La primera vez que o¨ª hablar del I-War, no me llam¨® la atenci¨®n. El g¨¦nero de las simulaciones espaciales est¨¢ tan concurrido que, a pesar de ser mi favorito, no me suele deparar sorpresas. Con series fijas como las sagas Wing Commander y Star Wars, con multitud de juegos mediocres en su haber, la simulaci¨®n espacial es un g¨¦nero maduro. Craso error. Apenas dos semanas despues, mis vecinos ya empezaban a odiarme por poner a todo volumen por en¨¦sima vez el video-preview que lleg¨® a mis manos. Y, finalmente, la versi¨®n definitiva tom¨® su lugar en mi disco duro. I-War toma todo lo bueno de todos los t¨ªtulos similares, lo junta, lo mejora, elimina los fallos que suelen aquejar a este tipo de programas y lo riega con la mejor trama, jugabilidad y misiones que yo conozca. As¨ª de claro. Nunca jam¨¢s me hab¨ªa encontrado con semejante demostraci¨®n de talento, dedicaci¨®n y buen hacer. Particle Systems es una compa?¨ªa reciente, pero su producto se codea sin problemas con los grandes. La jugabilidad, la adicci¨®n, el impecable acabado t¨¦cnico, los v¨ªdeos deslumbrantes, la programaci¨®n cuidada, la trama envolvente... Todo junto compone una obra maestra de dif¨ªcil descripci¨®n en simples palabras y que las im¨¢genes que en este art¨ªculo se incluyen no pueden ni acercarse a mostrar.
Bueno. Vamos por partes. I-War es un simulador de combate espacial que se desarrolla en el ambiente de una guerra civil, en un futuro dominado por la conquista del espacio y la creaci¨®n de colonias en otros sistemas estelares. Nuestro personaje es un joven capit¨¢n de la marina que acaba de salir de la academia y se enfrenta a sus primeros retos. En nuestra primera misi¨®n, consistente en recuperar alguna nave aprovechable de entre los restos de una batalla, nos toparemos con una leyenda: El Dreadnough, la ¨²ltima nave del salvador de la flota terreste: Clay. De aqu¨ª en adelante, la trama se desenvolver¨¢ en torno nuestro de una manera absorbente y -cosa encomiable y rara- sin interrumpir la acci¨®n. Las secuencias de v¨ªdeo, de una calidad incre¨ªble, nos sumergir¨¢n en la aventura sin que resulten fuera de lugar. No nos agobiar¨¢n, y nos dar¨¢n pistas importantes en algunos momentos. Las conversaciones que se desarrollan por radio, muy realistas y en ning¨²n momento repetitivas, tienden a acentuar ese aspecto de pel¨ªcula en la que somos el personaje principal. Cada misi¨®n conlleva nuevas sorpresas, nuevos retos, m¨¢s conversaciones, v¨ªdeos y aventuras. El sistema de control es el m¨¢s completo y realista que he probado. Tenemos total dominio sobre todas las funciones de la nave, y nuestra tripulaci¨®n nos informar¨¢ y asesorar¨¢ cuando sea necesario. Estaremos sujetos a las leyes de la inercia, y habremos de saber gobernar los propulsores que controlan la rotaci¨®n el cabeceo y el alabeo para desenvolvernos en el espacio. Para esto, contaremos con varios sistemas de vuelo, numerosos programas de piloto autom¨¢tico y la inestimable colaboraci¨®n de la computadora de navegaci¨®n, que una vez sepamos manejar nos har¨¢ la vida mucho m¨¢s f¨¢cil. El interfaz visual es extremadamente completo y complejo. Todo lo que necesitamos lo podemos poner en pantalla, y es notable la cantidad de datos que se pueden llegar a presentar. No obstante, esto conseguir¨¢ que de vez en cuando nos encontremos con tremendos follones de l¨ªneas de colores que surcan la pantalla. A¨²n as¨ª, la gran variedad de acciones que podemos realizar est¨¢ muy bien asistida por men¨²s elegantes y de manejo intuitivo. Podremos controlar las secciones de navegaci¨®n, t¨¢ctica, ingenier¨ªa y comando de nuestra nave. Desde cada lugar podremos realizar distintas acciones indispensables para nuestro ¨¦xito y supervivencia. Controlar y organizar las reparaciones en el fragor de la batalla, responder al fuego enemigo, manejar el sistema de vuelo LDS... son s¨®lo algunas de las posibilidades. Y habremos de saber controlar todo eso para llegar a buen puerto.
