Mount & Blade: With Fire & Sword, Impresiones

Mount & Blade continua expandiendo horizontes. Este simulador de combates medievales, considerado el m¨¢s realista del mercado, planea una nueva incursi¨®n y para ello ha equipado un poco mejor a sus soldados. Con la versi¨®n de prueba en nuestro poder, vamos a echar un vistazo a las nuevas caracter¨ªsticas que llegar¨¢n con el lanzamiento de la segunda secuela del t¨ªtulo de Taleworlds, editado por Paradox.

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La primera entrega de esta serie comenz¨® como un desarrollo independiente, sin demasiadas pretensiones, pero pronto acapar¨® la atenci¨®n de Paradox que se decidi¨® a distribuir el t¨ªtulo. Y es que estamos hablando de un juego muy especial en muchos sentidos. Mount & Blade ha sido el primer t¨ªtulo en lograr una verdadera inmersi¨®n medianamente realista en lo que a combates en la Edad Media se refiere. Los jugadores estamos acostumbrados a movimientos imposibles, tajos cercenadores y sobrecogedores impactos cr¨ªticos? pero la realidad es, al menos en este caso, muy distinta.

Ni combatir con una armadura pesada cargando una espada de acero de varios kilos de peso no era una tarea para la que todos estuviesen preparados, ni disparar una flecha certera contra un enemigo en movimiento cubierto por un gran escudo de torre no es tan simple como nos hace creer Robin Hood. Sin embargo, hab¨ªa un elemento demoledor en las batallas medievales: las monturas. Un caballo de batalla es una bestia entrenada para la lucha, y una embestida de este animal pod¨ªa suponer graves heridas. Haci¨¦ndose eco de esta verdad, Talewords desarroll¨® Mount & Blade.

El t¨ªtulo se populariz¨®, ya antes de que Paradox entrase en juego, muy ayudado por la gran cantidad de modificaciones que una f¨¦rtil comunidad de usuarios pon¨ªa sobre la mesa. Y no hay nadie m¨¢s cr¨ªtico que esa propia legi¨®n de seguidores, por lo que hace poco m¨¢s de un a?o sus plegarias fueron escuchadas, al menos en parte. El lanzamiento de la segunda entrega, con el nombre de Mount & Blade: Warband, a?ad¨ªa la posibilidad de participar en batallas multijugador, aunque seguir¨ªa sin permitir que los usuarios pudieran llevar a cabo una campa?a colaborativa.

Mientras el juego segu¨ªa creciendo, a un ritmo poco controlado por sus desarrolladores, cada vez se hac¨ªa m¨¢s patente que los usuarios buscaban algo m¨¢s. Esta nueva versi¨®n intenta solucionar una de las carencias m¨¢s evidentes de las dos entregas anteriores: la falta de una ambientaci¨®n realmente interesante. Es cierto que Calradia puede proporcionarnos horas de diversi¨®n, pero un buen hilo argumental podr¨ªa lograr que menos usuarios tuvieran que recurrir a modificaciones para hacerse con una historia m¨¢s familiar y, por lo tanto, m¨¢s agradecida a la hora de ser jugada.

Una de las principales novedades de With Fire & Sword es que su historia se ha basado en la novela ?The Black Hetman', obra de Alex Trubnikov. Este texto se ambienta aproximadamente en el siglo XVII, y cambia las tierras de Calradia por la Europa del Este de dicha ¨¦poca. El soporte de una novela dota a Mount & Blade de una continuidad que en anteriores ocasiones era dif¨ªcil de conseguir. El nombre del juego proviene de la novela de Henryk Sienkiewicz, ?With Fire and Sword', y es que algunos nombres de personajes han sido tomados de la misma. Desde luego, no habr¨¢ sido por falta de inspiraci¨®n.

