Mutant Year Zero: Road to Eden, an¨¢lisis

Por Sergio G¨®mez - @sirsergioser

Un cerdo, un pato y otros mutantes antropom¨®rficos entran a un bar con una boombox cl¨¢sica y despu¨¦s se van a un g¨¦lido p¨¢ramo post apocal¨ªptico en la b¨²squeda de chatarra para sobrevivir. No es un chiste ni una f¨¢bula, sino una de las situaciones premisa de Mutant Year Zero: Road to Eden, el primer t¨ªtulo del estudio sueco The Bearded Ladies. Una obra que apuesta por la estrategia t¨¢ctica por turnos que abraza lo visto en la saga XCOM y la rodea con una ambientaci¨®n y mec¨¢nicas propias para crear una idiosincrasia ¨²nica.

Con unas mec¨¢nicas s¨®lidas a nivel jugable y una atm¨®sfera muy lograda, Mutant Year Zero: Road to Eden se mimetiza con sus protagonistas para mutar como juego y crear una obra satisfactoria y atractiva que se diferencia de otras similares en el g¨¦nero gracias a que integra elementos de exploraci¨®n, sigilo y RPG. Unos a?adidos que lo convierten en una experiencia muy completa.

Un mundo post-apocal¨ªptico con personalidad

El primer elemento que llama la atenci¨®n de Mutant Year Zero: Road to Eden son sus protagonistas, los dos personajes mutantes con los que se inicia la aventura (y a los que se unir¨¢n m¨¢s durante el transcurso de la misma): Bormin y Dux. Un jabal¨ª y un pato antropom¨®rficos. Su presencia deja claro que estamos en un mundo diferente y en cuanto nos adentremos en ¨¦l descubrimos lo que ha ocurrido. Una distop¨ªa ut¨®pica por lo bien reflejada que est¨¢. La humanidad fue arrasada a consecuencia de una guerra nuclear, una epidemia y el deshielo. El ¨²nico reducto de civilizaci¨®n es El Arca y al resto se le conoce como La Zona, un ¨¢rea hostil llena de peligros. Nuestros protagonistas son merodeadores y gracias a su condici¨®n de mutantes han desarrollado habilidades especiales que les convierte en sujetos id¨®neos para buscar suministros en La Zona.

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Es en La Zona donde el jugador puede conocer m¨¢s del mundo en el que se encuentra y del que qued¨® atr¨¢s. La exploraci¨®n, mec¨¢nica clave del t¨ªtulo, permite el desplazamiento en tiempo real por los diferentes escenarios. En ellos podemos presenciar el legado de las cat¨¢strofes ocurridas: edificios cubiertos de vegetaci¨®n, helic¨®pteros estrellados, coches sepultados, tiendas de campa?a de supervivientes con cad¨¢veres junto a ellas¡­ En ocasiones los personajes dialogar¨¢n explicando lo que sienten al llegar a un ¨¢rea nueva o podremos interactuar con diferentes elementos del entorno, as¨ª como leer notas.

Los objetos que encontremos como armas o armaduras ofrecen descripciones con las que conocer m¨¢s de este mundo. Por ejemplo, los artefactos de los Antiguos (como se conoce a los humanos que poblaban el planeta antes de la cat¨¢strofe) destilan mucha originalidad y humor en sus descripciones por la incomprensi¨®n hacia los mismos por parte de los protagonistas del juego. As¨ª, lo que para el jugador ser¨ªa una boombox (o radio-cassete), para ellos es un extra?o artilugio que tiene una bomba en su interior y explotar¨¢ si se pulsa el bot¨®n rojo que posee.

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Mec¨¢nicas s¨®lidas al servicio de la exigencia

Si Dark Souls ha contribuido a popularizar un g¨¦nero conocido como el soulslike, XCOM hizo lo mismo con Enemy Unknown, a una escala menor en los ¨²ltimos a?os, con los t¨ªtulos de estrategia t¨¢ctica por turnos. Fruto de esto han llegado propuestas que beb¨ªan de dicha franquicia. Entre ellas encontramos el aclamado Mario + Rabbids Kingdom Battle de Switch o el menos destacado Hard West de PC. Mutant Year Zero: Road to Eden se suma a estos y lo hace aceptando y mostr¨¢ndose orgulloso de su referencia principal y potenci¨¢ndola para saber diferenciarse de otras propuestas.

