Once Upon a Jester
- PlataformaPC7.5NSW7.5
- G¨¦neroAventura
- DesarrolladorBonte Avond
- Lanzamiento09/11/2022
- TextoEspa?ol
- VocesIngl¨¦s
- EditorCrunching Koalas
Once Upon a Jester, an¨¢lisis Switch. Teatro, m¨²sica y videojuegos
?rase una vez un fant¨¢stico grupo de m¨²sica que eligi¨® los videojuegos como veh¨ªculo expresivo.
Fue de los juegos que llamaron la atenci¨®n en el ¨²ltimo Indie World de Nintendo. Adem¨¢s del tr¨¢iler habitual, Once Upon a Jester, desarrollado por los holandeses Bonte Avond, contaron con entrevista e introducci¨®n de la mec¨¢nica e historia que encontrar¨ªamos en el juego. En el evento se presentaron de forma muy reveladora, casi como reza su web:
La La Land
Y es que el teatro musical llega a Switch y PC de la mano de las composiciones de los integrantes del estudio, todo ello grabado mayormente en la habitaci¨®n de la casa de uno de ellos. La banda sonora est¨¢ compuesta de 35 temas que se despachan en 37 minutos y 17 segundos. Ni en los tiempos m¨¢s speedicos del punk, oigan. La mayor¨ªa de las canciones son peque?as piezas pop de entre 20 y 40 segundos (la m¨¢s corta, 5 segundos, la m¨¢s larga, 3¡¯23¡¯¡¯). Todo esto responde al car¨¢cter de improvisaci¨®n con el que trabaja el grupo en lo que a m¨²sica se refiere, que muchas veces opta por inmortalizar las primeras tomas de las grabaciones, manteniendo as¨ª su frescura con un tono low-fi y amateur.
El doblaje es otro de los aciertos de Once Upon a Jester (localizado estupendamente al espa?ol por nuestro querido Ram¨®n M¨¦ndez). Los miembros del estudio interpretan con convicci¨®n a una veintena de personajes, y los dem¨¢s actores y actrices que se suman a la fiesta no le van a la zaga. Podemos imaginar las sesiones de grabaci¨®n, repletas de tomas falsas por las incontrolables explosiones de carcajadas. Es un buen rollo que se transmite en cada segundo del juego, animado con un estilo infantil y delicioso de dibujos y colores planos.
Una historia sobre encontrar tu lugar en el mundo
No hay espacio para lugares oscuros en Onece Upon a Jester. Aunque se atisban nubarrones en las vidas de sus personajes, el m¨¢gico envoltorio y las buenas intenciones ganan siempre la partida. Es uno de esos juegos que te hacen amar la vida y querer compartir tus mejores deseos con los dem¨¢s. Las situaciones planteadas est¨¢n repletas de los peque?os momentos que nunca olvidaremos. Y nos pasa a todos, que muchas veces recordamos detalles insignificantes que se han dado en situaciones importantes en nuestra vida, porque precisamente son esos espacios de magia los que convierten en especial las vivencias.
Esta historia en la que un par de simp¨¢ticos sinverg¨¹enzas se sacan de la manga una compa?¨ªa de teatro para llegar a un castillo en el que robar un diamante del tama?o de una calabaza, no es m¨¢s que el viaje interior hacia lo realmente importante. Se trata de un trayecto de autodescubrimiento en el que nos enamoraremos tanto de nuestros protagonistas como de cada estrafalario secundario que se cruce en nuestro camino.
Sonreiremos al recordar a ese buf¨®n y su colega, un calcet¨ªn de tramoya; a los chicos helado con sus voces estridentes (salvo uno de ellos, de voz grave y conflicto existencial a cuestas), a ese ¨¢rbol que busca sus ra¨ªces para sentirse parte de alg¨²n sitio, al alcalde de repipi acento franc¨¦s que suspira por el amor perdido, al rey v¨ªctima de la maldici¨®n del aburrimiento y de no poder ser ¨¦l mismo. Echaremos de menos al Wendigo bajista, al locutor de radio que no deja hablar a sus invitados, al oportunista vendedor, a nuestro enemigo cantor y su partener, la cabra que toca el piano¡
La repetitiva y dirigida mec¨¢nica de la improvisaci¨®n
Como dec¨ªamos, la improvisaci¨®n es la base de las incre¨ªbles canciones que escuchamos en el juego. Eso es lo que Bonte Avond quer¨ªan trasmitir en el juego. Pero no acaba de funcionar, porque si bien se nos dan opciones desde el titubeo para hacer avanzar las obras de teatro que representamos, entre las opciones posibles existe la correcta que arrancar¨¢ el benepl¨¢cito del p¨²blico, necesario para seguir avanzando.
Antes de cada representaci¨®n recibimos pistas de qu¨¦ espera el respetable esa noche sobre el escenario. El vendedor tendr¨¢ en su puesto calabazas y los habitantes del pueblecito o ciudad conversar¨¢n sobre lo que les gustan las historias de miedo. Improvisar de verdad sin tener en cuenta lo que quiere la platea pasar¨¢n a ser menos ramos de flores, la moneda que nos permitir¨¢ seguir nuestro camino hacia otras villas y de ah¨ª al castillo final.