Las misiones son muy variadas. No hay dos iguales. Adem¨¢s todas ellas tejen el hilo del argumento de una forma muy convincente, y la 'coreograf¨ªa' es espectacular. Desde las misiones de entrenamiento, en las que un sol¨ªcito instructor nos guiar¨¢ paso a paso en el manejo del Dreadnough, ya asistimos a todo el esplendor de viajar por el sistema solar, con rodeos a J¨²piter y visitas a sus sat¨¦lites. Pero no tendremos demasiado tiempo para ver paisajes. No solo habremos de lograr permanecer vivos y que nuestros enemigos no lo hagan; tendremos que saber resolver contingencias como atracar con otros objetos -naves, depositos de carga, estaciones espaciales-, vuelos en formaci¨®n, viajes interplanetarios... Y con fines no menos variados: rescatar tripulaciones de naves a punto de explotar, asistir en la instalaci¨®n de controles orbitales, misiones de hostigamiento y defensivas, patrullas, remolcar otras naves...
El viaje interplanetario e interestelar se ha resuelto de una manera ingeniosa; para viajes largos tenemos los 'jump-points': Unos portales que nos permitir¨¢n viajar de un lado a otro de la galaxia o entre planetas lejanos del sistema solar. Para viajes 'cercanos' (como una tournee alrededor de J¨²piter), tenemos el sistema LDS, que nos permite alcanzar velocidades cercanas a la de la luz mientras nosotros controlamos la nave. En situaciones normales, tendremos dos modos de vuelo: Corregido y Libre. En el modo de vuelo corregido la computadora de a bordo se encarga de que la nave responda como un caza a los movimientos de nuestro mando. En el modo libre, seremos los responsables de manejar los impulsores para llevarla como queramos. Y no es, ni mucho menos, f¨¢cil. Realmente, el juego consigue meternos en el casco de la nave. Aparte del detalle de podernos mover por su interior, nuestros tripulantes tendr¨¢n un papel activo, la nave responder¨¢ al da?o como esperamos de ella (si se da?an los impulsores de rotaci¨®n tendremos que manejar la nave s¨®lo con los de alabeo y cabeceo hasta que todo est¨¦ de nuevo en orden), y los efectos de los impactos en la pantalla te har¨¢n sentir zarandeado de verdad. Para poner la guinda, la puesta en escena no desmerece el resto del conjunto. Detallados v¨ªdeos explicativos, mapas, esquemas e im¨¢genes nos pondr¨¢n al d¨ªa del objetivo de nuestra misi¨®n y como llevarlo a cabo. Todas las misiones nos ser¨¢n explicadas de viva voz (inglesa, eso s¨ª) y mediante texto, en perfecta sincronizaci¨®n con los v¨ªdeos y diagramas. Los men¨²s son igual de detallados (aunque algo farragosos en la respuesta) y de est¨¦tica cuidada y como colof¨®n, la presentaci¨®n har¨ªa palidecer de envidia a numerosos directores de Hollywood. Este es, sin duda, el juego que todo trekkie so?ar¨ªa que estuviese dedicado a Star Trek, porque es el que, a mi parecer, mejor refleja la posible realidad del vuelo militar espacial.
Audio/V¨ªdeo: Por si no lo he dejado suficientemente claro, simplemente impresionante. Comenzando con la presentaci¨®n, todas las secuencias de v¨ªdeo son asombrosamente reales y bien estructuradas, con una est¨¦tica muy cuidada y una planificaci¨®n de escenas digna de una gran pel¨ªcula. Los personajes, tambi¨¦n dise?ados por ordenador, son realistas como pocos. Poseen una gran vida y expresividad, y se ven acompa?ados de planos muy bien buscados que acent¨²an su psicolog¨ªa notablemente. En el tema de los gr¨¢ficos durante el juego, nos encontramos con el BRENDER, el popular motor grafico que nos demuestra sus capacidades una vez m¨¢s de un modo apabullante. Cada objeto parece ex¨¢ctamente lo que es, y por una vez la escala no nos enga?ar¨¢ como sucede en otros programas similares. Las texturas son maravillosas, muy complejas y perfectamente aplicadas. Ni un pixel fuera de lugar, algo notable teniendo en cuenta que estamos hablando de la versi¨®n sin aceleraci¨®n 3D. Para aquellos poseedores de una 3Dfx, la p¨¢gina de Particle Systems en Internet les deparar¨¢ unas cuantas sorpresas, aunque personalmente no se que m¨¢s se le puede a?adir a este programa que no tenga ya en cuesti¨®nes gr¨¢ficas.