En la primera misi¨®n, que comenzar¨¢ en cuanto acabemos de crear al personaje, tendremos la ocasi¨®n de repasar los movimientos y dar un par de disparos. Las armas de esta ¨¦poca son extremadamente lentas (en realidad eran extremadamente lentas y muy peligrosas para sus portadores) con lo que hay que reservar los tiros para momentos oportunos, dado que recargar nos va a costar un buen rato: hay que sacar los restos del proyectil, meter p¨®lvora, prensarla? Nuestra opci¨®n principal tiene que seguir siendo un arma de cuerpo a cuerpo, y las armas de fuego un complemento demoledor.

Su funcionamiento es exacto al de las armas de proyectil en versiones anteriores. Al cambiar a un arma de fuego veremos como el cursor se transforma en una mira formada por tres secciones. Cuanto m¨¢s separadas est¨¦n las secciones, es decir, cuanto menos se parezca la mira a un c¨ªrculo peque?ito, habr¨¢ m¨¢s posibilidades de que el disparo salga desviado. La verdadera potencia de las nuevas opciones de armamento la encontramos con las pistolas, complemento perfecto para un espadach¨ªn, y si contamos con tropas de mosqueteros que disparen en la misma direcci¨®n.

Seguimos con las novedades, porque el sistema de gesti¨®n para pueblos y ciudades ha sido mejorado. Se han revisado las opciones de construcci¨®n en estos lugares, y se ha incluido un sistema bancario para manejar nuestras finanzas, de manera que podremos crear nuestras propias caravanas comerciales, pedir pr¨¦stamos? Aunque estas caracter¨ªsticas hab¨ªan existido anteriormente, contar con ellas de base es una buena idea. Lamentablemente, no hemos podido ver si las facciones controladas por la IA hacen uso de este sistema, lo que se convertir¨ªa en un aspecto muy interesante.

Tambi¨¦n se permite la personalizaci¨®n de las tropas, al menos en lo que a armamento y uniforme se refiere, otra de las caracter¨ªsticas m¨¢s solicitadas por la comunidad. Estas tropas pueden pertenecer a alguna de las 5 facciones existentes (Polonia, Mosc¨², Cosacos, Suecia y Crimea) o ser bandidos y dem¨¢s cala?a fuera de la ley de cualquier se?or.  Por supuesto, todo ha sido redise?ado para dar cabida a la nueva ambientaci¨®n, desde las armas y amaduras hasta el aspecto de los edificios o distribuci¨®n de las villas, aunque no hay una mejora evidente en calidad visual ni en su banda sonora.

La l¨ªnea argumental no es obligatoria, y funciona con el mismo sistema de misiones que ya exist¨ªa anteriormente. Esto nos permite desviarnos todo lo que queramos, explorar y subir de nivel (hasta 6 en la versi¨®n ?shareware') con la oportunidad de retomar la acci¨®n principal en cualquier momento. En la versi¨®n de prueba no hemos podido jugar las suficientes misiones como para estimar la calidad del argumento, pero lo que se ha visto parece bastante interesante. Por supuesto, es imposible pasar por estas nuevas caracter¨ªsticas sin imaginarse lo que una buena modificaci¨®n podr¨¢ hacer con ellas.

Se sabe que esta nueva versi¨®n tendr¨¢ opci¨®n multijugador, similar a la de Warband pero con el a?adido de las armas de fuego. Ser¨¢ interesante ver como ej¨¦rcito de jugadores, armados con mosquetes y granadas, se enfrentan contra otro bando en el que ¨²nicamente se usen armas tradicionales. A¨²n as¨ª, todav¨ªa queda un poco para ver el resultado final del nuevo trabajo de Taleworlds, que seguramente no va a decepcionar a los muchos seguidores de este juego. Sin embargo, el tiempo no est¨¢ tratando bien a Mount & Blade, y la necesidad de realizar cambios mayores se hace cada vez m¨¢s patente. Esperemos que la versi¨®n final de With Fire & Sword se haga eco de ello.