Madden NFL 21, an¨¢lisis

Los equipos ya est¨¢n prepar¨¢ndose, aunque el comienzo de la temporada 2020/2021 en la NFL es algo, como casi todo en estos tiempos que corren, una completa inc¨®gnita. No es as¨ª en el caso de la llegada pertinente, como cada temporada, de una nueva entrega de la franquicia deportiva m¨¢s veterana de entre todas con las que cuenta Electronic Arts, y Madden NFL 21 no falta, como no pod¨ªa ser de otro modo, a la cita. El vigente MVP Lamar Jackson, el doblemente triunfador Patrick Mahomes (anillo y contratazo en verano) y todos los cambios que han llegado, como el nombre de los otrora Washington Redskins debido a la situaci¨®n racial en EEUU, o la nueva camiseta que lucir¨¢ Tom Brady (la de los Buccaneers), son solo algunos de los atractivos de esta incierta temporada, plasmados todos ellos en esta nueva entrega. Por desgracia, la compa?¨ªa canadiense no ha sido capaz de cambiar por cuenta propia y sufre de un agotamiento evidente, fruto en parte de un hardware que no da para m¨¢s, pero tambi¨¦n, y esto no es inherente a un final de generaci¨®n, a cierta desidia.

Cambios insuficientes sobre el campo

Seamos francos: no es f¨¢cil ofrecer cada temporada un producto que se sienta como nuevo, m¨¢xime en el caso de los t¨ªtulos deportivos, y m¨¢s a¨²n cuando han llegado a cierto nivel de calidad, sobre todo jugable. En este caso y aunque no sea ni mucho menos perfecto, el gameplay de Madden lleva varios a?os sin muchos cambios, necesitando cada a?o un par de retoques aqu¨ª y all¨¢, ofreciendo en esta ocasi¨®n el conocido como skill stick. A saber: cada movimiento del ball carrier ¨Cjugador que lleva el bal¨®n- se lleva a cabo con el stick derecho, pudiendo fintar a un lado para irnos a otro simplemente dando a derecha o izquierda o hacer un reverso realizando un movimiento de 90 grados, sin ir m¨¢s lejos, acciones antes asignadas a los gatillos, por ejemplo.

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Esta vuelta de tuerca tiene una gran influencia sobre todo en el juego de carrera, que cada vez requiere de m¨¢s habilidad por parte del jugador ¨Cpartimos siempre de una premisa de jugar en dificultad All Pro o superior-, y sobre todo, de tener paciencia, encontrar el hueco abierto por la l¨ªnea ofensiva, y arrancar. Tambi¨¦n es algo que agradecer¨¢n los wide receivers, aunque ya sabemos lo dif¨ªcil que es conseguir YAC ¨Cyardas tras la recepci¨®n- en Madden, con lo que son los running backs los principales beneficiados de este cambio, m¨¢s cuando la defensa contra la carrera sigue siendo excepcionalmente eficaz.

Por desgracia, esto y un nuevo cambio en el manejo de los defensive linemen tras el snap ¨Cya no es aquella suerte de quick time event- son los ¨²nicos cambios a nivel jugable, permanenciendo algunos vicios de entregas anteriores y ciertos glitches en contactos, placajes y animaciones un tanto bruscas. La defensa seguir¨¢ consiguiendo intercepciones imposibles, nuestros receptores dejando caer balones incomprensibles¡­. Bien es cierto que todo esto es configurable completamente gracias a unos sliders muy completos, pero arrastrar un a?o tras otro los mismos errores parece algo que lleva poca disculpa. No se aprecia evoluci¨®n ninguna en el juego de pase, en la defensa por parte de linebackers y defensive backs, los playbooks son los mismos a?o tras a?o¡­ Creemos que se puede decir que el ¨¦xito de ventas y la nula competencia han contribuido a que EA se haya dormido en los laureles de cara a una entrega que, sobre el campo, evoluciona muy, muy poco.

