Lonely Mountains: Downhill
- PlataformaPC8.2PS48.2XBO8.2NSW8.2
- G¨¦neroConducci¨®n, Deportes
- DesarrolladorMegagon Industries
- Lanzamiento23/10/2019 (PC, PS4, XBO)07/05/2020 (NSW)
- EditorThunderful Publishing
Lonely Mountains: Downhill, an¨¢lisis. Amor por las dos ruedas
Analizamos uno de los juegos arcade m¨¢s recomendables de los ¨²ltimos meses con motivo de su llegada a Nintendo Switch. Un t¨ªtulo que enamora en lo visual y lo jugable.
El mundo de las mountain bikes y el ciclomotor en los videojuegos parece reducido en los ¨²ltimos tiempos a la saga Trials, sus clones y rivales (como Pumped BMX) y las competiciones oficiales de supercross, ahora de moda con la franquicia Monster Energy. Es un pastel ya repartido al que pocos se atreven a acercarse. Apenas un pu?ado de valientes (Descenders y Shred! 2, los ¨²ltimos) que nunca terminan de aportar nada nuevo y que, cuando no se pierden por su af¨¢n de simulaci¨®n y una ambici¨®n desmedida, lo hacen por repetir las mec¨¢nicas de los anteriores sin demasiada gracia ni fortuna (escenarios vac¨ªos y guiados, desplazamiento lateral, etc¨¦tera). Y nada m¨¢s lejos de la realidad. Aquellos aficionados al ciclismo de monta?a (a nivel amateur o profesional) sabr¨¢n que es un deporte con un mont¨®n de disciplinas (cross country, freeride, enduro, dirt jumping...), as¨ª como de muchas sensaciones y mec¨¢nicas que a¨²n est¨¢n por explotar y exprimir en este sector. Buena muestra de ello es el juego que hoy nos traemos entre manos, Lonely Mountains: Downhill.
Por primera vez en mucho tiempo estamos ante un arcade del g¨¦nero que no solo presta atenci¨®n a nuestra pericia a los mandos. No es solo un c¨²mulo de pruebas cada vez m¨¢s complicadas, ni su inter¨¦s reside en dominar t¨¦cnicas imposibles y circuitos infernales. Lonely Mountains: Downhill tambi¨¦n es una experiencia. Una experiencia que entra por los ojos, o¨ªdos y el mando, y que te da aquello que le pidas, bien sean desaf¨ªos, bien sean momentos de calma y relajaci¨®n. Una propuesta in¨¦dita con un dise?o de niveles brillante en el que hay espacio para la exploraci¨®n y donde la palabra libertad viene escrita en may¨²sculas. Rinde honor a la disciplina downhill, el ciclismo de descenso, y nos transporta de lleno a la naturaleza, en la que nos invita a encontrar nuestro camino y nuestro propio estilo de juego. Es una peque?a joya creada bajo m¨ªnimos que viene a competir por dicho pastel, pero en su caso, en lugar de hacerlo imitando a otros, lo hace a trav¨¦s de su singularidad y su amor por las dos ruedas.
Otro ¨¦xito de kickstarter
Detr¨¢s de Lonely Mountains: Downhill est¨¢ Megagon Industries, una desarrolladora alemana en la que trabajan fundamentalmente dos personas: Jan Bubenik (programador y animador) y Daniel Helbig (dise?ador de niveles y artista de entornos). Fundado en 2013, el estudio tiene en su historial dos juegos de puzles para m¨®viles (...and then it rained y Twisted Lines), tras los que se embarc¨® en esta aventura, que empez¨® en kickstarter all¨¢ por octubre de 2017. Desde entonces, el t¨ªtulo ha tenido dos a?os de desarrollo en los que ha acumulado un poco m¨¢s 45.000 euros provenientes de m¨¢s de 1.600 patrocinadores distintos, cifras por encima de los 35.000 euros que se ten¨ªan como objetivo. Un nuevo ejemplo de que a veces no hacen falta grandes presupuestos ni equipos para hacer las cosas bien e insuflar algo de ox¨ªgeno y aire fresco a un g¨¦nero.
