Signalis, an¨¢lisis. La gran sorpresa de terror y ciencia ficci¨®n de 2022

El pasado mes de julio os hablamos de Signalis, un t¨ªtulo que llam¨® poderosamente nuestra atenci¨®n nada m¨¢s verlo. Su fascinante ambientaci¨®n de ciencia ficci¨®n, su apuesta por las mec¨¢nicas habituales del survival horror de los 90 y su estilo gr¨¢fico fueron algunos de los motivos. ¡°Una declaraci¨®n de amor a los cl¨¢sicos de terror de PSX¡±, dec¨ªa el Blog Oficial de PlayStation sobre el juego.

Las fuentes de inspiraci¨®n de sus creadores tampoco nos dejaron indiferentes: Stanley Kubrick (El Resplandor y 2001: Una odisea en el espacio), David Lynch (Twin Peaks, Terciopelo Azul y Mulholland Drive) e Hideaki Anno (Neon Genesis Evangelion). Al leer tales nombres era l¨®gico tener muchas expectativas, y despu¨¦s de completar el juego llegamos a una conclusi¨®n: estamos ante una de las sorpresas de 2022.

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Gestalt, Replikas y la mujer de cabello blanco

No, no estamos hablando de Nier, aunque el concepto no queda demasiado lejos del proyecto Gestalt & Replicant sobre el que gira la obra de Yoko Taro. En Alemania, uno de los pa¨ªses con mayor protagonismo en la historia del juego ¡ªya entender¨¦is por qu¨¦¡ª, Gestalt viene de ¡°forma¡± y Replika debe su nombre, como resulta evidente, a ¡°copia¡±. El primero es una persona como cualquiera de nosotros, mientras que el segundo es un androide fabricado para trabajar a su lado. Mano de obra barata.

Nosotros encarnamos a Elster, la Replika de la mujer que la acompa?aba a bordo de su nave espacial momentos antes de sufrir un accidente y estrellarse en un planeta lejano, en las inmediaciones de lo que parece un enorme complejo minero. Nuestro objetivo es encontrarla, aunque tal y como pod¨¦is imaginar, la situaci¨®n es desalentadora y ni siquiera sabemos si sigue con vida. Y lo que es peor: las cosas se ponen muy feas desde el primer momento, ya que apenas necesitamos unos segundos para notar que algo no va bien.

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La ambientaci¨®n de Signalis es sobrecogedora de inicio a fin. Por un lado, el hecho de estar atrapados en un planeta helado es m¨¢s que suficiente para que nos sintamos muy peque?os en el inverso. Por otro, el tono oscuro de la historia y los horrores que se perciben en el interior del enorme complejo nos hacen permanecer alerta en todo momento. Para m¨¢s inri, Elster parece tener alg¨²n tipo de corrupci¨®n en su chip de memoria, pues no son pocas las veces que la pantalla muestra una serie de visiones realmente perturbadoras. Solo tenemos una pista: una mujer de pelo blanco. Eso es todo lo que hay que saber.

El guion del juego se desarrolla tanto con estos flashbacks, como a trav¨¦s de numerosos documentos de texto que encontramos conforme exploramos, al m¨¢s puro estilo de los survival horror de toda la vida. Y la historia, adem¨¢s de una premisa de lo m¨¢s inquietante y un ritmo que no decae en ning¨²n momento, nos tiene en vilo hasta el final y se apoya en un trasfondo muy atractivo: una visi¨®n del futuro en el que la rivalidad entre comunismo y capitalismo ti?en de sangre los planetas colonizados por el ser humano.

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Una oda al survival horror

Podr¨ªamos resumir nuestra experiencia diciendo que es como jugar a una mezcla entre Resident Evil y Silent Hill, as¨ª de simple. Pero hay mucho m¨¢s. Desde el d¨ªa de su anuncio, Rose-Engine quiso dejar claro que se trata de un t¨ªtulo hecho por y para fans de la f¨®rmula que caracteriz¨® al g¨¦nero survival horror en la d¨¦cada de los 90, y eso es algo que se nota en todos y cada uno de sus detalles no solo por la propuesta jugable, sino por la carta de amor que escribe hacia las obras que lo inspiran en cada paso que damos.