La iluminaci¨®n es muy met¨®dica, muy bien situada y mejor programada. Desde la luz de la estrella de turno, pasando por la emitida por los disparos y explosiones, todo aquello susceptible de iluminar ha sido recreado con bastante lujo de detalles. El espacio que nos rodea cobra cuerpo de una nueva manera sin que por ello el rendimiento se vea afectado, y se hace uso de los sistemas de part¨ªculas para simular los impactos de las armas, las explosiones y los da?os en las naves. El apartado gr¨¢fico se merece, sin lugar a dudas, la Matr¨ªcula de Honor. En el tema sonoro la calidad se mantiene. Realista, bien tratado, con efectos sorprendentes y el don de la oportunidad. Las conversaciones por radio son ricas y variadas, no se repiten. Las secuencias cinem¨¢ticas suenan como tienen que hacerlo, y en un buen equipo musical la cosa se dispara. El sonido de activaci¨®n del LDS es sobrecogedor si tienes el volumen demasiado elevado. Otra Matr¨ªcula al canto.
Estrategia y trucos: Los viejos veteranos en las lides del espacio van a encontrarse con sorpresas en esta nueva epopeya. Las naves reaccionan de un modo completamente novedoso y real, lo que har¨¢ que en un principio resoplemos y maldigamos mientras intentamos llevar la nave a donde queremos. El primer consejo es, sin duda, resolver las misiones de entrenamiento prestando atenci¨®n a las instrucciones que nos den por radio. Si hacemos esto, nos familiarizaremos con los controles en unas pocas sesiones. Luego, habr¨¢ que saber hacer uso de todas las funciones de la nave para que las batallas sean fruct¨ªferas y no acabemos vapuleados. Conviene estudiarse y practicar maniobras de diferentes tipos, y jugar con los impulsores para conseguir nuevas estrategias de combate. Algunos programas del piloto autom¨¢tico nos ser¨¢n de mucha utilidad para esto. Tambi¨¦n recomendar¨ªa no centrarse en unos pocos m¨®dulos de la nave, pues un buen aprovechamiento de la secci¨®n de ingenier¨ªa, por ejemplo, nos sacar¨¢ de m¨¢s de un apuro. En general, este juego requiere una t¨¦cnica bastante depurada y perseverancia.
Jugabilidad: Este puede ser el aspecto m¨¢s peliagudo del juego. Para los incondicionales de la simulaci¨®n espacial este programa representar¨¢ un soplo de aire fresco y horas de diversi¨®n aseguradas. Sin embargo, la gran minuciosidad puede implicar que un sector del p¨²blico general no encuentre este t¨ªtulo de su agrado. No obstante, la adicci¨®n es alta y est¨¢ fuertemente potenciada por la trama que se desarrolla de una manera emocionante. Si eres capaz de dejarte seducir, I-War te enganchar¨¢ como pocos juegos.
Compar¨¢ndolo con...: I-War es un juego de dif¨ªcil comparaci¨®n. Ya he comentado que el g¨¦nero de la simulaci¨®n espacial es ancho, y hay muchos t¨ªtulos que piden a gritos ser comparados con este. Sin duda, I-War recoge lo mejor de la acci¨®n y los gr¨¢ficos de t¨ªtulos como X-Wing vs. TIE Fighter o la saga de Wing Commander y lo combina con novedades muy frescas extra¨ªdas de cl¨¢sicos como Elite II, First Encounters o juegos de esta talla.
No sabr¨ªa con que quedarme. Sin duda lo mejor es que I-War le da nueva vida a mi g¨¦nero favorito. I-War es lo bueno de I-War.
Enlaces o Links: Web de Particle Systems: http://www.particle-systems.com Aqu¨ª encontrareis noticias, 'parches', actualizaciones y sorpresas de todo tipo.
Equipo necesario: Con un Pentium 120 y 16 MB de RAM, el juego se comporta muy bien. Windows 95, por supuesto, aunque el BRENDER nos libra por una vez de la necesidad de tener instalados los DirectX. Una tarjeta gr¨¢fica PCI y tarjeta de sonido compatible con W95. No recomendar¨ªa nada inferior, pero un P100 ser¨ªa suficiente para que el juego funcionase, a costa de la jugabilidad.