En principio, la propuesta del juego es muy sencilla. Empezamos en lo alto de una monta?a y hemos de descender hasta el camping que hay en su falda. Es decir, ir de un punto A a un punto B sorteando pendientes, saltos y obst¨¢culos. Los controles tambi¨¦n son muy sencillos y f¨¢ciles de aprender. Podemos acelerar con un gatillo, frenar con el otro y esprintar con un tercer bot¨®n. El resto es cuesti¨®n de manejar la direcci¨®n, aprender a derrapar y saber cu¨¢ndo dejarse llevar por la inercia. Sin embargo, y partiendo de estos conceptos que son territorio com¨²n en este tipo de juegos, Lonely Mountains: Downhill logra desmarcarse y ofrecer algo distinto, sobre todo gracias a sus escenarios. Porque no estamos ante un juego de desplazamiento lateral, ni de circuitos cerrados. Esta vez hablamos de un juego en tres dimensiones y con c¨¢mara isom¨¦trica que nos permite elegir qu¨¦ caminos tomamos para el descenso entre las decenas de ellos que hay a nuestra disposici¨®n, hasta el punto de permitirnos crear nuestra propia ruta.
Un dise?o de niveles fant¨¢stico
La primera vez que juguemos cada nivel es probable que sigamos los caminos marcados, aquellos que se muestran m¨¢s desgastados, pero no tardaremos en darnos cuenta de que la verdadera diversi¨®n consiste en descubrir atajos, probar rutas imposibles y explorar los infinitos senderos alternativos que nos rodean. Unos ser¨¢n m¨¢s r¨¢pidos, otros m¨¢s seguros y los habr¨¢ que solo sirven de escondite a zonas de descanso en las que podemos bajar de la bici y contemplar el paisaje. Nosotros nos hemos perdido m¨¢s de una vez. Cada descenso se antoja ¨²nico y personal, y la sensaci¨®n de estar improvisando con total libertad es constante, tal y como ocurre en la vida real cuando nos subimos a una bici de monta?a. No hay carteles ni se?ales, tampoco barreras que delimiten el camino ni espectadores tras una valla. Estamos solo nosotros, nuestra bici y la naturaleza, rodeados por los solitarios y escarpados picos de distintas cordilleras. Una aproximaci¨®n al g¨¦nero tan inusual como acertada. Una aut¨¦ntica aventura.
A partir de ah¨ª os pod¨¦is imaginar. Hay 4 grupos monta?osos de los que bajar, con 4 descensos cada uno (16 pistas en total) y sus recorridos son cada vez m¨¢s largos y dif¨ªciles. Adem¨¢s, cada pista tiene sus propios retos y desaf¨ªos. Que si bajar antes de X tiempo, que si no tener m¨¢s de X colisiones por el camino, combinaciones de ambos requisitos y hasta un modo libre que elimina todos los puntos de control y nos propone hacer cada descenso del tir¨®n, sin posibilidad de caernos (a menos que queramos empezar desde el principio). Al ir superando estas pruebas desbloquearemos nuevas bicis y objetos cosm¨¦ticos con los que personalizar ¨¦stas y al mismo tiempo editar a nuestro personaje (a un nivel muy b¨¢sico, eso s¨ª). Algunas bicis hasta cuentan con sus propios desaf¨ªos y tienen ligeros cambios a nivel jugable. Unos cambios que si bien parecen sutiles, se antojan claves en las misiones m¨¢s dif¨ªciles. As¨ª, encontremos bicis que permiten ca¨ªdas m¨¢s largas a cambio de una menor aceleraci¨®n y velocidad, por otras que si bien son m¨¢s r¨¢pidas tienen un manejo dif¨ªcil y poca suspensi¨®n. Hay 6 mountain bikes diferentes y m¨¢s de 150 desaf¨ªos, por los cerca de 75 dise?os y conjuntos desbloquables. Si superamos la mayor parte de los retos de un nivel desbloquearemos ese mismo recorrido en su modo nocturno, cambiando la visibilidad y la fauna por completo (y por ende, casi que la experiencia).