El combate es la mec¨¢nica central y resolutiva en la historia de Mutant Year Zero: Road to Eden y The Bearded Ladies ha optado por seguir el estilo de XCOM, cogiendo elementos de este como un HUD m¨¢s que reconocible, pero dejando muy claras las particularidades que han a?adido para diferenciarse como si se trataron de alelos mutados: la exploraci¨®n, el sigilo, la progresi¨®n de RPG y la ya citada ambientaci¨®n.

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Mu¨¦vete

En Mutant Year Zero: Road to Eden, el desplazamiento es en tiempo real hasta que llegamos a la hora del combate y esto es lo que nos permite movernos por los escenarios libremente para explorarlos en la b¨²squeda de chatarra (funciona a modo de dinero y est¨¢ limitado), partes de armas (necesarias para mejorar las armas) y antiguos artefactos, as¨ª como para conocer m¨¢s de ellos como se mencionaba en el ep¨ªgrafe anterior.

Son los jugadores quienes deciden c¨®mo moverse por cada escenario y quienes avanzan por el mismo para acudir al siguiente tras un breve tiempo de carga. Hay un mapa global que nos informa de donde nos encontramos y existe la posibilidad de viajar r¨¢pido una vez hemos visitado dicha ¨¢rea. As¨ª podemos tomar un papel activo recorriendo cada zona, buscando objetos y chatarra dispersa y observando los detalles que nos permiten conocer m¨¢s de su mundo.

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No en vano, la exploraci¨®n sobre todo sirve a un prop¨®sito estrat¨¦gico de cara a abordar los encontronazos con enemigos. Moverse permite esquivar enfrentamientos contra unidades m¨¢s poderosas, as¨ª como posicionarse para abordar cada batalla desde un lugar favorable. Tomar una cobertura, rodear al enemigo abatir o cazar a los rezagados son acciones fundamentales.

La cautela apremia

El sigilo gana mucho protagonismo para emboscar a los enemigos apartados de un grupo sin alertar al resto haciendo uso de armas sigilosas. Y es que no es lo mismo abordar una escaramuza contra cinco enemigos que hacerlo contra tres o cuatro si previamente hemos acabado con los despistados. Por ello es importante explorar el escenario y analizar las diferentes posibilidades que tenemos. ?Posicionarnos para tomar una cobertura, descargar todos nuestros ataques sigilosos contra un enemigo d¨¦bil al descubierto o tratar de abatir primero al m¨¢s poderoso sin importar hacer ruido? El desplazamiento en sigilo nos permite trazar nuestro plan. Para ello hay que apagar la linterna de nuestros protagonistas, de manera que los rivales tengan menos rango de visi¨®n y podamos sortearlos. As¨ª, la mec¨¢nica de sigilo se integra muy bien con la idea de que La Zona es un ¨¢rea hostil y peligrosa en el que hay que andar con cuidado.

El principal problema que tiene este sistema es que se antoja algo limitado a nivel de interacci¨®n pues b¨¢sicamente solo consiste en apagar una linterna, esquivar el c¨ªrculo de visi¨®n del enemigo y tomar o avanzar posiciones. Y m¨¢s all¨¢ de tender emboscadas solo sirve para evitar enfrentamientos puntuales, algo que realmente puede ser contraproducente ya que se deja de ganar experiencia.

Virtuoso y exigente en las refriegas

Cuando el sigilo falla es el momento de entrar al combate por turnos y m¨¢s vale estar posicionado en una cobertura y con visi¨®n hacia los enemigos. Es en estos momentos cuando brilla el juego. Una situaci¨®n que parec¨ªa estar controlada puede llegar a tornarse en un caos si no hemos explorado y eliminado a los rezagados o si hay un grupo colindante que puedan escuchar nuestros disparos y venir a por nosotros. Lo que cre¨ªamos que era un tres contra tres puede acabar torn¨¢ndose en un tres contra seis que termine siendo una derrota total o una ¨¦pica victoria.

