Requiem en la oscuridad

Aunque uno est¨¦ m¨¢s o menos familiarizado con la mayor¨ªa de grandes t¨ªtulos (y con los no tan grandes tambi¨¦n) que salen para su plataforma favorita, en ocasiones sucede que alguna franquicia pasa desapercibida. En el caso de este redactor que suscribe, es menester decir que la saga Penumbra le era completamente desconocida hasta el momento de realizar este an¨¢lisis; Requiem es la tercera entrega de la saga (Overture y Black Plague fueron lanzados antes), si bien en este caso nos llega en formato de expansi¨®n que requiere el segundo de ellos - incluido en el dvd - para ser ejecutado.

Ampliar

Para poder opinar con algo m¨¢s de propiedad, hemos decidido jugar toda la serie desde el primer episodio para comprobar qu¨¦ a?ade exactamente esta nueva apuesta de Frictional Studios a la trilog¨ªa, ya que en teor¨ªa vendr¨ªa a cerrar el ciclo de inc¨®gnitas abiertas desde sus comienzos. Nuestra sorpresa, despu¨¦s de pasar unas cuantas horas agradables con esta aventura en primera persona distribuida por Friendware, es que Requiem constituye un punto y aparte con respecto a sus predecesores. Y no exactamente para bien.

Ampliar

Para la gente que no conozca el planteamiento de Penumbra, baste decir que se trata de vivir una experiencia de tensi¨®n y terror psicol¨®gico bastante conseguida; todo ello con el enfoque de un juego de disparos - sin disparos - y con capacidad para interactuar con la mayor¨ªa de objetos que vemos en pantalla. Como dec¨ªamos antes, estamos ante una aventura pero de las de tipo point-and-click, de manera que con el rat¨®n y apenas algunos botones del teclado podemos desenvolvernos perfectamente en un mundo oscuro lleno de puzzles y peligros que tenemos que resolver y sortear.

Ampliar

Todo ello envuelto en un fuerte hilo narrativo interesante (nuestro protagonista sigue la pista a las acciones de su padre, desaparecido tiempo atr¨¢s) lleno de gui?os hacia lo oculto, ruidos misteriosos que proceden de puertas que no se abren, enemigos que afectan tanto a nuestra salud f¨ªsica como mental, trampas que esquivar con nuestro ingenio y objetos que recoger para utilizarlos m¨¢s tarde. Digamos que contiene los elementos cl¨¢sicos de un Monkey Island pero en primera persona y ambientado por Lovecraft. M¨¢s o menos.

Ampliar

La interfaz de la serie, mantenida tambi¨¦n en Requiem, es bastante peculiar: al hacer click con los botones del rat¨®n podremos interactuar con los objetos como si fueran reales. Es decir, habr¨¢ que arrastrar las puertas con el mouse, levantar las piedras hacia arriba o lanzarlas hacia algo (o alguien), apilar cajas? y todo ello con mayor o menor dificultad dependiendo de c¨®mo lo agarremos, la distancia, etc. De forma que, en cierta medida, 'sentimos' cuando estamos interactuando mejor o peor con el escenario.

Ampliar

El principal problema de Penumbra: Requiem es que el enfoque que se le ha dado en esta ocasi¨®n es radicalmente distinto a Black Plague, la mejor de las dos entregas anteriores. Es como si se hubiera tomado la base de Penumbra, la ambientaci¨®n y el sistema de interfaz, pero se hubiese prescindido de la esencia del juego en s¨ª. Este Penumbra es menos Penumbra que los anteriores por una serie de razones que trataremos de discernir a continuaci¨®n.

No obstante, el primordial 'pero' que le podemos achacar al juego es su ausencia total y absoluta de hilo narrativo. Parece absurdo decirlo de un juego que, precisamente, una de sus bazas es la fuerza narrativa de su argumento, pero as¨ª es. En esta ocasi¨®n, empezamos en una especie de excavaci¨®n subterr¨¢nea sin saber exactamente qu¨¦ hacemos all¨ª, recorreremos el nivel en busca de un objeto (generalmente un orbe o m¨¢s de uno), resolveremos algunos puzles y saldremos m¨¢gicamente por un portal que nos llevar¨¢ a otro nivel distinto sin motivo aparente. Y as¨ª sucesivamente a lo largo de 9 fases. Hasta el final deja algo fr¨ªo incluso si se ha seguido la trama original desde el principio.

