Adicci¨®n autodestructiva

A veces sucede que algunos proyectos que no apuntan muy bien desde bastante tiempo antes de su lanzamiento. Obviamente esas sensaciones no se dan en juegos de los que no espera nada en primer lugar, pero hay ciertos t¨ªtulos que cuentan con un te¨®rico potencial y que apuntan buenas maneras en alg¨²n momento de su desarrollo, o bien tienen a un desarrollador/productor solvente detr¨¢s cuya experiencia hace pensar que el resultado final puede ser bueno, a pesar de los signos que apuntan a que es un juego en pleno proceso de descarrilamiento. Normalmente, cuando esas sensaciones se producen es que el juego va a llegar "tocado", pero eso no significa que el resultado sea irrecuperable y se suelen salvar los muebles. Pero en otras ocasiones, los peores temores se hacen realidad y lo que llega son apenas unos pedazos de lo que un d¨ªa lleg¨® a ser una oferta que despertaba expectativas.

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A priori era una apuesta bastante segura. Free Radical, el equipo compuesto por el n¨²cleo creativo de Goldeneye en Nintendo 64, hab¨ªa completado una trayectoria notable en la anterior generaci¨®n, encabezada por la serie TimeSplitters y con el s¨®lido Second Sight como una buena se?al de que el estudio estaba preparado para m¨¢s cosas que juegos de acci¨®n en primera persona. Su nuevo proyecto para la actual generaci¨®n ya empez¨® a despuntar antes de que las nuevas consolas aparecieran en la tienda, o que Ubisoft adquiriera los derechos del proyecto; era una demostraci¨®n t¨¦cnica, bastante impresionante en su d¨ªa, de lo que iba a ser un juego que iba a cambiar muchas concepciones del g¨¦nero, empezando por establecer una narrativa profunda, que hiciera reflexionar a sus jugadores.

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Luego lleg¨® el anuncio de Ubisoft, todo parec¨ªa ir sobre ruedas y se daba por sentado que ser¨ªa un proyecto para 360, PS3 y PC, confirmado por fuentes dentro del estudio brit¨¢nico. Pero algo pas¨®, y en el evento anual de la compa?¨ªa francesa del a?o pasado, despu¨¦s de un rid¨ªculo episodio por parte del equipo de relaciones p¨²blicas -que mandaba mensajes contradictorios a los que estaba mandando los miembros de Free radical en entrevistas-, Haze quedaba como un t¨ªtulo exclusivo para PS3- ?Estrategia? ?pocas ganas de competir con Halo 3 cuando se especulaba con un lanzamiento para finales del 2007? posiblemente la respuesta quedar¨¢ oculta para siempre, pero despu¨¦s de un periodo de confusi¨®n general, Haze era confirmado como exclusivo de la consola de Sony, dando comienzo al particular Via Crucis de Free Radical.

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Retrasos, pobres demostraciones, v¨ªdeos nada impactantes, demasiada informaci¨®n sobre la trama, triste material promocional... Haze deja un largo reguero de peque?os desastres promocionales y "guerras" en varios foros, con encendidas discusiones entre los que ya daban por perdido el juego y los que todav¨ªa mostraban esperanza. Pero la reciente demostraci¨®n ofrecida en PS Store dej¨® fr¨ªos a la inmensa mayor¨ªa de los jugadores y, desgraciadamente, la versi¨®n final no hace m¨¢s que confirmar que los reparos estaban m¨¢s que fundados: Haze es el cadaver de lo que promet¨ªa y un t¨ªtulo con muy poco que ofrecer a un usuario que tiene demasiadas alternativas en el mercado como para siquiera pensar en gastar su tiempo con este t¨ªtulo de Ubisoft.