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El sistema de combate toma prestado muchos elementos de XCOM: Enemy Unknown tanto en la interfaz que deja clara toda la informaci¨®n fundamental a simple vista como en las mec¨¢nicas de cobertura. Quienes probaron el t¨ªtulo de Firaxis podr¨¢n reconocerlas. Los datos que tenemos en pantalla son clave para elaborar una estrategia pues hay muchos factores a tener en cuenta para determinar la estrategia a seguir. Hay enemigos que pueden cargar contra nosotros y noquearnos, francotiradores que esperar¨¢n en guardia para dispararnos al m¨ªnimo movimiento, otros que alertar¨¢n a otras unidades, robots que reviven a otras unidades o una especie de mutantes que pueden hacer control mental o lanzar rayos. Algunos estar¨¢n en las alturas, otros tras una cobertura¡­ En base a ello nos interesar¨¢ m¨¢s usar determinadas armas, incorporarles modificaciones especificaciones o hacer uso de las habilidades concretas de X personaje. Un sistema muy s¨®lido que premia al jugador que estudia sus posibilidades.

Obviar alguno de estos factores puede llevarnos al fracaso o a superar un combate con una importante p¨¦rdida de salud, algo que nos interesa poco por la limitaci¨®n de chatarra que hay y el coste de los botiquines. Y es que la sensaci¨®n de supervivencia en un mundo hostil se logra en parte a esta capacidad de hacernos sentir que es dif¨ªcil obtener medicinas por lo caras que resultan, la poca frecuencia con la que se encuentran en el escenario y la dificultad de los combates. Esto es un mundo desaprensivo. Cabe destacar que cuando un personaje muere en un combate, tendremos varios turnos para curarle y que vuelva a la batalla. De no hacerlo caer¨¢ y si salimos victoriosos, al final del enfrentamiento, volver¨¢ a la vida. Si caen los tres mutantes durante la contienda, el letrero de Game Over aparecer¨¢. De hecho, conforme el juego avanza y entramos en su din¨¢mica, las refriegas se vuelven mucho m¨¢s cruentas, momento en el que hay que sacar el estratega que tenemos dentro si queremos salir victoriosos. Es entonces cuando el t¨ªtulo resulta muy satisfactorio. Podemos liarnos a tiros desde nuestra posici¨®n, asaltar a los enemigos para flanquearles teniendo as¨ª m¨¢s posibilidades de impactar, ocultarnos para hacer un disparo cr¨ªtico, lanzar granadas para romper coberturas e incluso hacer que caigan enemigos de superficies elevadas, atrincherarnos para protegernos, controlar mentalmente a un soldado, bloquear la visi¨®n enemiga con bombas de humo¡­ las posibilidades son muchas.

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La dificultad es, precisamente, uno de los apartados en los que hay que hacer hincapi¨¦ en Mutant Year Zero: Road to Eden. Este es un factor que ayuda a la inmersi¨®n en su ambientaci¨®n. Estamos en un mundo devastado, la supervivencia no es f¨¢cil y hay m¨¢s elementos hostiles que amigos, por ende, la vida no es f¨¢cil y hay que andar con cuidado. As¨ª, el t¨ªtulo quiere que se planifiquen los combates y la gesti¨®n de los recursos.

Al comienzo nos permite elegir 3 dificultades: normal, dif¨ªcil y apocal¨ªptico. La que el juego recomienda como un punto intermedio es la dif¨ªcil, creada para los usuarios con algo de experiencia en el g¨¦nero y la escogida para realizar este an¨¢lisis. Tambi¨¦n existe una modalidad conocida como Mutante de Hierro (en homenaje a XCOM) en la que hay muerte permanente y no se puede guardar partida, elementos que hacen considerablemente m¨¢s dura la aventura.

Y es que una de los contras de este t¨ªtulo viene derivado de dicha dificultad. Debido a la exigencia de sus combates es f¨¢cil morir y tener que cargar una partida anterior. Esto puede llevar a entrar en una din¨¢mica de guardar y cargar para superar determinados enfrentamientos, hecho que puede acabar sinti¨¦ndose como obst¨¢culo de cara a la inmersi¨®n.