Queremos una secuela
Sin llegar a antojarse corto, es evidente que Lonely Mountains: Downhill podr¨ªa ser bastante m¨¢s generoso en lo que a contenido se refiere. Superar todas las pistas por primera vez puede llevarnos cosa de 3 horas y el resto de la duraci¨®n depende de nuestro af¨¢n completista y de las ganas que tengamos de superar todos los desaf¨ªos. Como es habitual en el g¨¦nero, gracias a su jugabilidad (intuitiva y pulida al m¨¢ximo), a su sistema de respawn (que nos har¨¢ reaparecer de forma inmediata cada vez que nos caigamos) y a sus retos m¨¢s complicados (que por momentos exigen de una precisi¨®n quir¨²rgica), el resultado es tremendamente adictivo y lo m¨¢s probable es que ese primer n¨²mero se dispare y se vaya hasta las 10-15 horas con facilidad. Tambi¨¦n tenemos que contar con unos marcadores online complet¨ªsimos, que si bien carecen de fantasmas, permiten filtrar tiempos por cada monta?a, ruta y punto de control, o por mes, semana y d¨ªa si lo hacemos por fechas. Pero lo dicho, sin terminar de antojarse corto, podr¨ªa tener a¨²n m¨¢s contenidos (se echan en falta algunas estaciones y biomas, m¨¢s bicis, mayor variedad en los desaf¨ªos y, por qu¨¦ no, modos cooperativos o en l¨ªnea). Somos conscientes de la desarrolladora que hay detr¨¢s y del presupuesto, y volvemos a repetir que en l¨ªneas generales el resultado es m¨¢s que notable, pero hay margen de maniobra para sacar de aqu¨ª una saga y lanzar una segunda entrega a¨²n m¨¢s ambiciosa y completa, cosa que nos encantar¨ªa. Los propios autores compartieron en su kickstarter varias ideas que hubieran llevado a cabo de recaudar algo m¨¢s de dinero, como es la presencia de animales salvajes y de una nueva monta?a nevada con sus propias pistas (aunque esta ¨²ltima parece que llegar¨¢ v¨ªa DLC).
En el apartado jugable pasa un poco lo mismo. Lograr los mejores tiempos y superar los desaf¨ªos m¨¢s complicados exige saberse cada pista de memoria, conocer todos sus caminos secretos y poner en pr¨¢ctica algunas t¨¦cnicas de derrape y aterrizaje que requieren mucha pr¨¢ctica, paciencia y habilidad. La desarrolladora ha limado y sacado brillo a la jugabilidad todo lo que ha podido. El resultado es a prueba de bombas, con la excepci¨®n de alguna que otra mala pasada de la c¨¢mara. Pero a¨²n con todo eso, a¨²n siendo sobresaliente a los mandos y estando tremendamente pulido, Lonely Mountains: Downhill podr¨ªa tener a¨²n m¨¢s evoluci¨®n y profundidad si incluyera mec¨¢nicas relacionadas con, por ejemplo, desplazar el peso sobre la bici o con hacer maniobras en el aire. Qui¨¦n sabe, a lo mejor incluso pueda dejarnos a?adir nuestros propios marcadores y puntos de control para guardar y se?alizar nuestras rutas favoritas. Est¨¢ claro que no es un Trials ni lo pretende, y est¨¢ por encima de la media en todo lo que plantea, pero por momentos nos ha parecido que podr¨ªa plantear alguna cosa m¨¢s. A veces hemos sentido que las diferencias entre bicis no importan demasiado, ni tampoco aprender cu¨¢l es mejor para cada terreno, y la dificultad de ciertas pruebas es m¨¢s cuesti¨®n de memorizar el camino correcto que de t¨¦cnica y habilidad. Si hubi¨¦ramos tenido que estar atentos a m¨¢s mec¨¢nicas quiz¨¢s no hubiera sido as¨ª. En cualquier caso, sus desarrolladores ya lo dejaban claro en la p¨¢gina de kickstarter, ¡°es una experiencia arcade, no de simulaci¨®n, nuestra visi¨®n del gameplay consist¨ªa en crear un juego divertido, no realista¡±. En ese sentido, objetivo cumplido. El t¨ªtulo es entretenido, original, divertido y muy adictivo.
Un flechazo a primera vista
A nivel visual, Lonely Mountains: Downhill es uno de esos flechazos inmediatos, un amor a primera vista. Hecho con el motor gr¨¢fico Unity, el juego son todo colores y pol¨ªgonos. Una explosi¨®n de est¨ªmulos de aspecto cartoon cuyas monta?as, inspiradas por picos reales, han sido hechas a mano y logran cobrar vida gracias a la presencia tan abundante de fauna y flora. Pero no solo es vistoso, sino tambi¨¦n variado. Hay niveles de d¨ªa y de noche, los hay ambientados en primavera y en oto?o, en bosques y desiertos, entre cascadas, r¨ªos y tormentas de arena. Tambi¨¦n contamos con unos simp¨¢ticos efectos de luz y part¨ªculas, como las que desprende nuestra bici al frenar y derrapar sobre el barro. Agua, viento... Incluso las animaciones, por sencillas que sean, se han basado en deportistas reales, como Danny MacAskill o Kenny Belaey. Hemos de reconocer unos tirones muy muy puntuales, pero en l¨ªneas generales el t¨ªtulo rinde bien y desprende mimo y cuidado.