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En lo que parece una pobre estrategia de promoci¨®n, Haze llega con su argumento desprovisto de sorpresa alguna, con poco nuevo que ofrecer al jugador informado. El gran argumento ya se conoce de sobra: una multinacional con su propio ej¨¦rcito privado conocida como Mantel se ha convertido en el gran baluarte de la seguridad mundial, s¨®lo amenazada por un grupo de terroristas. Pero la multinacional no es tan benevolente como clama, y los terroristas son m¨¢s bien una resistencia contra una organizaci¨®n despiadada con fines nada filantr¨®picos. T¨² encarnas a Shane Carpenter, uno de los soldados del cuerpo de ¨¦lite de Mantel, y te encanta tu trabajo. Tus superiores son justos, la compa?¨ªa trata de hacer el bien all¨¢ d¨®nde va y t¨² eres un orgulloso instrumento de esa visi¨®n gloriosa, hasta que descubres que est¨¢s siendo enga?ado gracias a una droga llamada N¨¦ctar.

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El N¨¦ctar es el recurso narrativo m¨¢s inspirado del juego, adem¨¢s de tener un efecto muy claro en la acci¨®n. En la primera parte, como soldado de Mantel, tu traje especial va suministrando dosis variables de la droga, cambiando ,tus percepciones, haci¨¦ndote m¨¢s fuerte, m¨¢s r¨¢pido, m¨¢s resistente a las heridas y tambi¨¦n m¨¢s idiota, por decirlo de forma suave. El efecto de la droga puede apreciarse en tus compa?eros de equipo, que no dejan de decir sandeces o de gritar bravuconadas. Todo parece m¨¢s limpio y m¨¢s claro gracias al N¨¦ctar, pero esas sensaciones impiden tambi¨¦n ver las aberraciones que tu grupo est¨¢ cometiendo, o siquiera plantearte si las ordenes que est¨¢s recibiendo son correctas moralmente; simplemente eres una m¨¢quina de exterminio y no te planteas m¨¢s objetivo que el de cumplir la misi¨®n.

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Pero en un momento de la historia, demasiado pronto quiz¨¢s, todo cambia y Shane se da cuenta de que ha sido manipulado, pasando as¨ª a ayudar a la resistencia y luchar contra los que eran tus compa?eros. En esta trama, hay un intento claro de dibujar una parodia del tratamiento de la violencia en mundo del cine o en los propios los videojuegos; los soldados de Mantel incluso se comportan de una forma similar a la de algunos jugadores cuando est¨¢n online: crecidos por la sensaci¨®n de poder, el anonimato y la ausencia de problemas morales de sus actos. S¨ª, hay algunos mensajes que quedan subrayados en Haze, pero no se llega muy lejos con ellos. Tampoco hay dramatismo en las relaciones entre los personajes, Shane carece de personalidad y no hay protagonistas fuertes que lleven el peso narrativo, adem¨¢s de que la trama principal no queda patente. El N¨¦ctar es una buena idea, pero no hay una historia principal o unos personajes que le hagan justicia, lo que es ya una decepci¨®n.

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El poder del N¨¦ctar

Como consecuencia de las habilidades que proporciona el N¨¦ctar, la primera parte del juego es de una dificultad tan sencilla que aburre soberanamente. La ventaja que tiene el grupo de asalto de Mantel es rid¨ªcula, ya que la droga proporciona todo tipo de ventajas como la de "se?alar" a los objetivos con un halo amarillento, lo que permite adelantarse a ellos con suma facilidad. M¨¢s all¨¢ de procurar que no haya una sobrecarga de droga, lo que no es dif¨ªcil, no hay preocupaciones en esta parte, hasta que llega el momento de cambiar de bando. En ese momento, de un FPS simpl¨®n y f¨¢cil pero con una din¨¢mica interesante en el uso de la droga, pasamos a un FPS sin nada que ofrecer: armas convencionales, desarrollo llano, niveles sopor¨ªferos, falta de emoci¨®n alguna; ni siquiera es que proponga un reto m¨¢s digno, simplemente es un reto m¨¢s aburrido que cuando estabas con tu traje de asalto. S¨®lo algunos trucos como la granada de N¨¦ctar, que hace que los enemigos entren en frenes¨ª en su radio de efecto, consigue recordarnos que hab¨ªa algo de particular en este t¨ªtulo.

