La mente del asesino es un puzzle

En los albores del CD-ROM hubo un intento de explotar las nuevas posibilidades multimedia mediante t¨ªtulos a medio camino entre la aventura gr¨¢fica y el v¨ªdeo interactivo. El experimento no se prodig¨® mucho, pero para el recuerdo quedan t¨ªtulos tan emblem¨¢ticos como Phantasmagoria o Gabriel Knight 2: the Beast Within.

Desde entonces, exceptuando alg¨²n t¨ªtulo aislado como el excelente episodio interactivo de Expediente X, no ha habido tentativas demasiado serias de recuperar la idea. In Memoriam fue el t¨ªtulo encargado de recoger el testigo y ampliar la propuesta con algunas aportaciones m¨¢s que originales. Tres a?os despu¨¦s llega su segunda parte, que ampl¨ªa y redondea el concepto de su original predecesor.

Por ello, la ICPA ha decidido pedirte ayuda para recomponer la complicada telara?a de enigmas y puzzles que el asesino ha dejado en el disco. Todo est¨¢ en ¨¦l, s¨®lo falta alguien capaz de llegar hasta el final.

En esta ocasi¨®n F¨¦nix parece tener una enfermiza fijaci¨®n con La Divina Comedia de Dante...

El desconcierto comienza nada m¨¢s iniciar el juego. Se nos pide una direcci¨®n de correo y, tras el pertinente registro, se nos proporciona una clave de acceso. La primera reacci¨®n es creer que se trata de alg¨²n tipo de protecci¨®n on-line, pero no van por ah¨ª los tiros.

La idea es que, cuando iniciamos una partida, realmente estamos iniciando una investigaci¨®n que va m¨¢s all¨¢ del juego. En nuestra bandeja de correo electr¨®nico recibiremos mensajes de personajes que nos ayudar¨¢n (o no) en la investigaci¨®n. Nos dar¨¢n consejos cuando estemos atascados, informar¨¢n de sus respectivos avances o simplemente nos escribir¨¢n para saludar. La propuesta va m¨¢s all¨¢, e incluso seguiremos recibiendo e-mails cuando no estemos jugando, algunos de ellos simp¨¢ticos y otros bastante perturbadores, que no citar¨¦ para no estropear sorpresas. Estos correos, adem¨¢s, pueden variar de partida en partida.

Dependiendo de lo r¨¢pido que consigamos avanzar, nuestros 'colegas' nos dar¨¢n pistas m¨¢s o menos expl¨ªcitas. Todo esto, que puede no parecer gran cosa, en realidad aporta una nueva dimensi¨®n nada desde?able y consigue lo que otros juegos no han logrado con t¨¦cnicas m¨¢s complicadas: que el jugador siga involucrado incluso cuando no est¨¢ 'conectado'. Por desgracia, el funcionamiento de los bots que gestionan los e-mails no es perfecto y en alguna ocasi¨®n recibiremos pistas cuando ya hemos dado con la soluci¨®n por nuestros propios medios.

En ocasiones recibiremos tambi¨¦n, ya sea mediante nuestros contactos o mediante los puzzles del propio F¨¦nix, direcciones de p¨¢ginas web reales donde podemos encontrar material de lo m¨¢s variado. Puede ser informaci¨®n relevante para la investigaci¨®n, el c¨®digo num¨¦rico necesario para descifrar la ¨²ltima trampa del asesino o simplemente el enlace al blog personal de un ficticio ayudante.

En cualquier caso, recomendamos tener el navegador de Internet abierto en segundo plano para ir cambiando de aplicaci¨®n con alt+tab. Las consultas a Google ser¨¢n tambi¨¦n b¨¢sicas a la hora de enfrentarte al endiablado intelecto de F¨¦nix. Puede sonar a embrollo de cuidado, pero se consigue la sensaci¨®n de estar llevando a cabo una 'investigaci¨®n real' y hay momentos muy gratificantes.

