Nobody Saves the World, an¨¢lisis

El g¨¦nero de los action RPG se ha diversificado notablemente con el paso de los a?os dando lugar a estilos totalmente diferentes entre s¨ª, aunque siempre apetece volver a las ra¨ªces de los videojuegos de la ¨¦poca de los 8 y 16 bits. Todo ello para disfrutar de la esencia cl¨¢sica de una forma muy concreta de entender el videojuego, mezclando la jugabilidad pura con las posibilidades que ofrece la personalizaci¨®n y las habilidades del protagonista de turno. Y en Drinkbox Studios parece que han tomado este camino -aunque llevando el concepto totalmente a su manera- tras triunfar a lo grande con sus dos entregas de Guacamelee!, una saga metroidvania que ya no necesita presentaci¨®n. Y es aqu¨ª donde irrumpe con fuerza lo nuevo de los canadienses, Nobody Saves the World, un RPG de acci¨®n en 2D de estilo dungeon crawler y vista elevada, cimentado en aquello que hac¨ªan grandes a las aventuras de hace 30 a?os, aunque aportando una nueva forma de progreso tan original como adictiva basada en las transformaciones de Nadie, nuestro ¡°h¨¦roe¡±, y las posibilidades que ofrece mediante un sinf¨ªn de habilidades de lo m¨¢s hilarantes. Veamos si Nobody Saves the World logra hacerse un hueco entre lo m¨¢s granado del g¨¦nero en nuestro an¨¢lisis para PC, Xbox One y Xbox Series, sistemas para los que ya est¨¢ el juego disponible por 24,99 euros o como parte del cat¨¢logo de Xbox Game Pass.

Nadie y su cruzada para salvar el mundo

Siguiendo las pautas cl¨¢sicas de los juegos de rol, tomamos el control de un h¨¦roe mundano que de pronto despierta con un ¨²nico objetivo: salvar el mundo, en esta ocasi¨®n, de ¡°La Calamidad¡±. Pero Nobody Saves the World lo lleva incluso m¨¢s all¨¢, presentando a Nadie, un personaje totalmente gen¨¦rico, sin personalidad, de expresi¨®n triste y sin ning¨²n tipo de habilidad m¨¢s all¨¢ de dar alg¨²n que otro guantazo. Pero pronto nuestro as¨¦ptico protagonista se har¨¢ con la varita de Nostramagus, cuyo poder no es otro que el de transformar a su portador en una gran variedad de criaturas, a cada cual m¨¢s c¨®mica e inesperada. Desde un ¨¢gil caballo a una lenta tortuga, pasando por un caballero, una arquera, un zombi, un ¡°cachas¡±, un mago, una sirena o un rat¨®n con muy malas pulgas, por citar solo algunos de un amplio plantel de personalidades. Y como no pod¨ªa ser de otra manera, cada una de estas transformaciones presenta sus propias habilidades, estad¨ªsticas, ataques y m¨¢s, todo ello mediante desaf¨ªos y misiones que nos permitir¨¢n subir de nivel y desbloquear nuevas formas.

De un modo u otro, cada una de estas transformaciones equivale a las cl¨¢sicas clases de los RPG, aunque en este caso llevadas un paso m¨¢s all¨¢. Como resultado tenemos una amalgama de posibilidades a nivel de mec¨¢nicas y de jugabilidad pocas veces vistas en un mismo t¨ªtulo; m¨¢s a¨²n en un juego de corte indie como el que nos ocupa. Por ejemplo, y sin ir m¨¢s lejos, el caballero blandir¨¢ con fuerza su espada, el caballo atacar¨¢ con brutales coces, la arquera demostrar¨¢ una gran pericia con las flechas y el mago se valdr¨¢ de varios trucos para acabar con sus enemigos, cartas en mano. Y esto es solo una peque?¨ªsima muestra de lo que tiene el juego por ofrecer a nivel de variedad. Y por si fuera poco, y a medida que subamos de nivel y desbloqueemos habilidades, podremos mezclar las de unos con las de los otros, dando lugar a builds totalmente originales que se adapten tanto al jugador como a la mazmorra de turno que queramos completar.