Aderezo rolero

Todas sus variables estrat¨¦gicas, adem¨¢s, se ven reforzadas por los elementos de RPG que posee en relaci¨®n a las habilidades, la progresi¨®n y el equipo. Al comienzo, los ¨²nicos personajes con los que contamos son Bormin y Dux. El primero, por ejemplo, es capaz de convertirse en un tanque con mucha vida y la capacidad de endurecer su piel para volverse invulnerable para as¨ª atraer a los enemigos hacia ¨¦l o bien hacer de ¨¦l un asaltante capaz de flanquear a los enemigos r¨¢pidamente para noquearles y rematarles con un tiro doble. El segundo, en cambio, es m¨¢s ¨²til buscando las alturas para hacer disparos cr¨ªticos, apostando por las largas distancias y el estar oculto. Posteriormente se desbloquean m¨¢s personajes hasta tener un total de cinco y cada uno posee con diferentes habilidades. No obstante, algunas de ellas llegan a repetirse, un aspecto donde se echa en falta una mayor variedad teniendo en cuenta la cantidad de sujetos controlables que hay.

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Este tipo de habilidades se desbloquean conforme los personajes obtienen experiencia tras los combates y suben niveles. Cada uno de ellos podr¨¢ tener activada una mutaci¨®n pasiva, una leve y una grave, las cuales se pueden cambiar en cualquier momento fuera del combate. A la hora de los enfrentamientos, podremos usarlas y para recargarlas tendremos que matar enemigos. Las leves requieren de dos bajas, mientras que las graves, de tres. Esto a?ade una capa m¨¢s de complejidad a las contiendas, pues en determinadas ocasiones quiz¨¢s queramos matar a un enemigo en el turno de un personaje para que as¨ª otro tenga disponible una habilidad espec¨ªfica para usarla en el suyo.

Otro de los aspectos estrat¨¦gicos y roleros es la gesti¨®n del equipo. Los personajes podr¨¢n equiparse armaduras, cascos, armas y granadas. Cada una de ellas tiene sus propios atributos y las hace especiales y diferentes, siendo las armas lo que da m¨¢s juego. Entre estas podremos encontrar pistolas, escopetas o fusiles, entre otras, y todas ellas podr¨¢n ser mejoradas con piezas que se pueden conseguir en el mapa, en el bot¨ªn que dejan los enemigos o rompiendo algunas que no queramos utilizar. Tambi¨¦n se pueden especializar con accesorios que nos permiten mejorar la posibilidad de hacer un disparo cr¨ªtico, el alcance de tiro e incluso tener la posibilidad de quemar a un enemigo o aturdir a una unidad rob¨®tica.

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El t¨ªtulo, entre otros de sus componentes roleros, nos permite adem¨¢s explorar otras zonas del mapa para ganar nivel, encontrar mejor equipamiento y conseguir artefactos que intercambiar por unas habilidades ¨²nicas que podemos obtener en El Arca.

Con todo lo aqu¨ª expuesto, Mutant Year Zero: Road to Eden construye un sistema en el que nos invita a ser afanosos explorando sus escenarios, observando el terreno de batalla, maniobrando y ubicando a nuestro escuadr¨®n, equipando las armas y habilidades adecuadas, emboscando a los enemigos rezagados y yendo a la batalla para salir victoriosos.

Trama sencilla que va a m¨¢s

Con una ambientaci¨®n y unas mec¨¢nicas jugables m¨¢s que notables, Mutant Year Zero: Road to Eden languidece ligeramente en la historia que plantea y en el desarrollo de sus personajes. Su premisa es simple: Hay que encontrar a un merodeador de El Arca que ha desaparecido y del que poco sabe el jugador. As¨ª comienzan su aventura Bormin y Dux, dos personajes que resultan carism¨¢ticos y de los que podremos conocer m¨¢s a base de interactuar con el entorno y de algunas secuencias cinem¨¢ticas que aparecen con im¨¢genes fijas y texto sobre ellas. No obstante, la trama principal no logra crear un hilo conductor fuerte hasta el ¨²ltimo tercio final, momento en el que aparecen ciertas inc¨®gnitas que invitan a querer saber m¨¢s, as¨ª como los enfrentamientos m¨¢s desafiantes y satisfactorios de realizar. Hasta entonces, es su ambientaci¨®n y el gusto por descubrir nuevos entornos y retos lo que nos lleva a visitar los escenarios principales y las bifurcaciones que podemos tomar para ganar experiencia, mejorar nuestro equipo. As¨ª crea una historia que puede llegar a durar entre 15 y 20 horas de duraci¨®n y que ofrece poca rejugabilidad. M¨¢s all¨¢ de probar el modo Mutante de Hiero o una dificultad superior para superar sus retos, el t¨ªtulo no permite explorar otro final o buscar ¨¢reas nuevas o secretos que no hubi¨¦ramos visto ya en las zonas principales o en las ¨¢reas opcionales.

