Mighty Goose, an¨¢lisis. La era del ganso ha comenzado

La fiebre por los gansos no parece tocar a su fin. Untitled Goose Game puso una primera piedra que inspir¨® a otros muchos desarrolladores, entre los que incluimos a Blastmode. Este estudio indie se estrena en esto que llamamos videojuegos con Mighty Goose, un run-and-gun que nos traer¨¢ de vuelta sensaciones de anta?o con un aspecto adaptado a tiempos modernos y que demostrar¨¢ que este g¨¦nero a¨²n tiene cabida en una industria en constante evoluci¨®n.

Ganso a prueba de balas

Seamos claros y directos: la historia es una excusa para almacenar centenares de balas en la caja tor¨¢cica del enemigo. Lo que verdaderamente importa en Mighty Goose y que muchos est¨¢is esperando leer es que s¨ª, efectivamente, controlaremos a un ganso. ?Motivo? Graznar y ser el ¨²nico capaz de liberar a la tierra de un perverso enemigo que enviar¨¢ a sus tropas para acabar contigo y ser el plato principal de su cena.

Para hacerles frente tendremos una pistola sencilla con la que sobrevivir mientras esperamos la llegada de metralletas, lanzamisiles o escopetas, armas que facilitar¨¢n nuestro avance pero que estar¨¢n limitadas por munici¨®n. El principal problema de ello es que sin estas ¨²ltimas est¨¢s pr¨¢cticamente vendido en Mighty Goose. Es cierto que las podemos pedir a cambio de dinero, pero el desequilibrio es tan grande entre tenerlas y no que nos genera cierta frustraci¨®n e impotencia al no poder hacer nada ante tant¨ªsimos enemigos.

Aqu¨ª entran en juego los ayudantes, pero lamentablemente tambi¨¦n est¨¢n desequilibrados si no hay un segundo jugador a los mandos que los controle. En solitario, los ayudantes agresivos son pr¨¢cticamente in¨²tiles menos uno: el que te proporciona armas. No importa cu¨¢n fuerte sea un personaje si t¨², como protagonista, eres incapaz de defenderte. As¨ª pues, entre los desequilibrios del armamento y la nula utilidad de los ayudantes agresivos, la obligatoriedad de usar ciertas cosas manda una vez m¨¢s en Mighty Goose.

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P¨¢rrafo aparte debemos dedicarle a un combate cuerpo a cuerpo innecesario. Se activa autom¨¢ticamente y corta, en su totalidad, el ritmo de la acci¨®n. Por otro lado, tambi¨¦n podremos elegir otros elementos como nuestra habilidad especial, rodar (con cambio de direcci¨®n mientras lo hacemos) o una serie de bonificaciones que har¨¢n de nuestro ganso un animal a¨²n m¨¢s poderoso.

Caos adictivo

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La mejor parte de Mighty Goose (aparte del ganso) llega cuando estamos armados hasta los dientes. La sensaci¨®n de caos y destrucci¨®n que dejamos a nuestro paso es constante, pero es divertida. El gameplay brilla y es palpable la dedicaci¨®n que han tomado desde Blastmode para que sintamos control absoluto de la situaci¨®n. Es cierto que hay peque?as imprecisiones (especialmente cuando pilotamos un veh¨ªculo) a las que nos costar¨¢ acostumbrarnos, pero en general la sensaci¨®n de poder es muy satisfactoria.

En ello influye en gran medida el ¡°Mighty Mode¡±, un estado alterado que podremos activar a medida que destruyamos enemigos. En este modo seremos invencibles y las armas modificar¨¢n su conducta para ser m¨¢s letales. Este a?adido es el que acaba de redondear ese c¨ªrculo al que llamamos gameplay y el verdaderamente encargado de dar la vuelta a la tortilla en un momento de apuro.

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Porque s¨ª, como es costumbre en este g¨¦nero, los enemigos son simples y apenas tienen un par de ataques, pero la cosa se complica cuando hay decenas de ellos en pantalla. En Mighty Goose no hay selector de dificultad y los puntos de control est¨¢n demasiado alejados entre s¨ª, por lo que podr¨ªa hacerse cuesta arriba para los que no est¨¦is acostumbrados a cierto nivel de acci¨®n, aunque os aseguramos que no tardar¨¦is en haceros a su sencill¨ªsimo control. De hecho, en las apenas dos horas de duraci¨®n hemos podido comprobar nuestra progresi¨®n gracias a una calificaci¨®n final que empez¨® con C y acab¨® con S. El 100% del juego solo nos llevar¨¢ un par de horas m¨¢s al necesitar pasarnos la aventura en Nuevo juego +.

Para ello debemos pasar de nuevo por esa decena de zonas variadas que componen Mighty Goose, pero con una estructura tan similar que poco o nada importa donde estemos. De hecho, la gran diferencia son los enemigos finales, batidas variadas que superaremos con facilidad pero que cumplen con su cometido: ser una esponja de balas. Estos combates nos pondr¨¢n a prueba y tendremos que adaptarnos a los cambios de fase por los que pasar¨¢n veh¨ªculos de guerra, gusanos gigantes o espectros de otros mundos.

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Ganso pixelado

Mighty Goose es tremendamente atractivo visualmente con un ¡°pixel art¡± maravilloso que nos record¨® a otras obras (salvando distancias) como Dead Cells o Metal Slug. Tal vez el ganso no sea el mejor ejemplo de ello, pero tanto los escenarios como ciertos enemigos tienen un dise?o elaborado y detallista. Si le podemos poner una pega es que sentimos cierta confusi¨®n visual para identificarnos ante tanta part¨ªcula yendo de un lado para otro en pantalla, problema que acab¨® solucion¨¢ndose a medida que avanz¨¢bamos. A nivel sonoro debemos destacar una banda sonora compuesta por Dominic Ninmark, el cual hizo excelentes composiciones en otros t¨ªtulos como Blazing Chrome. Ha sabido devolvernos a momentos pasados y entender de qu¨¦ va el t¨ªtulo para manteneros enganchados con melod¨ªas de ritmo alto que transmiten velocidad, acci¨®n y adicci¨®n, las tres caracter¨ªsticas de Mighty Goose.

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