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Conservadurismo en sus modos, incluso pasos atr¨¢s

Cuando navegamos por los men¨²s de los diferentes modos de juego es cuando nos damos cuenta de que, lamentablemente, se han dado incluso pasos atr¨¢s. Es el caso del modo Carrera, que parece haber adoptado definitivamente el nombre de Face of the Franchise, y que est¨¢ muy alejado de las cotas de calidad alcanzadas por Longshot y Longshot: Homecoming, que contaban con algunas de las mejores historias no ya de Madden, si no de cualquier t¨ªtulo deportivo. Cualquier parecido con FOTF es mera casualidad, y es que tras un somero editor, pasamos a una parte narrativa insulsa en las que seremos el t¨ªpico underdog a la sombra del quarterback titular que, tras un giro del destino, pasa a tener su oportunidad. A lo largo de esta narrativa se nos presentan diferentes opciones conversacionales que, para m¨¢s inri, carecen de impacto en la historia, ya que la reacci¨®n de los personajes a cualquiera de nuestras decisiones es siempre la misma. De hecho, durante una sesi¨®n de juego probamos dos opciones distintas ¨Cuna pidiendo perd¨®n y otra metiendo el dedo en la llaga- y el resultado en ambos personajes presentes fue exactamente el mismo.

La presencia del football universitario no pasa de ser poco relevante, al disputar tan solo unos pocos encuentros con nuestro college seleccionado ¨Centre una variedad que incluye los mejores programas a nivel de football NCAA como Texas, Oklahoma, LSU y m¨¢s-. Adem¨¢s, ignoramos si est¨¢n pensados para hacer las veces de tutorial pero son tremendamente aburridos por el nulo desaf¨ªo que proponen, habiendo consiguiendo durante nuestra sesi¨®n marcadores exageradamente abultados. Se trata sin duda de un modo poco inspirado en esta ocasi¨®n, y tras el que ni siquiera al terminar esta parte argumental encontraremos suficientes alicientes para continuar m¨¢s all¨¢, al seguir una estructura similar a Franchise, con la salvedad, obviamente, de centrarse en nuestro jugador.

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Y ya que mencionamos Franchise, hablemos ¨Co entonemos una homil¨ªa en su honor- de este modo, anta?o un favorito de los fans y completamente relegado al ostracismo en la actualidad. Desconocemos si est¨¢ condenado a desaparecer por completo, pero todo parece indicar que el inter¨¦s de EA es pr¨¢cticamente nulo, como demuestra el hecho de que no solo no haya novedades, sino que incluso la interfaz sea exactamente la misma que en la edici¨®n de 2019. No es un caso aislado, y es que este tipo de modalidad est¨¢ cada vez m¨¢s en un segundo plano en casi todas las franquicias deportivas, pero creemos que al menos se necesita un m¨ªnimo esfuerzo por ofrecer, aunque sea, ligeros cambios, en lugar de un mero copia y pega de Madden NFL 20. Una l¨¢stima.

Mientras, el cada vez m¨¢s c¨¦lebre Ultimate Team sigue ofreciendo una cantidad de contenido considerable, con un buen pu?ado de desaf¨ªos y donde el fan del football probablemente m¨¢s tiempo dedique a lo largo de esta temporada. El coleccionismo es una parte ya important¨ªsima de los juegos deportivos, y por ende, con la inevitable presencia de microtransacciones, m¨¢s presentes que nunca y con unos precios en algunos sobres realmente desorbitados. A pesar de ser un pilar en la econom¨ªa de EA ¨Clos sobres de FUT de FIFA llevan tiempo dando m¨¢s beneficios que las ventas del propio juego-, sorprende ver c¨®mo, al igual que en Franchise, apenas ha cambiado la presentaci¨®n. Hay alg¨²n reto m¨¢s, s¨ª, pero viene a ser b¨¢sicamente lo mismo, d¨¢ndose por hecho que el jugador tendr¨¢ que invertir much¨ªsimas horas ¨Co algo de dinero real- para progresar sin llegar a frustrarse a la hora de batirse el cobre en partidos online.

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Por suerte, EA s¨ª ha tenido a bien implementar una novedad entre su oferta de modos de juego, como es The Yard, una suerte de partidos callejeros 7 vs 7 donde las reglas cambian ligeramente, como la posibilidad de dar pases ilimitados tras la l¨ªnea de scrimmage. Es directo y es divertido, pudiendo jugar online en encuentros que recuerdan a los del Barrio de NBA 2K ¨Csalvando las distancias en cuanto a profundidad, que son muchas-, pero es dif¨ªcil saber del impacto que tendr¨¢ este modo a largo plazo, una vez pasada la fiebre por la novedad. Eso s¨ª, de nuevo nos encontramos con la presencia de microtransacciones para diversos atuendos para nuestro ¨¢lter ego, la gran mayor¨ªa de ellos tan indescriptibles que lo mejor es simplemente echar un vistazo a la captura sobre este p¨¢rrafo.