Todo el juego va en una misma l¨ªnea: la sencillez. Lonely Mountains: Downhill tiene entre sus principales objetivos resultarnos agradable y sencillo, relajante. En lo gr¨¢fico y lo jugable ya se intuye, pero si esta decisi¨®n queda patente en un apartado, ese es el sonoro. No hay ni una sola melod¨ªa ni canci¨®n. El t¨ªtulo solo cuenta con un cuidad¨ªsimo sonido ambiente capaz de transportarnos a la naturaleza si cerramos los ojos. El viento, el batir de alas de los p¨¢jaros, el croar de las ranas y el canto de las chicharras, las cadenas de la bici... Podemos identificar multitud de efectos y matices. Una decisi¨®n de autor muy coherente con el resto del conjunto que demuestra lo claro que ten¨ªan sus desarrolladores las sensaciones y emociones que quer¨ªan evocar, y que van muy en consonancia con la propia disciplina del mountain bike y la experiencia y liturgia que rodea a este deporte, puro medio ambiente. A veces, sencillamente, menos es m¨¢s. Estamos cansado de que muchas de las propuestas del g¨¦nero rellenen su banda sonora con temas de bajo presupuesto, a menudo pocos y repetitivos, agotadores, que nos obligan a ponernos nuestra propia playlist mientras jugamos. Esta vez queda patente que no siempre es necesario y que vale m¨¢s perseguir una buena idea, o una emoci¨®n, y remar con todos los apartados del juego en su misma l¨ªnea.
Conclusi¨®n
Aunque ha sido desarrollado con muy pocos recursos y un equipo m¨ªnimo, Lonely Mountains: Downhill se merece la atenci¨®n y los focos de los grandes escenarios. Es un juego que derrocha frescura y se aproxima al mundo de las mountain bikes de un modo radicalmente distinto al que nos ten¨ªa acostumbrados el g¨¦nero. Aqu¨ª no es todo t¨¦cnica y habilidad, que tambi¨¦n, sino que palabras como exploraci¨®n y libertad se antojan claves en la experiencia. Su dise?o de niveles nos permite descubrir y elegir entre decenas de caminos distintos, que hacen de cada descenso algo ¨²nico y muy especial. Es un t¨ªtulo que se disfruta much¨ªsimo tanto "de tranquis", pas¨¢ndonos los niveles sin m¨¢s y escuchando un podcast de fondo, como en plan competitivo, luchando contra los tiempos establecidos y el n¨²mero m¨¢ximo de ca¨ªdas. Todo con una jugabilidad sencilla y a prueba de bombas, capaz de engancharnos durante horas. Por si fuera poco, la propuesta entra por los ojos con una explosi¨®n de colores y paisajes mucho m¨¢s cuidados de lo que pudieran parecer a simple vista, y con un dise?o de sonido muy elegante que rema a favor de todo el conjunto. Son poqu¨ªsimas las pegas que se le pueden poner a Lonely Mountains: Downhill m¨¢s all¨¢ de que a¨²n hay cierto margen para futuras entregas con m¨¢s contenido y profundidad. Ojal¨¢ se lleguen a realizar alg¨²n d¨ªa.
Lo mejor
- A nivel visual el juego es amor a primera vista, y en lo sonoro es tan elegante como inteligente.
- Las pistas, la sensaci¨®n de libertad que ofrecen y la exploraci¨®n de todas sus rutas.
- Es la experiencia que t¨² elijas. Puede ser agradable, relajante y tranquila, o bien adictiva, fren¨¦tica y desafiante.
- Una jugabilidad sencilla y bien pulida.
Lo peor
- Un pel¨ªn m¨¢s de profundidad jugable no le har¨ªa da?o.
- Sin antojarse corto, podr¨ªa ser m¨¢s generoso (y variado) en contenido.
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del g¨¦nero. Est¨¢ bien cuidado a todos los niveles. C¨®mpralo.