Con relativa frecuencia, no sabemos si debido a que ten¨ªamos el desarrollo de los dos anteriores muy reciente, no entendemos el por qu¨¦ de este cambio de orientaci¨®n en la serie. Es como estar sumergidos de vuelta en un cl¨¢sico veterano como King's Valley donde nuestro objetivo era resolver los misterios de esa fase para pasar a la siguiente, y punto. O tal vez, por citar un ejemplo veinte a?os m¨¢s reciente, Portal: vamos haciendo agujeros azules y naranjas para llegar de A hasta B y, una vez all¨ª, otro laberinto. Pues lo mismo en Requiem, pero sin pistola lanza-portales.

Ampliar

Frictional Studios han decidido crear una expansi¨®n completamente dedicada a la resoluci¨®n de nuevos rompecabezas para que nos estrujemos el cerebro y, eso s¨ª, lo cierto es que en muchos casos se consigue. Algunos consistir¨¢n en usar elementos del escenario posicion¨¢ndolos de forma distinta para poder avanzar, otros son puzles de tipo manivelas que se mueven simult¨¢neamente, llevar esto de aqu¨ª a all¨¢, desactivar primero una cosa para luego activar la siguiente, etc.

Ampliar

De hecho, estos puzles son lo ¨²nicamente satisfactorio del juego; incluso se han eliminado los enemigos que anta?o nos acechaban (incre¨ªbles aquellos momentos en que nos escond¨ªamos tras unas cajas mirando hacia la pared esperando no ser vistos) con lo que morir, aunque todav¨ªa posible - siempre nos podemos caer o electrocutar con una trampa, por ejemplo - es bastante dif¨ªcil. Y por supuesto hay todav¨ªa objetos de curaci¨®n que podemos llevar.

Ampliar

A ra¨ªz de que nombramos los objetos, otra simplificaci¨®n que Requiem trae bajo la manga es la casi eliminaci¨®n del inventario. Por un lado esto es algo bueno pues se elimina el cl¨¢sico jueguecito de ensayo-error que, personalmente, es algo de lo que solemos abusar en estos t¨ªtulos, haciendo alarde m¨¢s de nuestra paciencia que de nuestra pericia. Pero, por otro lado, simplifica bastante el sistema pues nos limitamos a interactuar con un objeto a la vez y todo tiene que producirse de forma bastante lineal.

Ampliar

Otra cosa que se ha erradicado con respecto a Black Plague es algo que era uno de los principales incordios del juego, la verdad: el combate. Dado que no hay enemigos, pues obviamente se hace innecesario pelear contra nadie. Lo ideal ser¨ªa haber resuelto un sistema que no funcionaba demasiado fluidamente, haberlo mejorado. Pues no, se ha erradicado por completo y problema resuelto; una pena, porque hubiese a?adido cierto toque de tensi¨®n que ahora ya no existe.

Ampliar

Al no haber nadie con qui¨¦n interactuar, ni amigo ni enemigo, se crea cierta sensaci¨®n de vac¨ªo en el juego. Ir acompa?ados de nuestra linterna o escuchar algunos fragmentos mediante grabaciones no es lo mismo que, ni que sea, poder matar a un perro zombi de vez en cuando. De hecho, aunque de vez en cuando uno oye murmullos tras una pared y se ilusiona con la posibilidad de contactar ni que sea con alguien que quiera matarnos, pronto caemos en la cuenta de que en esta aventura (que por cierto se termina de forma relativamente r¨¢pida) vamos a estar muy solos.

A nivel t¨¦cnico estamos ante pr¨¢cticamente lo mismo que vimos con Black Plague: nivel poligonal decente, bastante fluidez con la c¨¢mara y una f¨ªsica de los objetos que consigue lo que pretende sin demasiados alardes. Se echa de menos una mayor resoluci¨®n que la que ofrece, la verdad, porque con una tarjeta de 1 Gb de memoria RAM no era posible subirlo m¨¢s all¨¢ de los 1280 puntos, que en un monitor de 26 pulgadas se quedaban algo escuetos.

Siguen los mismos efectos y el mismo aspecto visual: oscuro, penetrante y angustioso. Solamente que le falta llenarlo de elementos, llam¨¦mosle 'enemigos', para hacerlo verdaderamente angustioso. A nivel de audio el juego responde bastante bien, pero las voces siguen estando en ingl¨¦s aunque los subt¨ªtulos se mantengan en castellano (en la versi¨®n de prensa, sin embargo, ambas cosas estaban en el idioma de Shakespeare). Murmullos, pisadas, golpes y dem¨¢s efectos de sonido siguen la l¨ªnea de sus predecesores.

Ampliar

Ampliar

Ampliar