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Respecto a los personajes, los que se unen a nuestro escuadr¨®n durante la aventura no resultan tan atractivos como Bormin y Dux y terminan sinti¨¦ndose como herramientas que utilizamos en funci¨®n de las necesidades de cada combate en lugar de sujetos. De hecho, algunos de ellos no pronuncian palabra alguna en las cinem¨¢ticas est¨¢ticas y no aparecen en ninguna hasta el final.

En El Arca, nuestro refugio principal podemos visitar al Anciano, l¨ªder de los supervivientes que aqu¨ª habitan y art¨ªfice de esta misi¨®n. Este ¨²ltimo nos aportar¨¢ informaci¨®n sobre el mundo y sobre nuestra tarea cuando acudimos a ¨¦l tras avanzar en la trama. Adem¨¢s, en esta guarida, podemos acceder a otras tres donde podemos obtener nuevas habilidades, comprar y mejorar equipamiento y conseguir otros suministros. Los due?os de dichos establecimientos tambi¨¦n tienen algo que decirnos de vez en cuando sobre el universo, pero es m¨¢s informaci¨®n contextual que un aliciente sobre la trama.

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Notable a nivel t¨¦cnico pero con carencias

Uno de los aspectos m¨¢s llamativos del juego de The Bearded Ladies es el apartado gr¨¢fico que contribuye a que su mundo tenga un acabado muy pulido. No es nada revolucionario pero cumple con solvencia y gracias a ¨¦l es posible discernir los m¨²ltiples detalles que hay en sus escenarios que permiten apreciar su narrativa ambiental o los diversos efectos visuales que aparecen en pantalla durante los combates. Todo fluye de manera natural, aunque al cambiar de ¨¢rea del mapa, el t¨ªtulo experimenta un par de segundos con bajadas de rendimiento que se traduce en ralentizaciones y en cortes de sonido. Tambi¨¦n cabe rese?ar un hecho puntual que sufrimos a mitad del juego. Tras entrar a una zona nueva y volver a la anterior, el t¨ªtulo se cerr¨®. Al iniciar nuevamente, los datos de autoguardado se hab¨ªan da?ado, pero pudimos continuar la partida con el guardado manual que hab¨ªa realizado 5 minutos antes. Un error que, aunque solo nos ocurri¨® una vez, pudo habernos llevado a una desagradable sorpresa sin arreglo.

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A nivel de audio, presenta una amplia variedad de sonidos tanto para las pisadas de los personajes en diferentes terrenos como para las diversas armas que podemos utilizar, reconocibles entre s¨ª gracias a ello. Las voces de sus personajes, en ingl¨¦s y subtituladas al castellano, nos acompa?an a lo largo de la aventura, escuch¨¢ndose en momentos puntuales cuando debemos saber algo trascendente de la historia. La banda sonora cuenta con varios temas que contribuyen a crear una atm¨®sfera de tensi¨®n y desconocimiento ante los siguientes pasos que vamos a dar. En la recta final, aparecen algunos que destacan por potenciar esta sensaci¨®n de thriller ante los descubrimientos que realizamos.

Mutant Year Zero: Road to Eden juega sobre seguro y va de frente. Como si se tratara de un plato de cocina tradicional, utiliza unos ingredientes cuyos sabores ya se conocen en el paladar y tienen garantizada una amplia aceptaci¨®n. Lo modifica levemente abrazando sus reconocidas virtudes y lo hace ¨²nico con su propio aderezo y un punto de cocci¨®n distinto. No reinventa ni deconstruye nada, as¨ª como no se distrae con florituras pretenciosa, pero el loable esfuerzo realizado para hacer algo diferente deja un buen sabor de boca gracias a una base s¨®lida y consistente. Un disfrute y una experiencia para el aqu¨ª y el ahora que deja con ganas de m¨¢s. No porque sepa a poco o no sacie, sino porque su premisa no empalaga y alcanza cotas de gran calidad en el regusto final que demuestra que hay tablas para ir a m¨¢s.