Pumped BMX Pro, an¨¢lisis. ?Un rival para Trials?

Dicen que la calidad de una historia siempre depende de su villano final. Que a un buen antagonista le corresponden un personaje principal y una trama a la altura. ?Dicen?. Esperemos que se equivoquen. Porque como la calidad de Trials Rising, que saldr¨¢ el pr¨®ximo 29 de febrero, tenga alg¨²n tipo de relaci¨®n o parecido con la de su rival, Pumped BMX Pro, juego cuyo an¨¢lisis hoy nos traemos entre manos, vamos mal. Muy mal.

No le ocurre a menudo, pero a la saga Trials, desarrollada por Redlynx y ya asentada con m¨¢s de diez entregas en el sector de los videojuegos, le ha salido un competidor. Hablamos de Pumped BMX, una serie creada originalmente para iOS y Android, que tras tres juegos para plataformas m¨®viles dio el salto a consolas y PC de la mano de Pumped BMX+. El joven estudio que hay detr¨¢s de sus t¨ªtulos, Yeah Us! Games, tiene un nombre enga?oso, pues est¨¢ formado ¨²nica y exclusivamente por una sola persona: Adam Hunt. Quiz¨¢s sea ese su mayor logro y m¨¦rito.

Un juego hecho por una sola persona

Pumped BMX Pro es un versi¨®n ligeramente remozada y ampliada de lo que vimos en Pumped BMX+ (2015). A decir verdad, una de las mayores diferencias que vamos a encontrar entre el juego y su antecesor es que no sale en ninguna plataforma de Sony, cuando el anterior sali¨® en PlayStation 3, PS4 y hasta PlayStation Vita. Desconocemos los motivos del desencuentro, pero la nueva entrega de la saga solo estar¨¢ en Xbox One, Steam y Nintendo Switch.

Al margen de sus idas y venidas con la distribuci¨®n, el juego es m¨¢s de lo mismo. Un arcade de desplazamiento lateral, como Trials, en el que adem¨¢s de llegar de un punto A a un punto B, hemos de poner en pr¨¢ctica varios trucos por el camino. Pumped BMX Pro ofrece 60 niveles nuevos (por los 50 del anterior) y m¨¢s de 200 desaf¨ªos para cumplir a lo largo de los mismos. En el primero eran m¨¢s de 500. Hab¨ªa cuatro f¨¢ciles, cuatro de dificultad media y cuatro dif¨ªciles por nivel. Aqu¨ª son cuatro en cada fase y nada m¨¢s. No hay divisi¨®n seg¨²n lo complicados que sean y, por tanto, son menos.

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Para los aut¨¦nticos amantes de las BMX

El resto de apartados se mantienen pr¨¢cticamente igual y los puntos d¨¦biles del juego son los mismos que ten¨ªa Pumped BMX+, como veremos m¨¢s adelante. El ¨²nico aspecto en el que se ha reforzado es en uno de los rasgos que m¨¢s nos llam¨® la atenci¨®n del anterior: su compromiso con el deporte real. Adam Hunt no es solo fan de los videojuegos sino que tambi¨¦n siente devoci¨®n por las BMX y la competici¨®n. Por eso todos los trucos que podemos hacer en los juegos de la saga (m¨¢s de 40 en esta entrega) existen en la vida real y tienen el mismo nombre que en ella.

A dicha caracter¨ªstica tan genuina y preciada, le ha sumado esta vez marcas de bicicletas BMX reales y personajes famosos dentro de la disciplina. Sustituimos a los avatares del anterior por algunos de los grandes ¨ªdolos de este deporte. En Pumped BMX Pro tienen representaci¨®n bikers de la talla de Chris Doyle, Dennis Enarson y Chase Hawk; y marcas como Kink BMX, Terrible One y Fitbikeco. Cuenta con m¨¢s de 15 bicis y especialistas distintos.

Ojal¨¢ esto sirviera de algo, porque jugablemente nos da igual manejar a uno que a otro y no hay diferencias entre las bicis. Los ¨²nicos cambios que se aprecian son a nivel visual. Todo se siente id¨¦ntico y, a menos que estemos muy metidos dentro del mundillo de las BMX, nos acabar¨¢ dando igual que haya 15 nombres entre los que elegir o que haya 300, porque al final con todos se juega igual y no aportan nada distinto al gameplay, muy desaprovechado.

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A nivel jugable, la saga Pumped BMX se parece m¨¢s a los juegos de skate de OlliOlli que a Trials. A diferencia de esta ¨²ltima, aqu¨ª no es tan importante llegar hasta el final de un nivel como hacer determinados trucos y maniobras por el camino. De hecho, con superar los niveles no bastar¨¢ para desbloquear los siguientes y deberemos cumplir antes cierto n¨²mero de desaf¨ªos. Los niveles son muy, muy cortos. Apenas tienen un pu?ado de saltos, algo que es fruto de su herencia y concepci¨®n original. Eran juegos para iOS y Android pensados para ser jugados en sesiones cortas y r¨¢pidas. Con la excepci¨®n de Nintendo Switch, en consolas y PC esto tiene menos sentido y chirr¨ªa bastante. Eso s¨ª, son m¨¢s cortos pero, si fallamos, empezaremos desde el principio.