Y resulta extra?o esto, porque si algo define a la m¨²sica indie, eso es obviar los gustos masivos para encontrar en las minor¨ªas y los nichos a las almas gemelas que conecten con la propuesta. El bell¨ªsimo pop de toques campestres de Bonte Avond entronca con delicados grupos como Belle & Sebastian, que han encontrado a su gente fuera de los grandes estadios. Es m¨²sica para enriquecer el alma en pubs alumbrados por l¨¢mparas taciturnas, peque?os clubs con sus mesas redondas desde las que cruzar sonrisas c¨®mplices con quienes tienes al lado, pisos de amigos en los que compartes sof¨¢ y miradas que no necesitan palabras, tardes en las que observas las nubes tumbado en la rivera del r¨ªo que cruza tu ciudad y noches en las que declarar amor eterno bajo las farolas que iluminan de forma intermitente las calles empedradas de la vieja Europa.
C¨®mo convertir un t¨ªtulo no rejugable en un imprescindible de tu mesilla de noche
Una vez terminado Once Upon a Jester hay poco m¨¢s que hacer. Las ¨²nicas opciones que aparecen tras los t¨ªtulos de cr¨¦dito m¨¢s lentos de la Historia del Videojuego (y con un ¨²nico tema musical instrumental en bucle. Con lo largo que se hace, resulta una oportunidad perdida al no soltar, una tras otra, las incre¨ªbles canciones que nos han enamorado durante el gameplay) solo nos permiten continuar desde el ¨²ltimo cap¨ªtulo o empezar de nuevo.
No hay elecci¨®n de cap¨ªtulo, ni una opci¨®n como poder interpretar las obras en un escenario de nuestro gusto donde bucear en las variantes disponibles ya sin la presi¨®n de tener que acertar o no con el p¨²blico. Y lo que es peor, no podemos acceder, si no es empezando de nuevo, a uno de los mejores ¨¢lbumes pop de este a?o.
Siendo una parte tan importante del juego, habr¨ªa sido estupendo, m¨¢gico, imprescindible a nuestro entender, desbloquear la m¨²sica al final del juego para poder escucharla siempre que quisi¨¦ramos. Disponible en Spotify y otras plataformas, queda disociada en ellas del lugar donde mejor respiran, en su casa, que es el propio juego. Switch ser¨ªa perfecta para haber acogido, como hace Super Smash Bros con su tracklist de m¨¢s de mil canciones, una opci¨®n de reproducci¨®n con la pantalla apagada. No habr¨ªa estado dem¨¢s tambi¨¦n poder repetir las que son interactivas y ver simplemente las que no, con sus subt¨ªtulos, en esos momentos tan especiales en las que aparecen.
Porque el juego, al no ser muy rejugable (detalle que no nos importar¨ªa si no fuera por lo que estamos contando), se convierte en bonito recuerdo cuando lo terminamos, pero nos vemos obligados a separarnos de ¨¦l recurriendo a otras plataformas para volver a sentir eso que lo hace tan especial, sus incre¨ªbles canciones. Por lo menos en Meristation estamos convencidos de que Once Upon a Jester se mantendr¨ªa por siempre en la memoria de la consola, y en la nuestra propia, de poder tener siempre a mano sus incre¨ªbles canciones. Que no fuera un concierto donde la m¨²sica termina cuando se apagan las luces del escenario, sino un bonito diario que ojear musicalmente para recordar de vez en cuando el bonito viaje vivido.
Conclusi¨®n
Once Upon a Jester no ser¨¢ el mejor juego del a?o, pero s¨ª es uno de los mejores ¨¢lbumes pop que hemos podido escuchar en 2022. Sus canciones fluyen con tal frescura y sencillez que hasta parece f¨¢cil hacer algo as¨ª, y nada m¨¢s lejos de la realidad. Se trata de melod¨ªas brillantes, delicadas, captadas en la magia del momento. Por eso nos fastidia que queden encerradas en un juego que, cuando termina, nos obliga a empezar de nuevo si queremos volver a escucharlas. Y ojo, no nos malentend¨¢is, Once Upon a Jester es un buen t¨ªtulo, de bonita factura y estupendos y divertidos di¨¢logos que sigue la estela pict¨®rica y musical de los anteriores trabajos del peque?o estudio holand¨¦s Bonte Avond. Est¨¦ticamente es una delicia, como las entregadas interpretaciones de sus actores y actrices, que son los mismos que han hecho el juego. Se trata de un t¨ªtulo peque?o, ¨ªntimo, que derrocha felicidad y buen rollo. Un juego que te contagia su felicidad y buenas intenciones en tiempos tan grises como los que estamos viviendo. Es pues un juego necesario que todo el mundo deber¨ªa probar como repelente de nubarrones. Definitivamente, en Once Upon a Jester comieron perdices.
Lo mejor
- Esconde en su interior uno de los mejores ¨¢lbumes de pop de 2022.
- Su est¨¦tica es deliciosa y acertada. Y el juego en s¨ª es pura frescura, felicidad y buen rollo.
- La interpretaci¨®n vocal del guion es divertida y entregada.
- Su descacharrante plantel de protagonistas y secundarios.
Lo peor
- Se vende como improvisaci¨®n lo que realmente es una mec¨¢nica dirigida y algo repetitiva.
- Se pierde la oportunidad de desbloquear la magn¨ªfica labor compositiva en una jukebox postjuego.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.