Pumpkin Jack
- PlataformaPC7.6XBO7.6NSW7.6PS4
- G¨¦neroPlataformas
- DesarrolladorNicolas Meyssonnier
- Lanzamiento23/10/2020
- EditorHeadup Games
?Calabazas!
Pumpkin Jack, an¨¢lisis. Un h¨¦roe, un diablo y una calabaza de Halloween
Una aventura como las de antes que encaja perfectamente en una noche como la de Halloween.
En un tiempo en el que parece que el mundo de los videojuegos se divide entre los triple A (o cu¨¢druple, como se est¨¢ intentando estandarizar de cara a la nueva generaci¨®n) y lo que es indie (algo que ya tiene m¨¢s que ver con una est¨¦tica que con modelos de producci¨®n), se agradece que a¨²n queden proyectos que no tengan la ambici¨®n de encajar en ninguno de los dos grandes espacios. O que lo hagan, pero sin posicionarse, ofreciendo experiencias que remiten sobre todo a aquellos juegos de nivel medio, no excelentes ni tampoco mediocres -m¨¢s bien, muchas veces notables- que en la ¨¦poca de las 128bits campaban a sus anchas y que a d¨ªa de hoy son bien recordados por toda una generaci¨®n. Puede ser el caso que nos ocupa.
Quien tuviera una PlayStation 2, GameCube o Xbox seguro que puede citar unos cuantos de carrerrilla, t¨ªtulos como I-Ninja, Vexx, Psi-Ops, Haven Call of the King, A Dog's Life, Sword of Etheria... podr¨ªamos seguir much¨ªsimo tiempo pero la idea se entiende: que los juegos ni ten¨ªan que ser grandes producciones para despuntar, ni quedarse en el territorio indie -en 2020, mantengo, casi aplicado ya s¨®lo a lo est¨¦tico-. Y aunque lo que tenemos hoy entre manos es con todas las de la ley una producci¨®n al margen de la industria, s¨ª que tiene una vocaci¨®n comercial y de cubrir un espacio que quedaba vac¨ªo.
Pumpkin Jack es el primer juego de Nicolas Meyssonnier, un joven de 21 a?os que se ha dedicado desde 2016 a crear, en solitario, un juego de acci¨®n y plataformas que viene a recordarnos por qu¨¦ nos enamoramos hace d¨¦cadas de Sir Daniel Fortesque y la franquicia Medievil. Y aunque sale ya a la sombra del remake que tuvimos el a?o pasado de aquella aventura, consigue destacar como un juego hecho con mimo, cari?o y que incluso desde esa independencia ha conseguido algo realmente meritorio: construir la que posiblemente sea la mejor carta de presentaci¨®n posible para entrar en la industria por la puerta grande.
This is Halloween
La premisa es muy sencilla: todo va bien en el mundo, hay monstruos campando a sus anchas y el terror se apodera de la gente, pero llegado cierto punto la humanidad reclama la tranquilidad y env¨ªa a un mago a detener las fuerzas del mal. Pero eso no puede quedar as¨ª, por lo que el mism¨ªsimo Diablo nos invoca para acabar con ese molesto h¨¦roe y as¨ª poder seguir haciendo de las suyas. El argumento del juego no es especialmente elaborado pero se cuenta con mucha simpat¨ªa a trav¨¦s de varias ilustraciones en un ¨¢tico oscuro y con una narraci¨®n en off entre nivel y nivel, y no descuida un toque ir¨®nico que sabe re¨ªrse, por momentos, de ciertos clich¨¦s de los videojuegos.
Con la simpat¨ªa (es un decir) de un protagonista que lo ¨²nico que quiere es arrasar con todo y dejar de hacer misiones secundarias para los npcs que va cruz¨¢ndose por el camino, toca establecer la base jugable, que funciona como un homenaje y actualizaci¨®n a los tiempos modernos de la saga Medievil o de otras ips del pasado como Maximo y su secuela (ambas, revisiones 3D del universo Ghosts 'n Goblins), Mark of Kri o -por tem¨¢tica e incluso alg¨²n combate r¨ªtmico- el nunca suficientemente reivindicado The Nightmare Before Christmas: Oogie's Revenge de Capcom.