Tenemos un mapa que necesitamos consultar a menudo, en el que poco a poco vamos visualizando un escenario extenso, profundo y muy bien dise?ado. No faltan las puertas bloqueadas que se cuentan por docenas, los mecanismos extra?os con los que no siempre es posible interactuar de inicio ni los lugares seguros que nos permiten guardar partida. Y mientras avanzamos, m¨¢s y m¨¢s gui?os como una sala en la que, adem¨¢s del punto de guardado y el ba¨²l de objetos, de fondo suena Claro de Luna de Beethoven. Puede que sea una casualidad, al igual que ese plano industrial y decadente del mundo en el que nuestras peores pesadillas se hacen realidad. Eso s¨ª, aqu¨ª no hay niebla ni suena ninguna sirena.

?Puzles? Por supuesto; muchos y variados, de esos que incluso nos obligan a coger un folio en blanco y un bol¨ªgrafo, anotar pistas y sacar a relucir nuestro ingenio. ?Objetos? Decenas de ellos; desde items curativos y municiones, hasta elementos clave que debemos inspeccionar o combinar con otros. Y llaves, muchas llaves. ?Gesti¨®n del inventario? Tanto o m¨¢s que en los grandes cl¨¢sicos del g¨¦nero, ya que no son pocas las ocasiones en las que tenemos muchos frentes abiertos: dos c¨®digos apuntados por aqu¨ª, cinco puertas cerradas por all¨ª, cartuchos de escopeta que nos toca descartar porque no tenemos espacio para m¨¢s... Y mucho backtracking; acabar¨¦is conociendo el escenario mejor que vuestra propia casa. Los creadores de Signalis sab¨ªan perfectamente qu¨¦ teclas tocar.

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Una de las grandes sorpresas 2022

M¨¢s all¨¢ de lo mucho que nos alegra ver a un estudio apostar por las mec¨¢nicas del survival horror tradicional, la realidad es que Signalis brilla con luz propia por muchos otros motivos. La direcci¨®n de arte convence desde el primer momento y su uso del pixel art es realmente fant¨¢stico, el movimiento del personaje es muy satisfactorio tanto a la hora de explorar, como de combatir a los enemigos y por si fuese poco, es un juego dise?ado con inteligencia, con una duraci¨®n ¨®ptima (7-8 horas) y muy equilibrado; siempre hay algo que hacer y el ritmo no decae en ning¨²n momento.

Menci¨®n especial merece la manera en la que la luz y el sonido interact¨²an con los enemigos. Por un lado, si no entramos en su campo visual y optamos por caminar en lugar de correr, es posible huir de la gran mayor¨ªa de ellos. Sin embargo, tanto la radio ¡ªaqu¨ª se usa para resolver puzles descubriendo frecuencias determinadas¡ª como la linterna nos convierten en la presa perfecta. Y claro, a veces es necesario valorar en qu¨¦ lugar y momento es m¨¢s adecuado hacer uso de ambas.

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Enemigos que, dicho sea de paso, no destacan por su variedad, ya que no hay demasiados diferentes y los jefes finales tampoco destacan por su abundancia. Pero bueno, no todo iba a ser perfecto. Eso s¨ª, sus dise?os son retorcidos y alguno que otro nos ha recordado a las famosas enfermeras del Hospital Alchemilla de Silent Hill. Por suerte, no estamos obligados a luchar, y si decidimos hacerlo, el sistema de combate es muy satisfactorio, ya que su funcionamiento es sencillo y preciso. En cuanto a las armas, pistola, escopeta, rev¨®lver y alg¨²n que otro juguetito pesado. El arsenal habitual.

Tambi¨¦n nos ha gustado mucho la forma en la que Signalis nos cuenta su historia, ya que a veces se olvida por completo de lo que podr¨ªamos definir como el juego principal y nos sumerge en recuerdos jugables que existen en la mente de otros personajes; visiones perturbadoras en las que jugamos varios minutos en primera persona. El resultado es original y su integraci¨®n con el resto de la aventura potencia la ya de por s¨ª soberbia ambientaci¨®n.

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En resumidas cuentas, hemos quedado tan sorprendidos como satisfechos tras completar Signalis. Y vamos m¨¢s all¨¢: no tenemos duda alguna de que cualquier fan del g¨¦nero que decida darle una oportunidad quedar¨¢ encantado con ¨¦l. Por m¨¢s que busquemos, nos resulta muy dif¨ªcil encontrarle defectos graves, m¨¢s all¨¢ de cierta incomodidad ¡ªen algunos casos¡ª al recoger objetos y abrir puertas, ya que es necesario colocarse en una posici¨®n exacta para llevar a cabo la interacci¨®n. Seguro que pod¨¦is lidiar con ello.