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Despu¨¦s de 15 misiones y unas seis horas y media de juego, incluyendo algunas secciones con los veh¨ªculos m¨¢s torpones desde la aparici¨®n de Timeshift, la campa?a finaliza sin pena ni gloria, dejando la sensaci¨®n amarga de haber tirado el dinero en algo en lo que no se ha puesto el esfuerzo necesario para compensar el precio que pide. Un trabajo mal hecho de gris funcionario que desea terminar su trabajo lo antes posible para poder irse a su casa, esa es la impresi¨®n que deja lo que deber¨ªa haber sido el cl¨ªmax de la campa?a, quiz¨¢s un fiel reflejo de lo que los responsables del proyecto sent¨ªan en ese momento -y es que toda obra, incluso un trabajo tan colectivo como el desarrollo de un videojuego, tiene siempre mucho del estado mental y la moral de los autores-.

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Multijugador insuficiente

De un estudio como Free Radical, con gente que ha trabajado en grandes juegos multijugador en consola, se deber¨ªa esperar bastante en este departamento para Haze. Ciertamente, es quiz¨¢s de lo mejor del juego, especialmente en lo que se refiere al cooperativo, con dos jugadores a pantalla partida y hasta cuatro online, que adem¨¢s pueden incorporarse en cualquier momento de la campa?a. Pero que a estas alturas, un juego exclusivo de un estudio de esta categor¨ªa, se limite a ofrecer tres modos de juego competitivo a 16 jugadores, es algo del todo insuficiente. M¨¢xime cuando dos de esos modos son los manidos Deatchmatch y Team Deathmatch, siendo el tercero un Team Assault algo m¨¢s variado, con objetivos distintos para cada bando y un sistema de recompensas insustancial que no incide en el rango o las posibilidades del jugador. En los tiempos de Halo 3, de Call of Duty 4 o de Resistance, semejante falta de ideas en multijugador no es de recibo un t¨ªtulo tan promocionado como Haze, aunque lo que ofrezca pueda ofrecer cierto entretenimiento.

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Mediocridad t¨¦cnica

El estudio brit¨¢nico contaba con su propio motor gr¨¢fico de nueva generaci¨®n con el que poder realizar su visi¨®n. Pero en vista del resultado, no resulta tan extra?o ver el motivo de que Unreal Engine 3.0 est¨¦ siendo tan popular entre los desarrolladores. Si un estudio con experiencia, presupuesto y tiempo  realiza un juego con un acabado gr¨¢fico tan pobre como ¨¦ste, est¨¢ claro que no debe ser una tarea f¨¢cil. Pero en todo caso, al consumidor no le tiene que importar los problemas que pasado el equipo para conseguir el producto, lo importante es el resultado y c¨®mo queda en funci¨®n con otros juegos en el mercado, y lo cierto es que es que ese resultado es realmente pobre.

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Hay todo tipo de peque?os bugs, fallos y comportamientos rid¨ªculos del motor f¨ªsico, lo que se deja notar particularmente en los r¨ªgidos veh¨ªculos, en el pobre efecto de los proy¨¦ctiles sobre las superficies, o en la forma en la que los enemigos caen en posturas irreales. Pero hay que insistir en que algunas texturas del escenario destacan demasiado por su fealdad y falta de definici¨®n, en buena consonancia con aspectos como el muy pobre efecto visual del agua, as¨ª como otros detalles que hacen de Haze uno de los t¨ªtulos en primera persona menos atractivos que se puedan encontrar en PS3. Aqu¨ª es cuando hay que hacer menci¨®n del lanzallamas: el Drag¨®n del Pueblo, que desde ya cuenta con el dudoso honor de ser el arma con peores efectos visuales en lo que va de generaci¨®n. No exageramos si decimos que hay mejores efectos de fuego en juegos de PS2 -y puede que hasta en la Playstation original-, y la verdad es que dan ganas de reir cada vez que esta arma entra en acci¨®n.

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