Si bien inicialmente apenas podemos usar una pala como arma, Jack ir¨¢ adquiriendo nuevas armas tras vencer a los jefes de cada nivel y todas ellas van asociadas a una serie de movimientos ¨²nicos o que permiten acabar con los enemigos de forma m¨¢s eficaz. As¨ª por ejemplo obtendremos una espada que hace que podamos levitar sobre el suelo y cuyo golpe en ca¨ªda -tras un salto- hace da?o en ¨¢rea, una bola de energ¨ªa extremadamente r¨¢pida y vers¨¢til por su movilidad a?adida o -entre otras- una escopeta que rompe la defensa de los enemigos. Si bien no hay un moveset especialmente elaborado para cada una de ellas, s¨ª que son suficientemente diferentes y se agradece que el combate no se limite a machacar un bot¨®n, algo que en el remake de Medievil se echaba bastante en falta.
El combate es r¨¢pido y din¨¢mico, de hack'n slash puro, con m¨²ltiples enemigos en pantalla en varias situaciones y jefes de tama?o considerable y con patrones interesantes. Eso s¨ª, no esper¨¦is una dificultad especialmente alta; esto no deja de ser, como dec¨ªamos al principio, una invocaci¨®n de aquellos modelos que ya no se producen y con los que, entendemos, su creador ha pasado su infancia-adolescencia y le ha gustado recuperar. Tampoco las batallas ocupan un alto porcentaje del tiempo total de la aventura (que ronda las cinco-seis horas, o algo m¨¢s si queremos el 100%), porque al final no deja de ser un juego de plataformas.
Uno en el que por suerte hay algo que funciona muy bien y suele ser problem¨¢tico: la c¨¢mara. Los saltos con Jack con c¨®modos y precisos, podemos moverla libremente para posicionarla y tiene consistencia incluso en espacios cerrados, por lo que poca queja se puede poner. Meyssonnier no ha querido limitar el juego a la sensaci¨®n de nostalgia y se ha asegurado adem¨¢s de hacer que todo el trascurso de la aventura tenga cierta variedad, por lo que adem¨¢s de lo ya comentado encontraremos otros segmentos de juego diferentes, a saber, fases en las que nos arrancaremos la cabeza (de calabaza) y la usaremos para entrar por zonas peque?as y resolver peque?os puzles, o momentos en los que nos subiremos sobre veh¨ªculos o en las que la fases avanzar¨¢n autom¨¢ticamente y el objetivo ser¨¢ esquivar obst¨¢culos (una de ellas muy inspirada en el fant¨¢stico "H¨¦rcules" de PlayStation).
Mientras avanzamos por la aventura podremos adem¨¢s ir recogiendo alg¨²n que otro coleccionable que tiene su uso en un particular vendedor que nos dar¨¢ skins para el protagonista, por lo que suma cierta rejugabilidad a unos niveles que por lo general est¨¢n dise?ados con gusto, jugando bien con los espacios, tanto abiertos como cerrados, con verticalidad, esquive de francotiradores, otros donde nos meteremos en criptas bajo tierra... todo ello moldeado con un acabado m¨²sical fant¨¢stico y unos gr¨¢ficos que parece imposible creer que haya dise?ado una ¨²nica persona, porque luce mejor que infinidad de juegos de estudios a los que para colmo se les ceden licencias importantes, como Outright Games por citar uno de los m¨¢s activos actualmente. Que tenga opci¨®n de activar el RTX en PC y encima funcione tan bien como lo hace, es magia negra, sin ca¨ªdas de frames ni problemas de estabilidad.
Conclusi¨®n
No cambiar¨¢ la historia de los videojuegos ni copar¨¢ los GOTY de este 2020, pero Pumpkin Jack es un logro may¨²sculo no s¨®lo por ser la obra de una sola persona, sino por haber conseguido capturar la esencia de esos juegos de anta?o sin quedarse encorsetado en el homenaje (algo de lo que sufri¨® el primer Yooka-Laylee, por ejemplo) y tiene un mimo y un cari?o que s¨®lo podr¨ªa haber salido de un creador joven y alejado de una industria en la que cada vez m¨¢s, por desgracia, se vive de los grandes nombres. Total, un t¨ªtulo divertido, muy agradable de jugar y que sin hacer nada especialmente ¨²nico o memorable, s¨ª que vale mucho la pena y es el complemento perfecto (y superior en muchos casos) al modesto pero agradecido remake de Medievil del a?o pasado.
Lo mejor
- Un juego como los de antes, pero sin caer en los malos vicios del pasado
- La variedad de las armas y situaciones que ofrece la aventura
- Lo ha hecho s¨®lo una persona y tiene mejor acabado -jugable, visual- que muchos juegos de estudios establecidos
- Genial BSO y doblaje
Lo peor
- No es especialmente original
- Sencillito y poco desafiante, si esperas eso no lo encontrar¨¢s
- Podr¨ªa haber llevado m¨¢s lejos alguna de sus ideas
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.