Y hablando de mazmorras, lo nuevo de Drinkbox Studios combina la exploraci¨®n de un mapa de considerable tama?o con una gran cantidad de pueblos, personajes, secretos y m¨¢s, con la presencia de numerosas mazmorras, unas principales y otras secundarias, que podremos completar para avanzar en la historia, ganando as¨ª experiencia y recompensas en forma de dinero y completando los ansiados desaf¨ªos de personajes. Muy al estilo de lo que cabr¨ªa esperar de un The Legend of Zelda como A Link to the Past, por citar un gran cl¨¢sico. Desde luego, en Nobody Saves the World uno nunca se aburre; siempre hay algo que hacer.

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Aunque lo que hace a¨²n m¨¢s interesante a la aventura de Nadie es que las mazmorras se generan de forma aleatoria, con lo que con cada nueva entrada se nos presentar¨¢ un reto diferente. Adem¨¢s, para acceder a cada mazmorra se nos pedir¨¢ un n¨²mero determinado de varitas m¨¢gicas -adem¨¢s de un nivel de personaje recomendado-, varitas que conseguiremos al completar los numerosos desaf¨ªos de personajes a trav¨¦s de un progreso que se va retroalimentando constantemente. Todo ello hace de Nobody Saves the World un reto continuo que desaf¨ªa al jugador a trav¨¦s de un fant¨¢stico equilibrio entre desarrollo tradicional y roguelike.

Y es que entre la gran variedad de transformaciones y las enormes posibilidades a nivel de personalizaci¨®n para afrontar cada tramo de la aventura, Nobody Saves the World tiene mucho que ofrecer al aficionado a los action RPG de corte cl¨¢sico. Todo ello aderezado por el ya reconocible sentido del humor de sus creadores y un dise?o art¨ªstico marca de la casa basado en dise?os estramb¨®ticos rebosantes de car¨¢cter, adem¨¢s de un guion completamente hilarante que nos arrancar¨¢ m¨¢s de una carcajada por lo absurdo de su planteamiento.

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Un conjunto que se desenvuelve con soltura a trav¨¦s de las 20 horas -algunas m¨¢s para los m¨¢s completistas- y una dificultad bien ajustada, con numerosos puntos de guardado y generosos botines y objetos de salud; eso s¨ª, afrontar determinados combates con el nivel justo o insuficiente ser¨¢ un aut¨¦ntico reto, puesto que el nivel de exigencia a los mandos no es balad¨ª. Sin embargo, la f¨®rmula termina de explotar cuando probamos el cooperativo a dos; un modo de juego realmente divertido.

Eso s¨ª, el t¨ªtulo presenta algunas flaquezas que r¨¢pidamente detectaremos; tales como la necesidad de grindeo en determinados puntos, ya sea para subir de nivel o para lograr completar aquel desaf¨ªo de personaje que se nos atraganta y nos impide seguir progresando con normalidad. En ello tiene mucho que decir la necesidad de desbloquear las citadas varitas para obtener acceso a mazmorras que nos abran el paso a nuevas zonas del mapa. Son peque?as trabas que debemos aprender a gestionar para exprimir al m¨¢ximo a la aventura.

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Otro aspecto mejorable es una sensaci¨®n de monoton¨ªa que puede empezar a florecer tras la decena de horas; o el frenes¨ª visual que supone luchar contra decenas de enemigos en salas peque?as con la dificultad que conlleva identificar a un rival concreto, su flaqueza -mediante diferentes iconos sobre sus cabezas- o nuestro propio personaje.

Pero pasemos a aspectos m¨¢s llamativos; y nunca mejor dicho. Y es que si por algo destaca Nobody Saves the World es por su colorida y original apuesta audiovisual. Los gr¨¢ficos dibujados a mano son una aut¨¦ntica delicia, tanto por variedad como por paleta de colores e incluso animaciones. Y nos acompa?an una retah¨ªla de temas musicales r¨ªtmicos -que s¨ª, que en ocasiones se hacen repetitivos- que marcan muy bien el ritmo de los combates -obra de Jim Guthrie, compositor de juegos como Below- junto a unos efectos verdaderamente tronchantes. Adem¨¢s, el juego llega con los textos localizados al castellano.