Los controles son los de toda la vida. Con el stick izquierdo balanceamos el peso de la bici hacia un lado u otro (para los aterrizajes y grinds, por ejemplo), y con el derecho efectuaremos trucos en el aire en funci¨®n de la direcci¨®n que pulsemos. Los trucos se pueden combinar con los gatillos para tener m¨¢s a nuestra disposici¨®n y se pueden encadenar y combinar entre s¨ª.

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M¨¢s OlliOlli que Trials

La gran novedad y mayor dificultad de Pumped BMX Pro reside en el pedal, en el llamado Pump (bot¨®n A en Xbox One y B en Nintendo Switch). Deberemos pulsarlo para ir m¨¢s r¨¢pido, soltarlo en lo m¨¢s alto de una rampa ascendente y apretarlo de nuevo en la cima de nuestro salto para caer en picado y a m¨¢xima velocidad. Suena sencillo, pero es extremadamente complicado y sensible. En la mayor parte de los niveles vamos a fallar porque no hemos hecho bien el Pump y nos hemos quedado sin fuerza o velocidad en un salto.

El principal problema del Pump es que los niveles no se pueden superar ¡°a duras penas¡±. Si no hacemos todo perfecto vamos a tener que repetir desde el principio. Aqu¨ª no se perdona ning¨²n error. En Trials y OlliOlli pod¨ªamos reponernos y remontar si comet¨ªamos alg¨²n fallo. Supl¨ªamos lo que peor se nos daba con otras fortalezas y afront¨¢bamos los desaf¨ªos de formas distintas (con una moto que potenciara nuestras virtudes, por ejemplo). En Pumped BMX Pro tendremos que clavar los aterrizajes ¡ªexcesivamente sensibles¡ª y el momento en el que elegimos descender, porque no hay mucho m¨¢s. La curva de dificultad es elevad¨ªsima. El juego es frustrante y sacar¨¢ de sus casillas a m¨¢s de uno. Muchas veces no entenderemos del todo por qu¨¦ hemos fallado.

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Como suele ocurrir con este tipo de propuestas, nos encontramos ante un aut¨¦ntico vertedero de horas. Vamos a picarnos y engancharnos al juego en cuesti¨®n de minutos. Estaremos repitiendo una y otra vez la misma fase para superarnos a nosotros mismos y completar a¨²n m¨¢s desaf¨ªos. A pesar de ello, su longevidad es menor que la de otros t¨ªtulos del g¨¦nero. No termina de alcanzar las cotas de adicci¨®n de Trials. Tiene pocos modos de juego y desbloqueables, y lo frustrante y poco satisfactorio que puede resultar hace que su encanto no tarde en estar en entredicho.

Tampoco hay demasiados cambios entre un nivel y otro. Se modifica el tipo de salto y se nos pide un truco distinto, pero ya. Las pruebas son siempre las mismas. Cortas como ellas solas y basadas en dominar el Pump. Que viene a ser dominar los tempos y contar con cierta ligereza con los dedos. Pump, Pump y m¨¢s Pump. Nada de reflejos, ni de capacidad de improvisaci¨®n. Adi¨®s inventiva y habilidad. Ni o¨ªr hablar de minijuegos, contrarrelojes o multijugador. Su origen como juego para m¨®viles sigue dej¨¢ndose entrever en este tipo de aspectos. Es parco y no demasiado profundo. No hay evoluci¨®n con los anteriores.

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Batacazo audiovisual

Donde tambi¨¦n notamos sus or¨ªgenes m¨®viles y que est¨¢ hecho por una ¨²nica persona es en el aspecto gr¨¢fico. A nivel visual es uno de los juegos m¨¢s pobres que podemos echarnos a la cara. Lo que habla francamente mal del anterior, que era todav¨ªa peor. Tiene un acabado cartoon y colorido que resulta gen¨¦rico en su tem¨¢tica y poco inspirado en general. Escenarios vac¨ªos y planos, donde a veces encontramos texturas en dos dimensiones y scripts de hace varios a?os. Por no hablar del dise?o de los escenarios. Simples y lineales, con poca imaginaci¨®n y trabajo a sus espaldas.

Peor a¨²n, por absurdo que suene visto su aspecto gr¨¢fico, es el apartado sonoro. Pocas veces nos veremos en esta, pero hemos de recomendar jugar con cascos y Spotify. Lo mejor es poner el volumen de la m¨²sica y los efectos al m¨ªnimo o silenciar la televisi¨®n. Son pocas las melod¨ªas, realmente cortas y repetitivas, y molestas como ellas solas. Acaban taladr¨¢ndonos y clav¨¢ndosenos en la cabeza, aumentando nuestra frustraci¨®n cada vez que fallamos, hemos de reiniciar y el tema de turno vuelve a empezar otra vez. Sonoramente es terrible.

(*An¨¢lisis realizado con la versi¨®n para Xbox One).