Los puzzles en s¨ª son muy variados y francamente ingeniosos. Los hay de secuencias musicales, de averiguar palabras o c¨®digos num¨¦ricos secretos e incluso alguno de recomponer piezas. Para resolverlos tendremos que hacer uso de la l¨®gica, la intuici¨®n y nuestros conocimientos de historia y arte (no importa si no los tenemos, algunos puzzles est¨¢n ¨ªntimamente relacionados con el uso de buscadores como Google).

En determinados momentos podremos acceder a algunas herramientas que nos har¨¢n la vida m¨¢s f¨¢cil como un desencriptador de c¨®digos y una pr¨¢ctica lupa que nos permitir¨¢ aumentar la imagen y ajustar el brillo o el contraste para dar con alg¨²n min¨²sculo detalle que nos de la clave para resolver el problema de turno.

La dificultad es algo oscilante. Mientras que algunos puzzles son demasiado f¨¢ciles, otros son endiabladamente dif¨ªciles. Existe un bot¨®n de ayuda que nos dar¨¢ pistas cuando no sepamos qu¨¦ hacer y tambi¨¦n recibiremos e-mails de apoyo cuando el juego detecte que estamos atascados. Resulta de agradecer, ya que seremos incapaces de resolver sin ayuda algunos de los puzzles m¨¢s complicados y, en el peor de los casos, ni siquiera sabremos qu¨¦ es lo que hay que hacer exactamente.

Sin embargo, es una l¨¢stima que a veces la ayuda sea demasiado clara y nos arruine la diversi¨®n al darnos una respuesta demasiado esclarecedora. Tambi¨¦n se da el caso contrario, que no nos ayude en nada, pero es menos com¨²n.

Esto se hace especialmente molesto en las escenas de v¨ªdeo, que tienen un tama?o muy peque?o. Adem¨¢s est¨¢n comprimidas en formato quick time y son accesibles desde la carpeta del juego, de manera que los jugadores m¨¢s tramposos pueden reproducir directamente el final. Creemos que la tecnolog¨ªa RAD Game Tools habr¨ªa sido una decisi¨®n mucho m¨¢s acertada.

Por su parte, los puzzles pecan de ser demasiado est¨¢ticos. La mayor¨ªa son s¨®lo ilustraciones infogr¨¢ficas muertas, mientras n¨²meros o letras bailan por la pantalla. A su favor hay que destacar que el dise?o art¨ªstico, muy siniestro, es sobresaliente y a veces desear¨ªamos poder abrir los archivos de im¨¢genes para imprimirlas y conservarlas.

Algo similar pasa con el apartado sonoro. Se notan de nuevo las limitaciones de flash y la calidad de reproducci¨®n no es todo lo buena que se desear¨ªa. Es una pena, porque se nota el esfuerzo que se ha hecho en lograr un audio de calidad.

La m¨²sica es muy buena y apropiada, y las voces est¨¢n en perfecto castellano (se ha conservado la interpretaci¨®n de los actores espa?oles en las muchas escenas ambientadas en Andaluc¨ªa). Si tan s¨®lo la calidad de reproducci¨®n estuviera a la altura el resultado ser¨ªa sobresaliente, as¨ª se queda en un notable que ya quisieran otros t¨ªtulos.

Dif¨ªcilmente puede competir contra el shooter rompetarjetas que est¨¦ de moda cuando leas esto, pero ofrece algo que no ha pasado por nuestros monitores en mucho tiempo: innovaci¨®n. El juego propone algunas novedades francamente interesantes y las pone en pr¨¢ctica de manera satisfactoria, dejando abiertas nuevas v¨ªas para la interacci¨®n con el jugador.

Si echas de menos un juego reposado que ponga a prueba tus neuronas, In Memoriam 2 no te va a decepcionar en absoluto. Es un reto intelectual estimulante y apasionante, y no pretende ser otra cosa. Por desgracia, por su mec¨¢nica puramente cerebral y su tosco apartado t¨¦cnico, est¨¢ destinado a una minor¨ªa.

A¨²n as¨ª, no podemos dejar de recomendarlo. Pocas veces tendremos la fascinante ocasi¨®n de que un juego interact¨²e con nosotros, y no al rev¨¦s. S¨®lo por eso, ya vale la pena darle una oportunidad.