesante que no se nos har¨¢ muy pesado. Sin embargo, quien no sepa que esta franquicia no naci¨® en torno al concepto de ser un videojuego, sino una novela, puede que acabe pensando ¡°mucho texto¡±.

Una traducci¨®n mejorable

Sin embargo, el peor problema del que sufre Tales of Arise es una traducci¨®n al espa?ol que deja mucho que desear. Los errores son constantes, a veces m¨²ltiples en una sola escena, y se pueden categorizar principalmente en tres tipos: erratas normales y corrientes, como es el caso de ¡°Me hacho muy feliz¡±; traducciones literales de expresiones hechas, que hacen que se pierda por completo el sentido de lo que los personajes est¨¢n expresando; y situaciones en las que se dice lo opuesto de lo que o¨ªmos en ingl¨¦s, como ¡°me encuentro bien¡± en lugar de ¡°no me encuentro muy bien¡±. Teniendo en cuenta la envergadura de este proyecto y la importancia que tiene el componente de los textos para la franquicia, resulta sorprendente que se puedan producir tantos errores tan a menudo. Es una pena, porque realmente no tiene nada que ver con el juego en s¨ª ni con una decisi¨®n que haya tomado el equipo desarrollador, sino con un aspecto externo. Ojal¨¢ la calidad de la traducci¨®n estuviera a la altura de todo lo dem¨¢s.